Duelo entre Siles Zuazo y Paz Estenssoro en Bolivia

Alrededor de 1.800.000 bolivianos van ma?ana a las urnas, por primera vez en trece a?os, para elegir presidente y vicepresidente de la Rep¨²blica, veintisiete senadores y 117 diputados.La pugna est¨¢ planteada fundamentalmente entre la izquierdista Unidad Democr¨¢tica Popular (UDP) y la conservadora alianza que encabeza el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).

Sus candidatos a la primera magistratura de la naci¨®n son dos ex presidentes: Hern¨¢n Siles Zuazo y V¨ªctor Paz Estenssoro, respectivamente. Ambos provienen del tronco com¨²n movimientista, pero ahora se hallan distanciados por hondas discrepancias ideol¨®gicas: mientras Siles Zuazo ha evolucionado hacia la izquierda, Paz Estenssoro ha derivado a posiciones cada vez m¨¢s conservadoras.

Pero coinciden en su sistem¨¢tico rechazo de la ?dictadura? del general Hugo Banzer, quien gobern¨® el pa¨ªs con mano f¨¦rrea durante siete a?os (1971-1978) y que ahora es candidato presidencia? de la derechista Alianza Democr¨¢tica Nacional (ADN). Esta formaci¨®n es considerada adem¨¢s como la tercera fuerza en el plano de las posibilidades electorales.

Los d¨ªas previos a las elecciones se han caracterizado por la d¨ªfusi¨®n de versiones falsas sobre tr¨¢gicos acontecimientos nunca ocurridos. As¨ª, se habl¨¦ de un supuesto atentado contra el candidato presidencial del Partido Socialista (PS), Marcelo Quiroga Santa Cruz, en un alejado distrito del sur de la Rep¨²blica. Tambi¨¦n de un atentado terrorista en un cuartel militar del altiplano, a unos cien kil¨®metros de La Paz. Y son una constante de todos los d¨ªas los rumores sobre un inminente golpe militar.

En los dos primeros casos -como en otros similares- se comprob¨® que se trataba de hechos inventados para sembrar alarma. En cuanto al golpe, existe consenso en el sentido que sus probabilidades son remotas. Una aventura semejante, presuntamente protagonizada por los sectores m¨¢s derechistas del Ej¨¦rcito, provocar¨ªa una reacci¨®n popular de impredecibles consecuencias. De ah¨ª que las Fuerzas Armadas se opongan mayoritariamente a tales prop¨®sitos.

Pero existe una amenaza objetiva: la acci¨®n de los grupos paramilitares que operan en varias ciudades del pa¨ªs. Aunque act¨²an s¨®lo eventualmente, se sabe que tienen la capacidad suficiente para desencadenar acciones capaces de provocar un estado de caos que sirva como el pretexto que est¨¢n buscando los minoritarios sectores castrenses golpistas.