El general Atar¨¦s, absuelto del delito de insulto a Guti¨¦rrez Mellado
El general Juan Atar¨¦s fue absuelto de un delito de insulto al entonces ministro de Defensa, teniente general Guti¨¦rrez Mellado, por un consejo de guerra celebrado ayer en el CIR n¨²mero 7, de Marines (Valencia). Los actos que se le imputaban tuvieron efecto en una reuni¨®n de militares en Cartagena el pasado mes de noviembre.
Esta sentencia no ser¨¢ firme hasta que la ratifique el capital general de la regi¨®n militar, Jaime Mil¨¢ns del Bosch. El tribunal hace en su sentencia un respetuoso llamamiento a la autoridad militar judicial por si hubiera posible falta de desacato para su correcci¨®n por v¨ªa disciplinaria.La sesi¨®n del consejo transcurri¨® con normalidad en el CIR n¨²mero siete, de Marines, localidad pr¨®xima a Valencia, con asistencia de centenar y medio de personas, en su mayor¨ªa militares, familiares del acusado, representantes del Colegio de Abogados y de los medios informativos. Iniciado a las diez y media, el consejo finaliz¨® a las dos de la tarde, tras un breve descanso de quince minutos. Presidi¨® el general Le¨®n Pizarro; como fiscal actu¨® el general de Artiller¨ªa Juan Montenegro, y como defensor, el abogado y teniente coronel Salvador Escandell, ex presidente de la Diputaci¨®n de Valencia. La causa hab¨ªa sido instruida por el general gobernador militar, Luis Caruana y G¨®mez de Barrera.
El general Atar¨¦s manifest¨®, a preguntas del fiscal y del abogado defensor, que tras la afirmaci¨®n del ex ministro de Defensa, Guti¨¦rrez Mellado, acerca de que la actual situaci¨®n de Espa?a es la que los espa?oles quieren, se levant¨® y dijo
?Mentira, eso es mentira?, sin ¨¢nimo de injuriar, y posteriormente, en lugar de traidor, como se?ala la acusaci¨®n, afirm¨®: ? Pobre Espa?a, o quiero ser traidor.? El acusado dijo que, tras salir de la sala, volvi¨® obre sus pasos para justificar su actitud, conocer d¨®nde deb¨ªa trasladarse y solicitar el acompa?amiento de dos oficiales generales. Asimismo, manifest¨® que al se?airle el teniente general Guti¨¦rrez Mellado que con su actitud deshonraba la estrella de la bocamanga de su uniforme, respondi¨®: Lo he llevado con orgullo y dignidad durante cuarenta a?os.?
Actuaci¨®n por "motivos morales"
La defensa a?adi¨®, por su parte, que, al ordenar el ministro la posici¨®n de firmes a los asistentes a la reuni¨®n, el propio general Atar¨¦s reforz¨® su mandato ordenando firmes, y grito: ?Viva Franco, viva Espa?a?. M¨¢s adelante, el abogado defensor se?al¨® que en base a las pruebas presentadas no pod¨ªa precisarse de d¨®nde partieron las voces de ?Traidores, esp¨ªas y masones?, y prosigui¨® su informe para considerar que las declaraciones realizadas por los miembros del s¨¦quito del teniente general Guti¨¦rrez Mellado no pod¨ªa aceptarlas al proceder de testigos que deben obediencia directa al ofendido. En este sentido, justific¨® no haber solicitado la presencia de estos declarantes para ?no enfrentar a los que sirven a Espa?a?.
Seg¨²n conclusiones de la defensa, el general Atar¨¦s no actu¨® con ¨¢nimo de ofender, sino m¨¢s bien llevado por motivos morales, altruistas y patri¨®ticos, y asimismo la defensa manifest¨® no conocer la reglamentaci¨®n militar de las reuniones-coloquio, pero ello no le imped¨ªa se?alar que los principios de jerarqu¨ªa y disciplina estaban presentes en ¨¦stas, pese a su car¨¢cter informal, lo que pod¨ªa conducir a situaciones de tensi¨®n como la creada en Cartagena.
Los testigos coincidieron en se?alar que la reuni¨®n de Cartagena no se trataba de un acto de servicio, sino de ?di¨¢logo entre compa?eros?, e insistieron en afirmar que no existi¨® insulto.
El reconocimiento psiqui¨¢trico del general Atar¨¦s, ordenado por el ofendido en el transcurso de los incidentes, pese a que no se realiz¨®, ha sido sustituido en el sumario por una declaraci¨®n m¨¦dica que reconoce que las personas con sesenta a?os sometidas a m¨¢s de tres a?os de fuertes vivencias emocionales pueden tener reacciones como las del acusado, que en ning¨²n momento deben considerarse como reacciones patol¨®gicas.
El abogado defensor se?al¨® a este respecto que el ex ministro de la Defensa, durante los incidentes de Cartagena, ?estaba sometido a la misma tensi¨®n emocional que el general Atar¨¦s? y, por tanto, la calificaci¨®n de dicha declaraci¨®n m¨¦dica era tambi¨¦n aplicable al teniente general Guti¨¦rrez Mellado. La intervenci¨®n de la defensa concluy¨® con las palabras: ?Nosotros podremos haber enterrado a nuestro mejor capit¨¢n hace tres a?os con dolor y serenidad, pero no podremos enterrar nunca en silencio a nuestros propios ideales.?
Por su parte, el fiscal destac¨® que el incidente (tipificado por el art¨ªculo 325 del C¨®digo de Justicia Militar) correspond¨ªa a un delito consumado de insulto contra un superior en acto de servicio, ?al menos?, afirm¨® refiri¨¦ndose a esto ¨²ltimo, ?por parte de la persona agraviada?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.