La actual negociaci¨®n, superada por el desarrollo de nuevas armas
El tratado SALT II, que Carter y Brejnev firmar¨¢n el pr¨®ximo lunes, s¨®lo ser¨¢ una mera pausa en la carrera armamentista m¨¢s cara de la historia, seg¨²n estiman algunos expertos en defensa.Es posible que los misiles que tanto han preocupado a los negociadores de SALT-II sean in¨²tiles para finales de este siglo, debido al desarrollo de los rayos mortales, que, por ahora, parecen sacados de un cuento de ciencia-ficci¨®n.
Tanto la Uni¨®n Sovi¨¦tica como Estados Unidos han iniciado investigaciones en el campo de los rayos l¨¢ser de gran energ¨ªa y de los generadores de rayos-part¨ªculas, que literalmente podr¨ªan desintegrar los misiles en el aire.
Esta posibilidad casi fue olvidada en las negociaciones SALT II, pero la tecnolog¨ªa existe. Tanto la URSS como EEUU vienen realizando experimentos para mantener su supremac¨ªa en el espacio. La URSS, con sat¨¦lites de destrucci¨®n que pueden aniquilar sat¨¦lites de comunicaciones y de espionaje; Estados Unidos, con un ferry espacial, a punto de funcionar, que permitir¨ªa colocar en ¨®rbita gran des plataformas militares de ataque.
El espacio es el nuevo escenario
Funcionarios de la OTAN piensan que Carter podr¨ªa sugerir a Brejnev que se inicien negociaciones piara un tratado que proh¨ªba la presencia de armamento en el espacio. Por ahora, ambas potencias han acordado prohibir s¨®lo las armas nucleares.La superioridad en el espacio desplazar¨¢ en importancia a la precisi¨®n de los misiles de ojiva m¨²ltiple. Desde un sat¨¦lite en ¨®rbita se puede controlar la trayectoria de un misil para, que alcance el objetivo deseado con un margen de error de pocos metros.
El presidente Carter ya ha dado su visto bueno a la construcci¨®n del, misil m¨®vil, de 95 toneladas de peso, que podr¨¢ esconderse en un extenso laberinto de t¨²neles para evitar ser detectado por el enemigo.
De otra parte, tanto Estados Unidos como la Uni¨®n Sovi¨¦tica, a pesar del tratado SALT II, completar¨¢n su producci¨®n de proyectiles intercontinentales con una potencia cada vez mayor y una punter¨ªa m¨¢s certera.
Unos y otros, para asegurar esta paz at¨®mica, desarrollan armas terror¨ªficas como los misiles Cruise y los aludidos rayos l¨¢ser y sat¨¦lites antisat¨¦lites, cuya sobredosis mort¨ªfera podr¨ªa convertir el planeta en un desierto sin posibilidades de vida.
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