Samitier, Zamora, Gorostiza y Ga¨ªnza, hombres-r¨¦cord de la Copa
Creada en 1902, la Copa es veintis¨¦is a?os m¨¢s vieja que la Liga. Esta, sin embargo, ha conseguido desbancarla en la preferencia de los aficionados, gracias al apoyo de las sucesivas federaciones, que siempre han condicionado el desarrollo de la Copa al de la Liga. Sin embargo, el vigor de sus partidos ?a vida o muerte? y la emoci¨®n de que el t¨ªtulo se dispute en un s¨®lo partido, al que llegan los que hicieron caer a todos los que se cruzaron en su camino, do?a a esta competici¨®n de un inter¨¦s especial: es el f¨²tbol aut¨¦ntico, sin especulaci¨®n, sin positivos ni negativos, sin cuentas, sin coeficientes. Aqu¨ª se trata de ganar y no perder, de matar y no ser matado. Madrid y Valencia se enfrentan hoy en la final n¨²mero 78. Alfredo Rela?o ha preparado el siguiente reportaje
Las fiestas de la coronaci¨®n de Alfonso XIII -buen aficionado al f¨²tbol-, en 1902, fueron la oportunidad para la creaci¨®n de la primera Copa de Espa?a. El f¨²tbol iba prendiendo en nuestro pa¨ªs, hab¨ªa campeonatos regionales, pero nunca se hab¨ªa abordado la empresa de determinar cu¨¢l de todos los equipos de Espa?a era el mejor. El Vizcaya de Bilbao, el Barcelona, el Espa?ol de Barcelona, el Madrid y el New Club de Madrid fueron los equipos inscritos en el primer torneo. En la final -veinticinco c¨¦ntimos la butaca y trescientos espectadores, entre ellos, naturalmente, el rey- gan¨® el Vizcaya por dos goles a uno al Barcelona.Desde entonces se han disputado otras 76 finales. Desapareci¨® el Vizcaya, pero la Copa conserv¨® su preferencia por Bilbao, y de la mano del Atlil¨¦tic ha viajado al Norte veintiuna veces m¨¢s. Durante mucho tiempo se dijo que ?la Copa es una competici¨®n cuya final juegan el Athl¨¦tic de Bilbao y otro, y que casi siempre la gana el Athl¨¦tic?. Hoy esto ha dejado de ser una realidad: en los a?os setenta el Athl¨¦t¨ªc s¨®lo ha jugado dos finales, con una victoria y una derrolla.
No es esta la ¨²nica tradici¨®n perdida por la copa. Gracias a la mala gesti¨®n de las sucesivas federaciones se ha convertido en un torneo semiclandestino, disputado de mala manera, entre semana, en las fechas que dejan libres la Liga y los torneos europeos. Durante la temporada, el aficionado apenas sigue la competici¨®n ni sabe qui¨¦nes pasan las eliminatorias. Terminada la Liga se encuentra como de sopet¨®n con las semifinales, de las que salen de ?botepronto? los dos finalistas. Entonces, y s¨®lo entonces, el aficionado se interesa por la lucha por el t¨ªtulo, y la ciudad que acoge la final -casi siempre Madrid- se llena de banderas y gorras con los colores de los finalistas, mientras los propietarios de los bares hacen su agosto a ¨²ltimos de junio.
En la lista de los grandes de la Copa hay que poner en cabeza al Athl¨¦tic, el favorito del torneo siempre, porque sus frecuentes victorias le hacen temible. Se puso en cabeza con una racha de cuatro t¨ªtulos consecutivos (a?os 1930, 1931, 1932 y 1933), cuando compon¨ªan su delantera Lafuente Iraragorri, Bata, Chirri y Gorostiza. Luego, tras la guerra (a?os 1943, 1944 y 1945) alcanzarla otra buena racha con Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Ga¨ªnza. Aparte de eso, salpicados por todas las ¨¦pocas, quince t¨ªtulos m¨¢s, y otras diez finales en las que perdi¨®.
Ga¨ªnza, con la friolera de siete t¨ªtulos, es el hombre-r¨¦cord de la competici¨®n. Gan¨® la primera en el a?o 1943 y la ¨²ltima en el 1958, en el Bernab¨¦u y ante el mism¨ªsimo Madrid, campe¨®n de Europa de aquellos a?os. Su s¨¦ptima conquista de este t¨ªtulo fue el ¨²ltimo partido oficial disputado por el c¨¦lebre ?Gamo de Dubl¨ªn?, que se retir¨® del f¨²tbol con la Copa, su Copa, en alto.
