Pol¨¦mica banal

Ya tenemos inevitablemente las eternas ?dos Espa?as? divididas esta vez en torno a una especie de naranja. Naranja, mascota, mamarracho o bodrio, que uno ya no recuerda la cantidad de adjetivos denigrantes que el personal iracundo ha vertido sobre la cosa del Naranjito, en menos de quince d¨ªas, desde su doloroso y pol¨¦mico parto. Medio pa¨ªs se ha puesto en pie de guerra, ha puesto el grito en el cielo, ha despotricado y quemado la barraca por un problema realmente acuciante para el devenir de la cosa nacional: Naranjito parece un boniato. He ah¨ª el problema. Seremos en el 82 ese de gracia el hazmerre¨ªr del planeta, porque Naranjito tiene un cuerno, sonrisa de idiota o cara de calabaza de concurso.No tenemos remedio, est¨¢ cada d¨ªa m¨¢s claro. Si por ah¨ª fuera se enteran de que queremos un Pleno del Congreso para pedir la dimisi¨®n de Naranjito y que puede que pasemos otra vez por las urnas para elegir el monigote dichoso del M-82 pr¨®ximo, a lo peor no nos toman en serio, y digo yo que con raz¨®n. Imagin¨¦monos que los alemanes, en el 74, hubiesen paralizado el pa¨ªs porque Tic y Tuc, o como se llamasen sus mascotas, anunciaban mejor una pel¨ªcula del Gordo y el Flaco antes que un mundial de f¨²tbol; o que los argentinos hubiesen organizado la revoluci¨®n pendiente a causa del sospechoso parecido de su Gauchito con la Nancy, o as¨ª.

Corre por aqu¨ª una especie de c¨®ctel de insensatez, esnobismo, envidia y suficiencia que, quer¨¢moslo o no, nos hace diferentes hasta para sacar a explotaci¨®n comercial un mu?eco que, al parecer, va a hundir la imagen exterior del pa¨ªs. Algo de eso, creo.

Nos quieren aburrir unos cuantos a base de goma-2, desempleo galopante, cierre empresarial, quiebra de Bolsa y pesqueros que nos birlan al por mayor, pero nosotros, tranquilos, que Naranjito no pasar¨¢. El cuerno y la mueca de infeliz del ?engendro multinacional? no osar¨¢ mancillar el honor patrio por esos mundos de Dios, que nos tiramos al monte si es preciso. A ver qu¨¦ va a ser esto, caray....