General Motors, en Espa?a
EN PLENA crisis energ¨¦tica mundial, que tambi¨¦n afecta a la industria del autom¨®vil, y en un clima de aton¨ªa de las inversiones dentro de nuestro pa¨ªs, la General Motors ha decidido instalarse en Espa?a. La cifra estimada de inversi¨®n supera los 100.000 millones de pesetas, que ser¨¢n aplicadas a la construcci¨®n de una f¨¢brica de estampaci¨®n y montaje en Figueruela, con 10.000 puestos de trabajo, y otra de componentes en C¨¢diz, que dar¨¢ empleo a unas 1.500 personas. Las previsiones de fabricaci¨®n fijan la cifra de 270.000 unidades para finales de 1982, de las que casi las tres cuartas partes ser¨¢n exportadas. Los coches ser¨¢n peque?os, con cilindradas entre los mil y los 1.300 cent¨ªmetros c¨²bicos.?Es necesario recordar que General Motors es una de las sociedades m¨¢s poderosas del mundo? La cuarta parte de los veh¨ªculos que produce la industria del autom¨®vil lleva su marca. Su cifra de facturaci¨®n es casi alucinante: m¨¢s de 60.000 millones de d¨®lares, lo que representa un volumen mayor que la renta nacional de la mayor¨ªa de los pa¨ªses del mundo y m¨¢s del total del gasto p¨²blico espa?ol (incluida la Seguridad Social). Produce casi diez millones de coches y emplea a 840.000 trabajadores. Situada en el primer lugar del ranking de las empresas transnacionales, su decisi¨®n de incluir a Espa?a dentro de su campo operativo significa, seg¨²n declaran sus directivos, una apuesta en favor de la estabilidad pol¨ªtica y la recuperaci¨®n econ¨®mica de nuestro pa¨ªs a plazo medio.
Ciertamente, General Motors, cuya principal actividad sigue concentrada en el mercado norteamericano, al que todav¨ªa dedicar¨¢ en los pr¨®ximos a?os las cuatro quintas partes de sus inversiones, se propone, con este paso, ampliar su crecimiento en el exterior. Su penetraci¨®n en Europa fue, hasta ahora, inferior a la de Ford, que obtiene casi la mitad de sus beneficios netos de sus inversiones extranjeras, en tanto que las ganancias de General Motors por este concepto s¨®lo suponen un 8% de su cifra total. Frente a 2.230.000 unidades de turismos y camiones vendidos por Ford en Europa en 1978, General Motors s¨®lo factur¨® la cifra m¨¢s modesta de 1.750.000 veh¨ªculos. Pero la elecci¨®n de Espa?a como escenario central de su nueva inversi¨®n europea de 2.000 millones de d¨®lares, de la que Austria s¨®lo se beneficia en una peque?a parte destinada a una f¨¢brica de motores, no era en modo alguno la ¨²nica v¨ªa de entrada en el mercado continental. El Estado espa?ol va a ayudar a su instalaci¨®n con subvenciones y cr¨¦ditos oficiales, pero las ofertas de Austria y de Francia eran aparentemente m¨¢s interesantes. La creaci¨®n de 12.000 puestos de trabajo directos en las f¨¢bricas de Zaragoza y C¨¢diz, y de otros 25.000 empleos inducidos por los efectos multiplicadores de la inversi¨®n tiene que ser acogida, as¨ª pues, como una buena noticia.
La entrada de General Motors, despu¨¦s de las inversiones de Ford, FIAT, Renault y Peugeot-Citro¨¦n, sit¨²an a nuestro pa¨ªs en medio de la corriente de empresas multinacionales que controlan, junto a los japoneses, el mercado mundial. Las transnacionales no tienen muy buena prensa, pero sus posibilidades de abuso de los pa¨ªses en los que se instalan no dependen tanto de sus designios como de la debilidad o la corrupci¨®n de las administraciones p¨²blicas, cuya misi¨®n es velar por los intereses nacionales y defender sus fuentes de riqueza. Detr¨¢s de cada esc¨¢ndalo en el que interviene una multinacional hay que buscar no s¨®lo al que ofrece el cohecho para lograr ventajas y abusos, sino al que lo acepta o tolera. Por lo dem¨¢s, cualquier estrategia alternativa, como la sueca, es impensable en un pa¨ªs como Espa?a, de escaso desarrollo tecnol¨®gico y poco acostumbrado a un mercado nacional competitivo y abierto. La autarqu¨ªa, en este terreno, ser¨ªa, de nuevo, la comadrona del Biscuter.
General Motors conf¨ªa que sus instalaciones se hallen a pleno rendimiento a finales de 1982, en v¨ªsperas de la liberalizaci¨®n de las ventas dentro del mercado espa?ol y de la abolici¨®n de los contingentes establecidos para las f¨¢bricas instaladas despu¨¦s de 1972. Espa?a ser¨¢ en 1983, con una producci¨®n de 1.500.000 unidades, uno de los principales pa¨ªses exportadores de autom¨®viles del mundo. A fin de entrar sin traumas en esa etapa, convendr¨ªa ir liquidando, desde ahora, buena parte de la engorrosa normativa que impera en el sector de la fabricaci¨®n y venta de autom¨®viles. El ¨²nico intervencionismo admisible, e incluso deseable, ser¨ªa aquel que estuviera dirigido a que los modelos fabricados consumieran la menor cantidad posible de gasolina. Y, por supuesto, ser¨ªa un contrasentido que un pa¨ªs exportador de autom¨®viles mantuviese su mercado interior cerrado a la competencia exterior.
La ocasi¨®n debe ser aprovechada al vuelo, mientras la demanda de autom¨®viles siga mostrando una vigorosa resistencia a la baja y los ¨ªndices de motorizaci¨®n en Espa?a, en el norte de Africa y en el Pr¨®ximo Oriente contin¨²en siendo bajos. La crisis del petr¨®leo no acabar¨¢ con la industria del autom¨®vil, sino que, presumiblemente, la obligar¨¢ a adaptarse a modelos de poca potencia y consumo reducido. Excelente salida para la industria auxiliar e incluso la industria de maquinaria (la localizaci¨®n en Zaragoza de la planta de General Motors puede ser una excelente ayuda para la industria metal¨²rgica del Pa¨ªs Vasco), un poderoso sector del autom¨®vil en Espa?a contribuir¨¢ a incrementar la ocupaci¨®n y a mejorar nuestra balanza comercial.
Si el Estado desea ayudar a que nuestro pa¨ªs sea un importante productor, consumidor y exportador de autom¨®viles, su principal aportaci¨®n deber¨¢ ser la modernizaci¨®n de nuestras instituciones econ¨®micas. Si Espa?a quiere de verdad integrarse en el sistema competitivo y abierto de la econom¨ªa mundial, ser¨ªa un anacronismo perpetuar la rigidez del mercado laboral ideada por el paternalismo nacional-sindicalista para fortalecer el autoritarismo estatal o seguir poniendo trabas para que nuestro mercado crediticio se homologue con el de los dem¨¢s pa¨ªses avanzados.
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