Las relaciones entre el Estado y la Iglesia polaca son at¨ªpicas
La diferencia de Hungr¨ªa o Yugoslavia con Polonia es que la Iglesia nunca ha renunciado a un papel aut¨®nomo y ha sido siempre una verdadera protagonista de la vida de la naci¨®n. De hecho, la Iglesia polaca ha querido siempre dar una mano a su pa¨ªs en los grandes conflictos sociales y pol¨ªticos, e incluso contra la voluntad del Vaticano, el cardenal Wiszynsky, que se lamentaba siempre en Roma ?que el Vaticano no les comprend¨ªa?, hizo una especie de peque?os concordatos por su cuenta con el Estado.En este momento existe un di¨¢logo ?aunque no f¨¢cil?. La Iglesia desear¨ªa recibir una legitimaci¨®n jur¨ªdica, firmar un concordato. Pero como afirman los expertos, el problema no es s¨®lo jur¨ªdico. En realidad se trata de la presencia de una Iglesia profundamente religiosa, con una visi¨®n de la sociedad y de la vida diametralmente opuesta, por lo menos, a la ?oficial del sistema comunista, ateo, de Polonia?.
No es verdad que en Polonia la masa de los cat¨®licos se hayan convertido al socialismo. Para unas relaciones m¨ªnimamente posibles har¨ªa falta una mayor lealtad de la Iglesia en relaci¨®n con el sistema socialista, y por parte del Estado una mayor lealtad en respetar la separaci¨®n real de Iglesia y Estado, que hoy no existe, porque en efecto la Iglesia tiene poca libertad, no existe jur¨ªdicamente, no puede ni nombrar sus obispos ni organizarse libremente.
?No es posible hablar de separaci¨®n entre Iglesia y Estado si despu¨¦s el Gobierno debe decidir lo que tiene que hacer y c¨®mo tiene que hacerlo la Iglesia?, dijo Barberini.
Por otra parte, la Iglesia es la organizaci¨®n m¨¢s fuerte del pa¨ªs; m¨¢s a¨²n que el partido.
Di¨¢logo dif¨ªcil
Seg¨²n K. S. Karol, uno de los mayores especialistas en los problemas de las sociedades socialistas, el problema es tambi¨¦n dificil porque no se puede resolver en el campo ideol¨®gico, ya que ?se trata de dos fuerzas totalitarias -que poseen una concepci¨®n opuesta de la vida?. En Polonia tampoco es f¨¢cil el di¨¢logo entre cristianos y marxistas porque en realidad ?no hay marxistas?.
El partido se ha burocratizado. vaciado de ideal. Su ¨²nica preocupaci¨®n actual es la de luchar contra el absentismo en el trabajo, contra el alcoholismo y contra la lucha a la pobreza. Las diferencias entre Pobres y ricos no es menor que en Italia, por ejemplo. y la corrupci¨®n es evidente en tantos sectores de la vida nacional.
Por eso, seg¨²n declar¨® Karol a un grupo de informadores en una de las ¨²ltimas reuniones de dirigentes polacos, se hab¨ªan manifestado sin demasiado pudor que por lo que se refiere al problema de los cat¨®licos ?quiz¨¢ el Estado se haya equivocado. porque en realidad la Iglesia en Polonia es una real fuerza social y moralizadora que estimula a trabajar, a mantener los valores de la familia y defiende la ¨¦tica del sacrificio?. El Gobierno polaco estar¨ªa dispuesto a que los cat¨®licos entraran al partido, pero es la Iglesia y el Papa quienes se oponen. En realidad, dijo Karol, la Iglesia polaca es una fuerza pro gresista, es el punto de agregaci¨®n del disenso, donde encuentran puesto todo los explotados y perseguidos. Es aut¨¦ntica desde que es pobre y sin poder, pero nunca ha aceptado pactar pol¨ªticamente con el r¨¦gimen del que se siente orgullosa de discrepar.
Seg¨²n Han Jacob Stehle, autor de un reciente volumen sobre la Ostpolitik del Vaticano, en Polonia la Iglesia tiene una gran fuerza espiritual y una gran pobreza material. Al contrario, el partido tiene la fuerza material, pero un gran vac¨ªo espiritual. La Iglesia polaca nunca ha sido la Iglesia del silencio, hasta el punto de que hab¨ªa sido dejada un poco en olvido por el Vaticano, porque pensaba que ?la iglesia polaca se sabe defender por s¨ª misma?.
Por lo que se refiere a lo que podr¨¢ significar el viaje del Papa en Polonia, el famoso escritor alem¨¢n ha afirmado por qu¨¦ ?no se puede, en v¨ªsperas del viaje, hacer profec¨ªas porque todo es posible?. Depender¨¢ en parte tambi¨¦n del medio mill¨®n de emigrantes que estar¨¢ presente.
Ya el hecho de esta presencia religiosa del Papa en el coraz¨®n de un bloque pol¨ªtico que oficialmente ?combate como programa la religi¨®n?, es una ?gran provocaci¨®n?. Baste pensar en lo que significar¨¢ la misa del Papa y de todos los obispos en la famosa plaza de la Victoria, de Varsovia. All¨ª indudablemente, dijo Stehl, se dar¨¢ la vuelta a la tortilla, y la ?victoria? ser¨¢ la de la religi¨®n contra, el ate¨ªsmo.
Los efectos pueden ser dos: una mayor ?distensi¨®n?, si el viaje demostrara que en realidad la religi¨®n es menos provocadora de lo que parece, o de ?rigidez?, si se viera el viaje del Papa como un peligro para el bloque sovi¨¦tico. Al parecer, el Gobierno intentar¨¢ presentar a la religi¨®n como un fenomeno m¨¢s bien ?folkl¨®rico-polaco?, que puede ser empleado ?como cemento para la unidad nacional?.
Mientras tanto, los cuarenta discursos que el Papa pronunciar¨¢ en su viaje est¨¢n siendo objeto de detallado an¨¢lisis por los expertos de la Santa Sede, y sobre todo, por el nuevo secretario de Estado, Casaroli, que es el gran experto vaticano de la Ostpolitik. Se est¨¢ evitando, han asegurado a EL PA?S fuentes muy bien informadas del Vaticano, todo lo que pueda significar una provocaci¨®n o una revancha de la Iglesia contra el Estado, sobre todo porque el Papa sabe mejor que nadie en qu¨¦ dificultad puede meter no s¨®lo al Gobierno polaco, sino tambi¨¦n a todo el dif¨ªcil equilibrio pol¨ªtico mundial.
Otros observadores afirman, por su parte, que el papa Wojtyla no renuncia al sue?o de que Polonia, sea el puente de ruptura pac¨ªfica entre las dos Europas para que acaben abraz¨¢ndose.
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