La responsabilidad de UCD en Galicia
Miembro del comit¨¦ ejecutivo del PCE
En los pr¨®ximos d¨ªas, la Comisi¨®n Constitucional del Congreso dar¨¢ comienzo al examen de los proyectos de Estatuto de Euskadi y de Catalu?a. Aunque entre ambos documentos existen substanciales diferencias, una vez aprobada la Constituci¨®n, y con la salvedad del peligro terrorista, este es el problema m¨¢s importante a que ha de enfrentarse el Parlamento, el Gobierno y, por extensi¨®n, todas las fuerzas democr¨¢ticas espa?olas.
Que de las actuales Cortes salgan estatutos que, con sus diferencias, den satisfacci¨®n a la generalidad de los pueblos vasco y catal¨¢n, al propio tiempo que se salvaguardan las prerrogativas del nuevo Estado democr¨¢tico, es en los presentes momentos la tarea pol¨ªtica fundamental. Si ¨¦sta se resuelve satisfactoriamente, la consolidaci¨®n democr¨¢tica habr¨¢ dado un paso hist¨®rico. Si no fuese as¨ª, la constituci¨®n del sistema democr¨¢tico podr¨ªa ponerse en entredicho.
Si con este apunte contribuimos a llamar al sentido de la responsabilidad de todos los que tienen algo que decir en la discusi¨®n y en la necesaria negociaci¨®n pol¨ªtica del tema, nos dar¨ªamos por satisfechos.
Con Catalu?a y Euskadi, Galicia es la tercera de las nacionalidades hist¨®ricas en que se dan las circunstancias previstas en la disposici¨®n transitoria segunda de la Constituci¨®n: haber plebiscitado afirmativamente un proyecto de Estatuto de autonom¨ªa y contar con un r¨¦gimen auton¨®mico provisional.
El Estatuto de autonom¨ªa
Galicia no ha entregado a¨²n su proyecto de Estatuto al Parlamento. Pero, al nivel que est¨¢n las cosas, est¨¢ interesada en que vayan adelante, cuanto antes, los Estatutos vasco y catal¨¢n: para que se afirme la democracia y para que los antecedentes catal¨¢n y vasco faciliten la aprobaci¨®n de su propio Estatuto y, correlativamente, de otros ?pa¨ªses? o regiones que le sucedan en la senda estatutaria.
Si ciertos prop¨®sitos no encuentran nuevos ?atascos?, el proyecto de Estatuto de Galicia estar¨¢ en la Comisi¨®n Constitucional del Congreso antes de la fecha hist¨®rica en que en 1936 fue plebiscitado su Estatuto anterior.
Que nadie atribuya el retraso gallego a motivos psicol¨®gicos. En Galicia perduran factores retardatarios que siguen distanci¨¢ndola de las otras dos mencionadas nacionalidades.
El obst¨¢culo principal a las aspiraciones autonomistas gallegas viene de las fuerzas pol¨ªticas interesadas en que la autonom¨ªa se retrase y, si llega, tenga la menor incidencia posible en los cambios pol¨ªticos, sociales y culturales que Galicia necesita. Esas fuerzas tradicionales no est¨¢n tampoco interesadas en la efectiva democratizaci¨®n del Estado. Consideran que para ellas es m¨¢s rentable pol¨ªtica y econ¨®micamente la perduraci¨®n del entramado caciquil que la eventual implantaci¨®n a los distintos niveles de instituciones democr¨¢ticas.
La lucha entre autonomistas y centralistas
Esas fuerzas que predominaron en las elecciones de junio del 77 y, aunque con cierta retroceso, siguieron predominando en las elecciones de marzo, preocupadas por los progresos de la izquierda en las elecciones del 3 de abril, son las que hasta ahora han determinado el ritmo en la elaboraci¨®n del proyecto de Estatuto, lo han retrasado y pretenden mediatizarlo. El Estatuto de UCD, que acaba de ser difundido, tiene esas caracter¨ªsticas y recaba determinadas atribuciones que no son precisamente todas las que Galicia necesita.
