El periodista en el proceso de comunicaci¨®n

Que ning¨²n periodista en activo -sobre todo aquellos que ya lo eran antes de iniciarse la transici¨®n al nuevo r¨¦gimen- se asuste porque un profesor universitario se atreva a llamarles ?operadores sem¨¢nticos?, ?codificadores? o simplemente ?comunicadores p¨²blicos?. Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Albertos, catedr¨¢tico de Redacci¨®n, periodista durante muchos a?os, utiliza estos t¨¦rminos (que por lo dem¨¢s ya han sido acu?ados por otros estudiosos extranjeros) porque se presentan como instrumentos ling¨¹¨ªsticos modernos y eficaces para el an¨¢lisis del elemento humano que est¨¢ en el centro del proceso del tratamiento de la noticia: el periodista.Existen, en el oficio de ?comunicador p¨²blico?, dimensiones con graves repercusiones en el cuerpo social de destinatarios de la informaci¨®n que son quienes consumen el producto que el periodista valora, filtra, ?empaqueta? y distribuye. Mart¨ªnez Albertos comienza analizando en su libro la parte m¨¢s te¨®rica de estas dimensiones; es decir, la posibilidad y naturaleza de la objetividad informativa.

La objetividad en la noticia como puro y simple reflejo de la realidad no existe, es evidente, pero en el estudio cient¨ªfico del mensaje informativo s¨ª que hay que analizar y valorar en relaci¨®n con el fraude o no fraude al lector las militancias pol¨ªticas, las tentaciones ¨¢cratas, la ?intencionalidad? y la carga de incitaci¨®n de los mensajes y las circunstancias sociol¨®gicas y t¨¦cnicas en las que se desarrollan la labor de los periodistas.

El autor estudia los grados de posible objetividad informativa por lo menos desde tres perspectivas distintas: primero, desde el contexto social, pol¨ªtico y econ¨®mico dentro del cual se procesan y se difunden los mensajes; segundo, desde el mensaje mismo; es decir, que se cumplan en ¨¦l una serie de requisitos t¨¦cnicos y profesionales (comprobaci¨®n, veracidad de los hechos ... ), y tercero, el tratamiento ling¨¹¨ªstico del mensaje, que debe tender a ser denotativo y despersonalizado, con clara distinc¨ª¨®n entre lo que es informaci¨®n y lo que es opini¨®n y de lo que es estilo period¨ªstico y estilo literario. De esta manera la objetividad se mide no tanto por la transmisi¨®n fiel de lo que ocurre, sino por la utilizaci¨®n de un hecho y de un estilo comunicativo transparente, abierto, con el mayor n¨²mero de claves posibles, a la interpretaci¨®n del lector.

Entendimiento del nuevo periodismo

En una segunda parte, Mart¨ªnez Albertos, con un acertado sentido de la realidad, analiza las tendencias y corrientes que pueden contribuir al entendimiento del llamado ?nuevo periodismo?. Originalmente el ?nuevo periodismo? es un fen¨®meno norteamericano, aparecido en la segunda mitad de la d¨¦cada de los a?os 60, que refleja a pesar de su a mericanismo, comportamientos antiguos, muy peculiares del periodismo europeo.El nuevo periodismo no es s¨®lo la ?novela sin ficci¨®n? (the new non fiction) de Capote, Mailer y sobre todo de Tom Wolfe, quienes construyeron un fen¨®meno de dimensiones novel¨ªsticas y art¨ªsticas. De acuerdo con este esquema, ?el periodista es sobre todo un artista que recrea la realidad con relatos muy parecidos a los novel¨ªsticos, con una t¨¦cnica mixta, entre literaria y reporteril, que sirve para completar subjetivamente todo aquello que el trabajoso reporting no puede proporcionarle ?.

El nuevo periodismo es tambi¨¦n -y ¨¦sta es la versi¨®n que defiende Mart¨ªnez Albertos- el periodismo explicativo-interpretativo (noticias significativas dentro de su contexto), el periodismo de investigaci¨®n y el periodismo de precisi¨®n (periodismo en profundidad y especializado).