Cien p¨¢ginas de documentos para reconocer la paridad entre las dos superpotencias

El nuevo acuerdo sobre limitaci¨®n de armas estrat¨¦gicas, tan trabajosamente negociado por las dos superpotencias durante los ¨²ltimos siete a?os, se recoger¨¢ en un paquete de documentos, con una extensi¨®n aproxintada de cien p¨¢ginas, que incluye el tratado propiamente dicho y una larga serie de textos adicionales.El tratado, que consta de un pre¨¢mbulo y diecinueve art¨ªculos, fija el l¨ªmite m¨¢ximo del arsenal nuclear estrat¨¦gico de los dos pa¨ªses y establece otra serie de limitaciones a determinados tipos de armamento. Cada parte se compromete a tener, para finales de 1981, un m¨¢ximo de 2.250 sistemas at¨®micos estrat¨¦gicos; es decir, misiles bal¨ªsticos y bombarderos.

Seg¨²n los datos conocidos de los arsenales nucleares de las dos superpotencias, el tratado SALT II forzar¨¢ a la URSS a retirar 270 vectores at¨®micos, para respetar el tope m¨¢ximo establecido en el pacto. Estados Unidos, en cambio, podr¨ªa instalar hasta doscientos sistemas estrat¨¦gicos m¨¢s, manteni¨¦ndose todav¨ªa dentro del l¨ªmite delacuerdo.

El texto del tratado fija asimismo subl¨ªmites para tipos concretos de armas estrat¨¦gicas y especialmente a los proyectiles de cabeza at¨®mica m¨²ltiple. No se contienen, sin embargo, limitaciones para el desarrollo de nuevas armas, como el submarino Trident o el misil Cruise.

Adem¨¢s del tratado, se firmar¨¢ un protocolo adicional, que expira en 1981, en el que ambas partes se comprometen a no desplegar nuevos misiles bal¨ªsticos intercontinentales, basados en tierra, ni misiles estrat¨¦gicos disparados desde submarinos o bombarderos.

Para detallar las complejas restricciones acordadas en el tratado y en el protocolo adicional se incluyen en el cuerpo de documentos unas setenta ?declaraciones de entendimiento?. Adem¨¢s, existe un memor¨¢ndum general de acuerdo, donde cada potencia declara el volumen de su arsenal estrat¨¦gico y se fijan los momentos concretos en que entran en vigor cada una de las! limitaciones acordadas.

El problema del bombardero sovi¨¦tico conocido como Backfire en el c¨®digo de la OTAN, que bloque¨® durante meses las negociaciones, ha sido resuelto mediante una carta adjunta al tratado. En ella, los sovi¨¦ticos acceden a no incrementar la producci¨®n de este aparato por encima del ritmo actual y a no estacionar al Backfire en puntos de la URSS desde donde pudiera alcanzar territorio norteamericano.

El mismo n¨²mero

Durante las pr¨®ximas dos o tres semanas, t¨¦cnicos de los dos pa¨ªses redactar¨¢n, en Ginebra, los ¨²ltimos detalles del acuerdo, pero en la cumbre proyectada entre Carter y Brejnev, los dos dirigentes s¨®lo tendr¨¢n que firmar el tratado y el protocolo adicional, si bien todos los documentos anexos se considerar¨¢n legalmente como parte del tratado.

Entre los aspectos m¨¢s destaca bles del nuevo tratado est¨¢ el hecho de que, por vez primera, Estados Unidos y la URSS acceden a tener id¨¦ntico n¨²mero de sistema estrat¨¦gicos de lanzamiento (aunque no de cabezas nucleares, donde Estados Unidos es superior) ni de la misma potencia (donde la ventaja es para la URSS). Otro punto importante es que las dos superpotencias comienzan intercambiar datos sobre sus arsenales nucleares y, por ¨²ltimo, que se introduce, por vez primera tambi¨¦n, el concepto de restricciones cualitativas en los armamentos, adem¨¢s del ya existente de limitaci¨®n cuantitativa.