Mas, en torno a este problema, tiene lugar una lucha pol¨ªtica.
El manifiesto de los alcaldes aprobado el d¨ªa 9 en Santiago insta a la Asamblea de Parlamentarios gallegos para que dinamice el proceso que conduzca a conquistar en el m¨¢s corto plazo posible un Estatuto de autonom¨ªa democr¨¢tico y progresista que recoja todas la competencias posibles que permita la Constituci¨®n, adaptadas a la realidad socioecon¨®mica del pa¨ªs, en pie de igualdad, como le corresponde, con las otras dos nacionalidades hist¨®ricas.
En dicho documento se urge, adem¨¢s, a los parlamentarios gallegos a presentar ante las Cortes, no m¨¢s tarde del, 28 de junio, el proyecto de Estatuto.
Aun con las limitaciones y defectos de su desarrollo, lo que ha quedado claro en la asamblea de alcaldes gallegos es que la corriente autonomista tiene en Galicia una base real. Y que, aunque en otros aspectos se difiera, se quiere un Estatuto que de verdad ofrezca a Galicia competencias efectivas, como las previstas en el proyecto de los diecis¨¦is.
Esa base representativa de la parte m¨¢s din¨¢mica y democr¨¢tica de la sociedad gallega, entre la que se cuenta lo m¨¢s avanzado de la clase obrera, no se limita a las fuerzas de izquierda o a las definidas ya como galleguistas: tampoco se limita a la clase pol¨ªtica. Tanto los que desde el poder central regatean competencias a la nacionalidad gallega como los que desde Galicia misma tratan de recortar el proyecto de Estatuto hasta dejarlo tullido o manco deber¨ªan tener eso en cuenta.
Si no lo tienen, probablemente se lo recuerden resoluciones de los sindicatos, asociaciones, colegios profesionales, c¨¢maras y otras corporaciones, y una gran variedad de acciones ciudadanas.
El principal de los peligros que amenazan al Estatuto de Galicia viene, como es f¨¢cil comprender, de las fuerzas reaccionarias gallegas y de las posiciones centralistas. Pero este no es el ¨²nico peligro. Existe tambi¨¦n el del nacionalismo maximalista. Y este peligro se acrecentar¨¢ en la medida que la incomprensi¨®n del Gobierno, la presi¨®n centralista y los pretendidos recortes en el proyecto de Estatuto hagan de ¨¦ste algo que no pueda ser asumido por los autonomistas.
Que nadie pierda tampoco de vista que la situaci¨®n de Galicia puede cambiar si su marginaci¨®n y discriminaci¨®n traspasa ciertos l¨ªmites. No se olvide que ciertas corrientes hoy minoritarias apuntan en esa direcci¨®n y tienden a desarrollarse.
Evitar este doble riesgo es la gran responsabilidad que contrae hoy sobre todo UCD como partido gobernante, pero tambi¨¦n el PSOE como principal partido de la oposici¨®n. Esa es la gran tarea de todas las fuerzas pol¨ªticas gallegas de signo democr¨¢tico y autonomista. Todas las fuerzas democr¨¢ticas gallegas han de cerrar filas en la defensa del Estatuto que Galicia necesita y que fue b¨¢sicamente elaborado por la Comisi¨®n de los diecis¨¦is.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Comisi¨®n constitucional
- PCE
- UCD
- I Legislatura Espa?a
- Pol¨ªtica nacional
- Opini¨®n
- Constituci¨®n de las Autonom¨ªas
- Constituci¨®n Espa?ola
- Congreso Diputados
- Estatutos Autonom¨ªa
- Comisiones parlamentarias
- Legislaturas pol¨ªticas
- Galicia
- Estatutos
- Pa¨ªs Vasco
- Catalu?a
- Gobierno auton¨®mico
- Parlamento
- Comunidades aut¨®nomas
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Partidos pol¨ªticos
- Gobierno
- Normativa jur¨ªdica
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Legislaci¨®n