El debate socialista

No soy conforme con la idea de que el marxismo no sea susceptible de renovaci¨®n: naci¨® como un germen y d¨ªa a d¨ªa debe alimentarse de savia nueva y rejuvenecedora.Creo, a mi modesto entendimiento, que el marxismo bien entendido, en cuanto a sus conceptos b¨¢sicos fundamentales, no puede ser tildado de antidemocr¨¢tico o dictatorial, sino todo lo contrario: un m¨¦todo racional de an¨¢lisis de la sociedad para alcanzar el cambio democr¨¢tico y, para ello, es absolutamente imprescindible escuchar y discutir constructivamente todos y cada uno de los puntos de vista: en el XXVIII Congreso del PSOE creo poder encontrar una esperanzadora innovaci¨®n democr¨¢tica Interna al salir de la pura teor¨ªa.

Dej¨¦monos de nombres y banderas, aunque quisiera a?adir que la denominaci¨®n es centenaria y la bandera hist¨®rica: dos s¨ªmbolos de la lucha del pueblo por su liberaci¨®n desde hace mucho tiempo.

A¨²n no he tenido la ocasi¨®n de comprobar en ning¨²n acto p¨²blico de los partidos de izquierdas, y en este caso en los del PSOE, la obligaci¨®n de ?levantar el pu?o?; al contrario, he visto que mucha gente se abstiene de ello y, precisamente, no son coaccionados para que eleven el pu?o cerrado.

No seamos tan anticomunistas. Recuerdo que un buen bocado del triunfo obtenido por el PSOE en las pasadas elecciones municipales se debe al apoyo de entre otros movimientos democr¨¢ticos y progresistas, ese ?comunismo dictatorial? y que siguen una ?bandera roja ?.