Felipe Gonz¨¢lez: "Hay que ser socialistas antes que marxistas"
Felipe Gonz¨¢lez tom¨® la palabra al t¨¦rmino de las sesiones plenarias de la ma?ana del domingo para anunciar su no presentaci¨®n a la reelecci¨®n como secretario general del partido. El l¨ªder socialista apel¨® a razones morales y de ¨¦tica para no seguir en su puesto. Reproducimos a continuaci¨®n un amplio resumen de sus palabras, que fueron constantemente interrumpidas por fuertes aplausos.
?Quiero advertir ante todo que hablo como militante del partido y no como secretario general. Tambi¨¦n quiero recordar a todos los compa?eros que han valorado positivamente nuestra gesti¨®n en esta dificil etapa. A ellos todo mi agradecimiento y mi reconocimieno, y tambi¨¦n a todos los compa?eros y compa?eras que la rechazaron, que la criticaron, y a aquellos que se abstuvieron.Me van a permitir que les diga que yo reflexiono muy seriamente las cosas, que nunca he sido un junco que mueve el viento en la direcci¨®n que sopla, que siempre he sido un militante de este partido -como dije en el discurso de la gesti¨®n- por razones de moral o de ¨¦tica socialista, y nunca por razones de car¨¢cter pol¨ªtico que pudieran separarse de esa ¨¦tica socialista.
Por consiguiente, he reflexionado profunda y seriamente la repercusi¨®n que tiene el no aceptar las invitaciones, que tambi¨¦n son bastante numerosas, de muchos compa?eros para que forme parte de alguna lista, de alguna de las candidaturas.
Y les quiero decir que lo he reflexionado en la dimensi¨®n que tiene para nuestro partido, para nuestra sociedad y para los problemas del Estado.
Dije el primer d¨ªa que este es un gran partido. Repito hoy que este es un gran partido, que ha dado un ejemplo de democracia a este pa¨ªs, una vez m¨¢s, con el desarrollo de este congreso, y, en consecuencia, de ese gran ejemplo de democracia, hay que seguir defendiendo la posici¨®n ¨¦tica que a uno lo lleva a asumir responsabilidades o a no asumirlas.
Por eso empiezo por decir algo que me parece importante. He visto a compa?eras y compa?eros ca¨ªdos por los pasillos -pocos o muchos - y no tienen derecho. Tienen que mantenerse aqu¨ª, en este partido, luchando por sus ideas, democr¨¢ticamente, porque ese es el principal capital que tenemos. Ni una. sola retirada.
El XXVIII Congreso, del centenario, ha trabajado intensamente. No digo que lo haya hecho con demasiada pr¨¢ctica, porque ser¨ªa mucho pedir teniendo en cuenta la composici¨®n de las delegaciones.
Ha producido resoluciones muy buenas; resoluciones buenas; resoluciones que, a mi juicio, son regulares, y otras que para m¨ª no son aceptables.
Pero un congreso necesita tambi¨¦n, una coherencia desde el principio hasta el fin. No s¨®lo necesita esforzarse por establecer una estrategia pol¨ªtica, por encontrar las resoluciones que crean que en ese momento son importantes para la sociedad o para el partido, sino tambi¨¦n pensar en el mismo momento en que se discute esto en el equipo de compa?eras y compa?eros que en plena coherencia, en plena coherencia con el resultado global de los debates, van a llevar adelante la pol¨ªtica del partido durante el pr¨®ximo per¨ªodo.
Y les voy a decir, porque he empezado con eso, que a m¨ª, en este partido, me introdujeron razones fundamentalmente ¨¦ticas, y por supuesto un conocimiento del marxismo que creo modestamente es superior a algunas de las exposiciones poco rigurosas y poco marxistas que yo, en silencio, con respeto y sin querer intervenir, he venido oyendo a lo largo de los debates.
Yo le ruego a cada compa?ero que se acerque al marxismo de verdad, cr¨ªticamente, con un esp¨ªritu de libertad. Lo dije el primer d¨ªa. Que no tome a Marx como la l¨ªnea divisoria entre lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, porque est¨¢ contribuyendo a enterrarlo, y mucho m¨¢s profundamente que lo entierra la clase burguesa o reaccionaria de este pa¨ªs y de todos los pa¨ªses del mundo. No se puede tomar a Marx. como un todo absoluto, no se puede, compa?eros. Hay que hacerlo cr¨ªticamente, hay que ser socialistas antes que marxistas.