Otras individualidades a destacar en la historia de este torneo son Samitier, Zamora y Gorostiza. Samitier, genio del f¨²tbol antes de la guerra, gan¨® cinco copas con el Barcelona y una sexta con el Madrid, en el a?o 1934, ocasi¨®n que aprovech¨® para despedirse del f¨²tbol. Zamora gan¨® cinco copas con tres clubs: dos con el Barcelona (a?os 1920 y 1922), una con el Espa?ol (1929) y dos con el Madrid (1934 y 1936). Zamora tambi¨¦n se retir¨® con su ¨²ltimo t¨ªtulo; aquel d¨ªa, adem¨¢s, salv¨® el corto triunfo del Madrid (2-1) con un parad¨®n a tiro de Escol¨¢ en los ¨²ltimos minutos, para muchos la mejor parada de su carrera. Por ¨²ltimo, el c¨¦lebre Gorostiza gan¨® cuatro t¨ªtulos seguidos con el Athl¨¦tic antes de la guerra, y un quinto con el Valencia, en el 1941. ? Bala Roja? se despidi¨® del Valencia en una final de Copa (1946), pero con derrota de su equipo ante el Madrid.
La Copa tuvo que pasar por ciertos problemas en sus inicios. En el a?o 1904, cuando cumpl¨ªa su tercera edici¨®n, el Athl¨¦tic de Bilbao se proclam¨® campe¨®n sin lucha; la raz¨®n fue que el Espa?ol y el Moncloa no fueron capaces de ponerse de acuerdo para disputar la semifinal en el plazo previsto, y el Athl¨¦tic no admiti¨® aplazamientos. No mucho m¨¢s tarde (los a?os 1910 y 1913) se registra un cisma que da lugar a dos finales y dos campeones por cada uno de estos a?os. En el a?o 1910 son campeones el Athi¨¦tic y el Barcelona, cada uno por un lado, y en el 1913, el Racing de Ir¨²n y el Barcelona.
La lista de clubs campeones presenta equipos ya desaparecidos, hundidos en la primera ¨¦poca del profesionalismo o absorbidos por otros, como el Vizcaya, el Ciclista de San Sebasti¨¢n, o el R¨¢cing de Ir¨²n, y a otros que, sin desaparecer, han visto descender muchos enteros su papel en el f¨²tbol espa?ol, como el Real Uni¨®n, de Ir¨²n -tres veces campe¨®n antes de la guerra y que esta misma temporada ha tenido que renunciar a la categor¨ªa de la Segunda B por falta de medios econ¨®micos para sostenerse en ella-, o el Arenas de Guecho -que asciende a Segunda B, favorecido por la renuncia del Real Uni¨®n.
De todas las finales, acaso la m¨¢s famosa haya sido la del a?o 1929, conocida como ?la final del agua?. El Madrid y el Espa?ol se enfrentaron en Valencia bajo una cortina de agua y sobre un extenso y profundo charco. Patadas, agresiones, lucha sobre el barro, tres expulsados por el Espa?ol -Tena II, Broto y Gonz¨¢lez- y dos por el Madrid -Gaspar Rubio y Triana- y victoria final para el Espa?ol.
No habr¨¢ desempate
El t¨ªtulo quedar¨¢ decidido esta noche, porque en la final de Copa no hay partido de desempate. Si se llega al empate, habr¨¢ pr¨®rroga, con dos tiempos de quince minutos. Y si al final de ¨¦sta persiste el empate, se recurrir¨¢ a los lanzamientos de penalties. Por penalties se proclam¨® campe¨®n el Betis hace dos temporadas, cuando, agotados ya todos los lanzadores, Esnaola le detuvo el lanzamiento a Ir¨ªbar para, a rengl¨®n seguido, batirle. Por penalties consigui¨® el Madrid su ¨²ltimo t¨ªtulo, el a?o 1975, tras finalizar en empate sin goles el partido y la pr¨®rroga de la final, en la que tuvo enfrente al Atl¨¦tico. Al Valencia no se le han dado bien las pr¨®rrogas. En los a?os 1952 y 1971 perdi¨® sendas finales en la pr¨®rroga ante el Barcelona; la primera, por 4-2, con lesiones de Quique y Asensi, y la segunda, por 4-3, tras un partido de enorme emoci¨®n y belleza.
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