Ofensiva norteamericana para que Espa?a se decida por la adhesi¨®n a la OTAN
La visita que iniciar¨¢ ma?ana a Espa?a el secretario norteamericano de Estado, Cyrus Vance, forma parte, aparentemente, de una ofensiva silenciosa del Gobierno de Washington para provocar una decisi¨®n favorable del Gobierno de Madrid en favor de la pronta entrada de Espa?a en la OTAN. Esta ofensiva, iniciada hace tres semanas con la visita del secretario de Defensa, Harold Brown, puede tener su punto ¨¢lgido con el viaje, a mediados de mes, del presidente Carter a Madrid, viaje que no se ve, sin embargo, con buenos ojos en medios oficiales espa?oles.
El tema del ingreso de Espa?a en la OTAN fue analizado, en detalle, y desde un punto de vista militar, en la reuni¨®n del Comit¨¦ de Planes de la Alianza Atl¨¢ntica que, con asistencia de los ministros de Defensa de los pa¨ªses miembros de la Alianza (con excepci¨®n de Francia), tuvo lugar los d¨ªas 14 y 15 de mayo en Bruselas. Una consideraci¨®n m¨¢s pol¨ªtica del tema se producir¨¢ en la reuni¨®n del Consejo General de la Alianza Atl¨¢ntica, que ayer se inici¨® en las cercan¨ªas de La Haya.El objetivo nominal de la visita de Vance a Madrid es asistir a la reuni¨®n del Consejo Hispano-Norteamericano, el m¨¢s alto organismo consultivo que existe a nivel pol¨ªtico entre los dos pa¨ªses y que fue creado en el Tratado de Amistad y Cooperaci¨®n de 1976. Este ¨®rgano se re¨²ne semestralmente, de forma alterna en Espa?a y Estados Unidos. La ¨²ltima sesi¨®n se celebr¨® en Nueva York, el 4 de octubre de 1978, bajo la presidencia de Cyrus Vance y Marcelino Oreja.
Durante esta ¨²ltima sesi¨®n del Consejo se lleg¨® a un acuerdo en principio -el m¨¢s importante- para iniciar en el primer semestre de 1980 las negociaciones formales para la renovaci¨®n del tratado de 1981. Dentro de estas conversaciones, que ya se han celebrado a nivel informal en meses anteriores, se ha incluido, asimismo, el posible ingreso de Espa?a en la OTAN.
Seg¨²n medios diplom¨¢ticos, los temas de la renovaci¨®n del tratado de 1976, que expira en enero de 1981, y el de la decisi¨®n sobre la entrada de Espa?a en la OTAN, est¨¢n directamente vinculados, ya que, en principio, una cosa no excluye a la otra. En este sentido, Estados Unidos y varios pa¨ªses de la OTAN son partidarios de la simple entrada espa?ola en la Alianza Atl¨¢ntica mientras que algunos sectores pol¨ªticos gubernamentales espa?oles son m¨¢s favorables a la renovaci¨®n de los acuerdos que a la adhesi¨®n a la OTAN. Razones pol¨ªticas coyunturales -tales como el posible beneficio pol¨ªtico de una pol¨ªtica de neutralidad durante la Conferencia de Seguridad Europea, a celebrarse en 1980 en Madrid- aconsejan, al menos, un retraso moment¨¢neo del debate pol¨ªtico y parlamentario que originar¨¢ una decisi¨®n gubernamental en favor de la adhesi¨®n a la OTAN.
Pese a estas dudas espa?olas, la OTAN ha analizado, a nivel militar, las ventajas que se derivar¨ªan de un r¨¢pido ingreso de Espa?a en la OTAN. Al margen de los notables beneficios pol¨ªticos para la OTAN en un momento en que la Alianza, de manos norteamericanas, trata de presentar posturas fuertes o cohesivas en las negociaciones de reducci¨®n mutua de tropas en Europa (MBFR, de Viena) y en una pr¨®xima fase de las SALT, los militares ya fueron considerados, a nivel reservado, en la reciente reuni¨®n de su Comit¨¦ de Planes.
Ventajas militares
Seg¨²n fuentes norteamericanas, los ministros de Defensa de la OTAN se mostraron favorables al ingreso espa?ol (y tambi¨¦n a una reintegraci¨®n de Francia en los aparatos militares de la Alianza), ante la extensi¨®n de reservas terrestres, mar¨ªtimas y a¨¦reas que significar¨ªa para el bloque occidental la entrada en juego del Ej¨¦rcito y Marina espa?ola. En este sentido, la OTAN tendr¨ªa libre acceso a los puertos y aeropuertos espa?oles y podr¨ªa utilizar la Marina espa?ola para controlar y contrarrestar la capacidad de ata que de los submarinos sovi¨¦ticos en el Atl¨¢ntico.
El r¨¢pido ingreso que la OTAN favorece se debe, adem¨¢s, a la necesidad de que las Fuerzas Armadas espa?olas completen un ambicioso programa de modernizaci¨®n que las convierta, a mediados de los a?os ochenta, en ?un aliado mucho m¨¢s importante de lo que te¨®ricamente es ahora?.
Todos estos temas, tratados previamente a nivel militar, ser¨¢n considerados globalmente en la reuni¨®n del Consejo Hispano-Norteamericano, que tendr¨¢ lugar ma?ana, viernes. Simult¨¢neamente, otro tema pol¨ªtico que puede ocupar la atenci¨®n en las entrevistas de Vance en Madrid -Oreja, Su¨¢rez y el Rey- ser¨¢ la posible escala que Carter realice en Espa?a, dentro de su itinerario hacia la cumbre de Viena con el secretarlo general del PCUS, Le¨®nidas Brejnev.
Para esta visita, posible pero no probable, en la que por parte espa?ola no se ha mostrado mucho inter¨¦s, parecen existir problemas de intenci¨®n y fechas, ya que el rey Juan Carlos, l¨®gico anfitri¨®n en el caso de una visita de Estado, estar¨¢ ausente de Espa?a a partir del d¨ªa 14 de junio y hasta despu¨¦s del 20.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.