Sobre el toreo

Nos ha sorprendido leer la carta de Vicente Molina, que el peri¨®dico de su direcci¨®n public¨® el pasado d¨ªa 24. Creemos que este se?or bati¨® por amplio margen el r¨¦cord mundial del disparate.Don Vicente citaba algunos literatos de gran importancia que, seg¨²n ¨¦l, hab¨ªan defendido la fiesta de los toros. Sin duda, este se?or no ha le¨ªdo jam¨¢s a Valle Incl¨¢n -uno de los autores que nombra en su favor-, ya que el gran don Ram¨®n opinaba que las corridas de toros eran s¨ªmbolo de la incultura nacional. Y, en general, la generaci¨®n del 98 estuvo siempre en contra de dicho espect¨¢culo.

As¨ª mismo, afirma que muchos pintores plasmaron el mundo taurino en sus lienzos. Nosotros le decimos a don Vicente que tambi¨¦n otros pintores han escogido temas como la guerra -Guernica, de Picasso-, el diablo -Goya-, el odio, la muerte, etc¨¦tera. Pero la intenci¨®n de estos artistas no era alabar estos temas.

Al final de su carta dice: ? El toro bravo muere como es, luchando y peleando; en su lucha sufre menos; el toro bravo prefiere morir as¨ª y no en el matadero.?

De estas afirmaciones hemos sacado dos conclusiones: o bien Vicente Molina forma parte de una de nuestras m¨¢s afamadas ganader¨ªas -sin ¨¢nimo de ofender- y habla con conocimiento de causa, o bien conoce el lenguaje con que se comunican los b¨®vidos.

La primera posibilidad la desechamos, pues es poco probable que los toros sepan leer y escribir. Para nosotros s¨®lo es viable la segunda alternativa. Por tanto, aucluramos a don Vicente un gran porvenir como traductor en las principales ferias taurinas. Los toros le estar¨ªan sumamente agradecidos, suponemos -nunca pudimos dialogar con ellos como hace el se?or Molina-, si actuara de int¨¦rprete con los ganaderos, a fin de establecer el convenio colectivo del sector.

Si es verdad lo que el se?or Molina afirma, los zo¨®logos se ver¨¢n obligados a incluir en sus enciclopedias el siguiente t¨¦rmino: el toro bravo espa?ol es masoquista.