Los agotes, minor¨ªa, ¨¦tnica espa?ola

Con una mesa redonda sobre el tema de las minorias marginadas consicleradas desde una perspectiva antropol¨®gica, la Asociaci¨®n Madrile?a de Antropolog¨ªa, de reciente creaci¨®n, inici¨® el jueves pasado su programa de actividades, orientadas a difundir esta ciencia social casi desconocida en nuestro pa¨ªs y a favorecer el intercambio entre los investigadores que desde distintos frentes se dedican a ella.En el acto, organizado en colaboraci¨®n con la editorial Alfaguara, participaron varios j¨®venes antrop¨®logos, que expusieron algunos resultados de sus trabajos en relaci¨®n con las minorias. Primero, Aurora Marquina habl¨® de los agotes, una de las minor¨ªas ¨¦tnicas que, como los maragates, los vaqueiros de alzada o los chuetas de Mallorca, existen en la Pen¨ªnsula, erradicada en el valle de Batz¨¢n, de Navarra. Sobre el origen de los agotes hay m¨²ltiples hip¨®tesis, muchas veces inspiradas en leyendas populares; proceden de los albigenses, de los carpinteros que hicieron la Cruz de Cristo, de los leprosos de Francia. Lo cierto es que los agotes aparecen en Espa?a a mediados del siglo XV, donde viven siempre aislados, sin derechos jur¨ªdicos y discriminados en todos los ¨®rdenes, y todav¨ªa subsisten, en concreto, en el barrio de Bozate, con unas caracter¨ªsticas perfectamente diferenciadas con respecto a las restantes comunidades del valle. Ocupan peque?as viviendas agrupadas en una estructura urbana, mientras que en esa regi¨®n las casas suelen estar aisladas; se dedican a oficios artesanales, mientras la poblaci¨®n del valle es de agricultores, y, a¨²n se sientan en los ¨²ltimos bancos de la iglesia.

A continuaci¨®n, Jos¨¦ Antonio Nieto se extendi¨® en consideraciones te¨®ricas sobre la movilidad de las minor¨ªas y la relatividad de este concepto y, por ¨²ltimo, Ubaldo Mart¨ªnez expuso, dentro de esta misma idea. una serie de ejemplos de las distintas estrategias de adaptaci¨®n a la supervivencia que adoptan las minor¨ªas.

Se refiri¨® a una comunidad africana al borde de la extinci¨®n, donde se ha perdido todo rastro de sociabilidad, al fen¨®meno de la matrifocalidad que se da en las familias negras de Estados Unidos y a la r¨ªgida conservaci¨®n de sus tradiciones que mantienen los samis, una comunidad de anabaptistas tambi¨¦n de Norteam¨¦rica.