Para las figuras, otro rasero

Pues, la verdad, resulta sospechoso o, por lo menos, da que hablar esta nueva actitud de los veterinarios tan firmes en sus criterios para reconocer las reses en la primera parte de la feria (la de los modestos, modest¨ªsimos) y tan maleables en esta segunda (la de las figuras figuronas).En aqu¨¦lla, la presentaci¨®n de las reses no tuvo el menor reparo: sal¨ªan toros con edad, trap¨ªo, pitones, seriedad y lo que hay que tener, mientras en ¨¦sta ya aparecen el zapato, el animalucho desfondado, el astigordo y romo. Cuando modestos, los toros derribaban. Cuando inmodestos, ni siquiera reciben las varas reglamentarias. Est¨¢ claro: no es el mismo rasero.

A ver qu¨¦ pasa a partir de hoy, pues siempre queda la esperanza de que esto vaya a cambiar, pero las dos primeras corridas de la semana de lujo no han podido ser menos prometedoras. Y si en ¨¦stas estamos -el torito para el figur¨®n-, resulta que la empresa actual es tan abierta a la componenda como la anterior, y que los veterinarios siguen dando muestras de un conformar muy poco encomiable. Es decir, que estamos en los mismos supuestos que en temporadas anteriores.

Y puesto que aqu¨ª no parece vaya a cambiar nada, que nadie se extra?e si los aficionados reaccionan como es debido y hacen valer sus derechos. Que los taurinos le hayan perdido el respeto al p¨²blico no quiere decir que ese p¨²blico renuncie a hacerse respetar. Ahora est¨¢ en juego la feria. SI se rompe por ah¨ª, la responsabilidad ser¨¢ de quien tolere el fraude, no de quien lo denuncie.