1982

En una reciente emisi¨®n en la peque?a pantalla del programa televisivo Fant¨¢stico, que dirige y pre senta el se?or I?igo, apareci¨® un caballero, futur¨®logo o algo as¨ª, que nos puso el alma en un pu?o, al predecir formalmente que en el a?o 1982 -como quien dice ma?ana- se producir¨¢, en nuestro ya atormentado planeta, una gran cat¨¢strofe.No me atrever¨ªa a descartar tal posibilidad, y no en 1982 sino en cualquier otra fecha m¨¢s o menos cercana, si en este enloquecido mundo nuestro se desatan las furias de lo nuclear o lo dejamos irrespirable.

Pero lo que me sorprendi¨® fue que dicho caballero planteara como posible causa determinante de tal cat¨¢strofe la gran conjunci¨®n de planetas que debe producirse en 1982.

No cabe duda de que esta alineaci¨®n de planetas puede producir una sensible atracci¨®n sobre la superficie de la Tierra, aunque s¨®lo cuatro de ellos: Venus, Marte, J¨²piter y Saturno, influir¨ªan en ella, ya que es totalmente despreciable la que pudieran ejercer Mercurio, Urano, Neptuno y Plut¨®n.

Ahora bien: si tenemos en cuenta que entre todos ejercen sobre la superficie terrestre una atracci¨®n infinitamente menor que la de la Luna, no creo que tengamos que perder el sue?o ante los peligros que pueda depararnos tal fen¨®meno astron¨®mico.

Por otra parte, esta alineaci¨®n de la misma parte del Sol de los nueve planetas de nuestro sistema solar, que debe tener lugar a mediados de 1982, tiene un per¨ªodo de 179 a?os, y se produjo, por tanto, anteriormente en 1803, sin que yo sepa ocurriera nada de car¨¢cter catastr¨®fico para la humanidad.

Dejemos, pues, que los planetas de nuestra familia solar acudan tranquilamente a su cita en el espacio, y no temamos de ellos los males que nosotros solitos somos perfectamente capaces de provocar, no ya en 1982, sino en el momento menos pensado.