Estreno de "Pajaritos y pajarracos", de Pasolini

El poeta, novelista y ensayista Pier Paolo Pasolini (1922-1975) debuta en el cine con A ccatone (1961) y Mamma Roma (1962), donde muestra su personal realismo de un marcado tono religioso que le lleva a una particular visi¨®n de la vida de Jesucristo en El Evangelio seg¨²n Mateo (1964). Despu¨¦s se lanza a la realizaci¨®n de una de sus m¨¢s personales obras, Pajaritos y pajarracos (?Uccellacci e uccellini? 1966), ?una f¨¢bula narrada en prosa?, seg¨²n la definici¨®n de Pasolini. Su estreno ahora en Madrid, trece a?os despu¨¦s de su realizaci¨®n, constata la vigencia y el inter¨¦s que en la actualidad sigue teniendo el cine de Pasolini.Concebida, como tres historias independientes cuyo lazo de uni¨®n es Toto y Ninetto Davoli, que aqu¨ª trabajan por primera vez con Pasolini y que inmediatamente se convierten en unos de sus m¨¢s caracter¨ªsticos actores, durante el montaje se convierte en una sola dentro de la cual se inserta la par¨¢bola de fray Ciccillo y fray Ninetto predicando a los p¨¢jaros, que es una divertida parodia del famoso Francesco, giugliare di Dio (1949), de Roberto Rosellin¨ª. Los protagonistas son su padre y su hijo, con un marcado car¨¢cter chaplinesco, y un cuervo que posee el don de la palabra y que, en un determinado momento, un cartel explica que es un intelectual de izquierdas. La obra se articula con los diversos incidentes que les ocurren a los tres personajes, mientras avanzan por una carretera que nace en el horizonte y se pierde en la lejan¨ªa, entre los que se encuentran el entierro del dirigente comunista Togliatti y las entonces recientes declaraciones de Pablo VI en la ONU, dichas por San Francisco.

Con su confusa y agradabl mezcolanza, su exceso de alegor¨ªas, sus m¨²ltiples referencias cinematogr¨¢ficas, Pajaritos y pajarracos tiene un gran atractivo en s¨ª misma y tambi¨¦n por abrir un nuevo camino en la obra de Pasolini que, tras los ?sketchs? La Tierra vista desde la Luna (1966) y ? Qu¨¦ son las nubes? (1966), le conduce directamente a Teorema (1968), una de sus obras maestras.

?En Pajaritos y pajarracos?, dijo Pasolini en su momento, ?introduje un elemento nuevo, quise que fuese m¨¢s cine: no hay referencias a las artes figurativas y muchas expl¨ªcitas a otras pel¨ªculas. Al contrario que Accatone, es producto de una cultura cinematogr¨¢fica m¨¢s que figurativa. Evoca el fantasma del neorrealismo, particularmente al comienzo con los dos personajes que viven su vida sin pensar en ella, dos t¨ªpicos h¨¦roes neorrealistas, humildes, triviales e ignorantes. En el episodio de los clowns intento evocar a Fellini y Rosellini. Algunos me han acusado de ser felliniano en ese episodio, pero no comprenden que es una cita de Fell¨ªni. Inmediatamente despu¨¦s el cuervo dice: "La ¨¦poca de Bretch y Rosellini ha terminado."?

?Al acabar Pajaritos y pajarracos?, finalizaba Pasolini, ?me d¨ª cuenta de que la ideolog¨ªa ten¨ªa un papel mucho m¨¢s importante del que esperaba: no hab¨ªa sido absorbida por la historia, no llegaba a transformarse en poes¨ªa, ligereza y gracia. Cuando vi por primera vez la pel¨ªcula acabada me di cuenta de que la carga ideol¨®gica era excesiva y lament¨¦ no haber hecho algo m¨¢s ligero donde la f¨¢bula tuviese una mayor importancia.