Lo verdaderamente importante de este congreso es que cuando se acab¨® de discutir el problema de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, Marx o no Marx, el 20% de la sala resisti¨® en sus asientos, y el 80% se fue de aqu¨ª. Y los delegados -perd¨®nenme los compa?eros, que ahora hablo como Felipe Gonz¨¢lez, y tengo derecho a hacerlo - salieron de esta sala porque cre¨ªan que el resto de los problemas que se iban a discutir ten¨ªan mucha menos importancia.
Y lo comprendo, porque el problema se desorbit¨® de tal manera que lo accesorio se convirti¨® en principal, y lo principal para un congreso concreto se convirti¨® lamentablemente en accesorio.
Os dec¨ªa que hay varias v¨ªas para llegar a la acci¨®n y a la lucha pol¨ªtica. Una es esa v¨ªa del compromiso moral, ¨¦tico, con la lucha, que es tan v¨¢lida y tan buena como otra. Hay, por consiguiente, razones morales, ¨¦ticas, para estar luchando, adem¨¢s de las convicciones ideol¨®gicas que uno tenga. Y, adem¨¢s, hay razones pol¨ªticas, de una enorme importancia.
Bueno, pues quiero deciros que, con tener mucho peso las razones pol¨ªticas que me podr¨ªan obligar a seguir ligado al puesto, a lo que algunos compa?eros creen que es el leiv-motiv de la pol¨ªtica, el sill¨®n de secretario general, aunque hay muchas razones pol¨ªticas, ¨¦stas se cortan, se separan en este momento en mi conciencia de las razones morales. Y si hago pol¨ªtica perdiendo fuerza moral y razones morales, prefiero apagarlas. Porque yo no estoy en la pol¨ªtica por la pol¨ªtica, sino por un impulso ¨¦tico, que no suena demasiado revolucionario, que no suena demasiado demag¨®gico, pero que es lo que mueve a Felipe Gonz¨¢lez a hacer pol¨ªtica.
Pero creo tambi¨¦n sinceramente que en este congreso Felipe Gonz¨¢lez ha sufrido una derrota moral, porque no ha sido bien entendido, tal vez, porque ha planteado mal el problema, tal vez. En un congreso ideol¨®gico, que alguna vez se celebrar¨¢ en este partido, yo ser¨¦ de los militantes que disfruten mucho discutiendo de la ideolog¨ªa, de lo que es el socialismo hoy, de qu¨¦ tipo de socialismo necesita esta sociedad para que sea aut¨¦nticamente socialismo. Y creo sinceramente que de las resoluciones de este congreso hay algunas que los compa?eros que asuman la responsabilidad de dirigir este partido no van a poder cumplir, porque ni siquiera se ha hablado de lo que hay que hacer -punto uno, punto dos, punto tres, punto cuatro...- en la estrategia pol¨ªtica para los pr¨®ximos dos a?os.No es una cr¨ªtica a nadie. S¨®lo quiero recordaros que esta sociedad es de 36.000.000 de criaturas, de los que 26.000.000 tienen m¨¢s de dieciocho a?os, es decir, pleno derecho a participar pol¨ªticamente en esta sociedad. De ellos, hay trece millones con derecho a ser considerados como poblaci¨®n activa. De esos, cinco millones son viejos -ahora se les llama de la tercera edad- que dieron todo su trabajo, y que esperan que los socialistas les digan c¨®mo salen de la marginaci¨®n, c¨®mo salen de la miseria. Y tambi¨¦n hay un mont¨®n de millones de mujeres que esperan soluciones de los socialistas.
Y as¨ª podr¨ªamos ir analizando la sociedad, para llegar a una conclusi¨®n. Hemos dicho que este partido es profundamente democr¨¢tico y que quiere transformar la sociedad democr¨¢ticamente. Por consiguiente, tiene que contar con la mayor¨ªa de esa sociedad, tiene que incorporarla a eso que se llama movilizaci¨®n popular.
Algunos compa?eros han dicho que la Constituci¨®n es mala y criticable. La mayor¨ªa ha dicho que es aceptable por todos, y as¨ª lo define la estrategia pol¨ªtica. Les quiero decir algo muy serio, a mi juicio: esta Constituci¨®n es la que nos permite vivir en paz y en libertad.
Me ten¨¦is total y absolutamente a vuestra disposici¨®n. Vosotros, militantes del partido, y los compa?eros que aqu¨ª resulten elegidos para dirigir los destinos del partido. A su absoluta disposici¨®n para seguir trabajando como hasta ahora, siempre trabajando por las ideas que uno tiene y con una fuerza moral renovada.
La ¨²ltima conversaci¨®n que he tenido con Ram¨®n Rubial fue ayer y me dec¨ªa: ?Sigue, sigue, sigue.? En este congreso he recibido una herida profunda, pero ya est¨¢ cicatrizada.
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