El Parlamento Europeo, un poder te¨®rico

Un Parlamento europeo, ?para qu¨¦? Este parece ser el interrogante ante el alto ¨ªndice de abstencionismo en las elecciones europeas, las primeras directas por sufragio universal en los nueve pa¨ªses de la CEE. El rechazo a la ?eurocracia? parece evidente, de forma especial, en la Europa comunitaria del Norte.

Popularizar la Comunidad Europea ser¨¢ una de las tareas del futuro parlamento. Para lograrlo se abrir¨¢ la pol¨¦mica en torno a la necesidad o no de aumentar los poderes de esa C¨¢mara. Tema que divide a partidos pol¨ªticos en varios Estados miembros de la Comunidad -Francia, en particular- y que dominar¨¢ las futuras sesiones mensuales del Parlamento. C¨®mo lograr sensibilizar al pueblo ser¨¢ tarea de los propios parlamentarios, que contar¨¢n con cinco a?os por delante de legislatura. Cinco anos para comparar si crecer¨¢ o disminuir¨¢ el inter¨¦s de los europeos por la Comunidad.El Parlamento ejerce, te¨®ricamente, el control pol¨ªtico de las dem¨¢s instituciones comunitarias. Por un voto mayoritario y otro de 2/3 puede proclamar una moci¨®n de censura u obligar a dimitir -situaci¨®n que nunca se ha producido- a la comisi¨®n europea, organismo encargado de inspirar y velar por la gesti¨®n comunitaria. Indirectamente, controla tambi¨¦n las decisiones del Consejo de Ministros, verdadero ¨®rgano ejecutivo de la Comunidad, seg¨²n los tratados que la inspiraron. Sin embargo, todo es muy te¨®rico. Sobre todo desde que el poder real de las decisiones importantes de la CEE se toman directamente al m¨¢s alto nivel, es decir, en las ?cumbres? de jefes Estado o de Gobierno, que tres veces por a?o re¨²nen al denominado Consejo Europeo, decisiones que escapan al control pol¨ªtico del Parlamento Europeo, ya que dichos Consejos Europeos, de inspiraci¨®n francesa, son una nueva instituci¨®n al margen de los tratados comunitarios.

La pol¨¦mica de aumentar o no los poderes de control pol¨ªtico del futuro Parlamento sobre las dem¨¢s instituciones es, pues, una falsa pol¨¦mica.

Pero, sin evoluci¨®n profunda de la concepci¨®n misma de la Comunidad Europea del ma?ana, con cualquiera de sus formas actualmente en liza (la Europa federal, la Europa confederal, la Europa de las patrias), el nuevo Parlamento no ejercer¨¢ unas competencias an¨¢logas a las de un Parlamento nacional, por falta de instituciones comunitarias con poder real a las que apoyar, criticar o censurar.