El creador del "Capit¨¢n Trueno" reclama sus derechos

El escritor V¨ªctor Mora, creador y guionista del famoso comic juvenil Capit¨¢n Trueno, reclam¨® formalmente de la Editorial Bruguera el reconocimiento de los derechos que le confieren dichas condiciones, ante la inminencia de la firma por Bruguera del contrato de cesi¨®n de derechos a la productora cinematogr¨¢fica del grupo Zeta, con el fin de realizar un largometraje basado en el mencionado comic, obra de Mora y del dibujante Miguel Ambrosio (Ambr¨®s).V¨ªctor Mora es el autor de todos los guiones del Capit¨¢n Trueno, personaje creado en 1956 y que durante a?os logr¨® una tirada semanal superior a los 300.000 ejemplares. Mora perteneci¨® en el pasado a la plantilla de Editorial Bruguera, pero los guiones del comic objeto de litigio los realiz¨® al margen de su trabajo habitual, percibiendo por esta labor diversas cantidades fijas e independientes de su salario.

Negativa de la editorial

Fuentes responsables se?alaron a EL PA?S que la firma del contrato entre la editorial y la productora cinematogr¨¢fica ser¨ªa inminente, dentro de este mismo mes. Fue este hecho el que llev¨® a Mora a plantear su reivindicaci¨®n. La primera reacci¨®n de la editorial ha sido negativa, lo cual permite ya intuir que el litigio proseguir¨¢ en el terreno judicial. A este efecto, Mora ha designado ya un abogado.V¨ªctor Mora es un renombrado escritor en lengua catalana y un conocido militante antifranquista, circunstancia esta. ¨²ltima que le llev¨® a un largo exilio, durante el cual desarroll¨® una importante labor como guionista de comics en editoriales extranjeras. En sus gestiones cuenta con el apoyo de la Asociaci¨®n de Escritores Catalanes y del Pen Club catal¨¢n.

El Capit¨¢n Trueno fue en los ¨²ltimos a?os de la d¨¦cada de los cincuenta una de las principales revelaciones del comic espa?ol, que incluye en su historia El Jabato, El Coyote, Centella, Roberto Alc¨¢zar y Pedr¨ªn, etc¨¦tera. En una ¨¦poca en que la literatura infantil no conoc¨ªa pr¨¢cticamente otras expresiones, aquellas revistas juveniles llenaban indefectiblemente las horas libres de los ni?os espa?oles.