"La Iglesia no puede imponer a sus miembros la adhesi¨®n a partidos pol¨ªticos"

?La Iglesia no puede imponer a sus miembros estructuras, asociaciones o partidos pol¨ªticos estrictamente confesionales. Ni siquiera -consecuente con el principio de neutralidad de la Iglesia- se podr¨¢ hablar de un programa o ideolog¨ªa ¨²nica exigido por la fe cristiana, y todo ello porque el cristianismo no es una ideolog¨ªa, sino una vocaci¨®n aceptada, no una interpretaci¨®n racionalmente deducida.?Esta es la conclusi¨®n a la que lleg¨® el cardenal-arzobispo de Barcelona, monse?or Narciso Jubany, en una conferencia sobre ?Neutralidad pol¨ªtica de la Iglesia: fundamentos y consecuencias?, pronunciada ayer en el Club Siglo XXI, dentro del ciclo dedicado a perspectivas de una Espa?a democr¨¢tica y constitucionalizada.

?Esta neutralidad?, explic¨® monse?or Jubany, ?no quiere decir que la pol¨ªtica y el cristilanismo no tengan o no deban tener sus leg¨ªtimas influencias mutuas, especialmente en lo que respecta a la Iglesia. Al ser ¨¦sta portadora de una visi¨®n del hombre como imagen de Dios, sujeto de derechos y obligaciones con sus correspondientes exigencias y deberes morales, cumple con una misi¨®n nutricia o de fermento, cuya influencia puede tener un ¨¢mbito mucho m¨¢s amplio que el de la estricta comunidad cat¨®lica?.

Seg¨²n el cardenal-arzobispo de Barcelona, la neutralidad pol¨ªtica de la Iglesia se fundamenta en la libertad religiosa y en la distinci¨®n entre la sociedad pol¨ªtica y la Iglesia. ?La libertad de origen, la trascendencia de sus objetivos, la naturaleza religiosa y la novedad hist¨®rica de sus valores ¨¦ticos diferencian sustancialmente a la Iglesia de la sociedad civil en general y de sus instituciones pol¨ªticas.

Previamente, monse?or Jubany hizo un repaso hist¨®rico a las relaciones fe y pol¨ªtica y al movimiento pendular que ha experimentado la Iglesia en sus distintos grados de compromiso con la sociedad. ?Unas veces la Iglesia ha hecho la apolog¨ªa de la guerra justa, otras ha silenciado la moral del conflicto o ha acabado justificando la lucha de los insurgentes. En Espa?a el influjo profundo y duradero del catolicismo, a pesar de que en algunos momentos ha sido beneficioso, en otros ha desgarrado la vida de Espa?a y la conciencia de muchos espa?oles.?

El cardenal Jubany abord¨® tambi¨¦n cuestiones concretas, como el divorcio (recientemente se pronunci¨® en contra de un posible refer¨¦ndum sobre este tema). ?El bien de la sociedad?, dijo, ?pide que sean tutelados ciertos valores fundamentales: en nuestro caso, la estabilidad inherente al v¨ªnculo matrimonial y a la protecci¨®n efectiva de la familia. ?