Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica acuerdan limitar el n¨²mero de sus armas nucleares

Los Gobiernos de Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica anunciaron ayer que han alcanzado un acuerdo completo en sus conversaciones sobre limitaci¨®n de armas estrat¨¦gicas (SALT II), y que el nuevo tratado ser¨¢ firmado, pr¨®ximamente, en el curso de una reuni¨®n en la cumbre entre los presidentes Jimmy Carter y Le¨®nidas Brejnev, cuyo lugar y fecha de celebraci¨®n se dar¨¢n a conocer dentro de unos d¨ªas.

En Washington, el hist¨®rico anuncio del nuevo acuerdo SALT, que pone fin a siete a?os de regateos y complejas discusiones t¨¦cnicas, fue hecho en la Casa Blanca por el secretario de Estado, Cyrus Vance, a quien acompa?aba el secretario de Defensa, Harold Brown. ?El tratado reforzar¨¢ la seguridad de Estados Unidos y de nuestros aliados, frenar¨¢ la carrera de armamentos y disminuir¨¢ la posibilidad de que se produzca un enfrentamiento nuclear?, dijo Vance.El secretario de Estado anunci¨® que la firma del pacto se producir¨¢ en una entrevista Carter-Brejnev, pero no dijo d¨®nde ni cu¨¢ndo tendr¨¢ lugar la reuni¨®n. Sin embargo, todos los indicios apuntan hacia mediados de junio, m¨¢s concretamente entre los d¨ªas 10 y 17, en alguna de las siguientes capitales europeas, por orden de mayor a menor posibilidad, Ginebra, Estocolmo, Viena o Helsinki.

Seg¨²n explic¨® Vance, quedan por arreglarse peque?os detalles t¨¦cnicos, que ser¨¢n discutidos en Ginebra durante las pr¨®ximas dos semanas por delegaciones de los dos pa¨ªses, pero el acuerdo es completo en los grandes aspectos del tratado. El secretario de Estado, uno de los principales negociadores del acuerdo SALT, aprovech¨® para defender las excelencias del mismo, de cara a la batalla que se anuncia por la ratificaci¨®n en el Senado norteamericano, y dijo que abre el camino para las negociaciones SALT III,

Desde que Nixon y Brejnev firmaran, en 1972, el primer acuerdo SALT, las dos superpotencias han recorrido lentamente un largo camino hacia la reducci¨®n del equilibrio del terror y la estabilizaci¨®n de la situaci¨®n estrat¨¦gica mundial. El primer acuerdo expir¨® en octubre de 1977, sin que los negociadores hubieran sido capaces de alcanzar un segundo compromiso.

Al llegar a la presidencia, en enero de 1977, Jimmy Carter anunci¨® su intenci¨®n de acelerar la firma de un acuerdo SALT con la URSS, como un paso decisivo hacia la meta final de ?eliminar todas las armas nucleares de la faz de la tierra?. Dos a?os largos despu¨¦s del discurso de toma de posesi¨®n, Carter puede presentar el nuevo acuerdo como una victoria personal, e intentar extraer de ella los m¨¢ximos dividendos, de cara a las elecciones de 1980.

Pero si la firma del pacto es el punto final del tedioso proceso de negociaciones iniciado en 1972, es al mismo tiempo el principio de una cadena de dificultades internas para la Administraci¨®n Carter.

El complejo paquete de documentos deber¨¢ ser presentado a la consideraci¨®n del Senado norteamericano y obtener m¨¢s de dos tercios de los votos del centenar de senadores para que quede ratificado. Los c¨¢lculos m¨¢s optimistas atribuyen a la Administraci¨®n unos 45 votos asegurados de los 67 necesarios y casi nadie duda que la larga batalla por la ratificaci¨®n del acuerdo podr¨¢ extenderse durante meses, hasta bien entrado el a?o electoral.

Aparte de los enemigos de la pol¨ªtica de distensi¨®n, que son pocos,y de los que se oponen al tratado SALT porque creen que supone una situaci¨®n ventajosa para la Uni¨®n Sovi¨¦tica, que son algunos m¨¢s, la Administraci¨®n Carter tendr¨¢ que disipar las dudas sobre su capacidad de verificar el cumplimiento del acuerdo, si quiere obtener los 67 votos necesarios en el Senado.