Sin identificar los pir¨®manos que incendiaron la casa de Antonio Saura
La polic¨ªa no tiene a¨²n una idea clara sobre la personalidad de los autores del incendio en la casa conquense de Antonio Saura. Las investigaciones, por el momento, no descartan ninguna posibilidad, desde el hipot¨¦tico pir¨®mano perturbado a la revancha personal o el atentado pol¨ªtico. No obstante, en el Gobierno Civil de Cuenca existe fuerte resistencia a pensar que este incendio provocado, el cual ha despertado fuerte indignaci¨®n en los distintos estratos ciudadanos conquenses, tenga su origen en alg¨²n autor local. Una botella de vino y un vaso son la ¨²nica tarjeta de visita dejada por los autores del atentado.
El incendio fue detectado entre doce y media de la noche y una de la madrugada del jueves. Fueron los vecinos de la calle de San Pedro -coraz¨®n de la Cuenca antigua- y, concretamente, un grupo de cineastas que ruedan una pel¨ªcula en la casa inmediata a la de Antonio Saura quienes descubrieron las llamas en el edificio n¨²mero 27 de esta calle. Gracias a estas personas se ha conseguido salvar parte de los cuadros que hab¨ªa en las dependencias da?adas por el siniestro.Los bomberos de la ciudad estuvieron desde cerca de las dos de la madrugada hasta las siete de la ma?ana trabajando en la extinci¨®n del fuego. Tambi¨¦n acudi¨® una dotaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional. La casa objeto del atentado es un edificio del siglo XVII, adquirido por el padre de Antonio Saura hace unos treinta a?os. La casa, sobre la hoz del J¨²car, consta de dos partes de edificaci¨®n separadas por un jard¨ªn.
Los incendiarios -o el incendiario- atacaron las dependencias dedicadas a vivienda. Esta parte del edificio consta de planta baja, otras dos superiores y c¨¢mara. La otra parte de la casa, que Saura destina a taller de trabajo, no ha resultado da?ada.
El incendio se propag¨® desde tres focos distintos. Uno, en la le?era; otro, en la planta segunda, y un tercero, en la c¨¢mara. Al parecer, se utiliz¨® gasolina para imprimir una mayor rapidez a la combusti¨®n.
La fogata de la le?era no se propag¨® como quiz¨¢ el autor del atentado pretend¨ªa, pues esta dependencia, cerrada, no facilit¨® al fuego la aireaci¨®n necesaria, y la le?a ardi¨® muy lentamente.
P¨¦rdidas materiales y art¨ªsticas
En la segunda planta, sin embargo, los da?os, a¨²n no evaluados, son muy cuantiosos. Dos habitaciones completamente calcinadas, con cuantos muebles y objetos hab¨ªa en ellas. Tambi¨¦n resultaron con desperfectos menores otras estancias, la fachada y alg¨²n pasillo, as¨ª como la citada c¨¢mara. La r¨¢pida intervenci¨®n de los vecinos impidi¨® que numerosos cuadros de gran valor quedaran destruidos. Varios de ellos, de Feito, Rueda, Millares, etc¨¦tera, tendr¨¢n que ser restaurados.Aun as¨ª, Saura ha perdido -y con ¨¦l Cuenca- una important¨ªsima colecci¨®n de centenares de piezas de cer¨¢mica espa?ola que ya no se realizan y que Antonio Saura ven¨ªa reuniendo desde hace unos treinta a?os. Esta colecci¨®n, como ya era sabido en medios conquenses, iba a ser donada por el pintor afincado en Cuenca al Museo conquense de Arte Popular de proyectada creaci¨®n.
Esta colecci¨®n se encontraba junto a una abundante biblioteca, y lo que es m¨¢s, junto a toda la documentaci¨®n del movimiento intelectual El Paso, creado en 1957 y desaparecido tres a?os m¨¢s tarde, del que Antonio Saura fue integrante en uni¨®n de otros pintores y escritores. Esta documentaci¨®n inclu¨ªa la mayor parte de la bibliograf¨ªa y cat¨¢logos de dicho movimiento intelectual.
El incendio pudo ocasionar una combusti¨®n en cadena en las casas colindantes. T¨¦cnicos consultados no dudan en afirmar que, dadas las caracter¨ªsticas de construcci¨®n de la parte alta conquense y, concretamente, la calle de San Pedro, si la noche del incendio hubiese habido un poco de viento habr¨ªa ardido la mitad de San Pedro.
Antonio Saura manifest¨® a EL PA?S, tras llegar a Cuenca desde Par¨ªs, que lamenta profundamente este acto, indignante desde el punto de vista ciudadano, y cuya motivaci¨®n no alcanza a comprender.
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