Saldo de toros inv¨¢lidos en Las Ventas
Francisco Garc¨ªa Cervantes y Faiqui destacaron con las banderillas en el segundo de la tarde. Presidi¨® muy mal el comisario Pajares.
Los taurinos siguen erre que erre, inasequibles al desaliento, con los mismos planteamientos. As¨ª, el domingo, una vez m¨¢s, estrellaron a los toreros contra un ganado que no era de recibo. Los boh¨®rquez, c¨®modos de cabeza, gordos, se ven¨ªan al suelo en cuanto daban dos carreras. El esqueleto de los boh¨®rquez no pod¨ªa sostener sobre s¨ª la mole de carne; por esta causa, los toros se ahogaban y no andaban. Para colmo, el tercero de Ferm¨ªn sali¨® cojo; devuelto a los corrajes, corri¨® el turno y sali¨® uno de los Boh¨®rquez Domecq a¨²n m¨¢s cojo. El quinto, de Terrubias, de preciosa l¨¢mina, entrepelao, bragao y calcetero, armado en veleto, tambi¨¦n estaba inv¨¢lido. En fin, que a Las Ventas salt¨® un saldo de toros cojos e inv¨¢lidos que el presidente mantuvo en el ruedo contra viento y marea.
Plaza de Las Ventas
Tres toros de Boh¨®rquez Domecq (primero, tercero y cuarto): aceptables de presencia, flojos, manejables. Dos toros de Ferm¨ªn Boh¨®rquez (segundo y sexto): aceptables de presencia, flojos, noble el segundo, manso y con problemas el sexto. Un toro de Terrubias (quinto): terciado, con trap¨ªo, inv¨¢lido. Julio Robles: pinchazo, estocada tendida y descabello (vuelta). Dos pinchazos, esto cada ca¨ªda (silencio). Roberto Dom¨ªnguez: estocada (palmas, pitos y saludos). Media estocada ca¨ªda y descabello (silencio). El Cali, que confirm¨® la alternativa: estocada (palmas y saludos). Estocada al encuentro (palmas).
Con este panorama, dif¨ªcil se le present¨® la tarde a los toreros. Pero lo cierto es que tampoco pusieron mucho de.su parte para levantar la cosa. A Robles le falt¨® coraje para lograr un triunfo completo; se qued¨® una vez m¨¢s en fino estilista. Dom¨ªnguez estuvo voluntarioso, pero s¨®lo eso; le falt¨® hondura y, sobre todo, le falt¨® toro. El Cali no aprovech¨® al noble toro de la alternativa y estuvo indeciso con el sexto.
El segundo de la tarde, ¨²nico astifino de los toros de Boh¨®rquez, tom¨® dos varitas con estilo de bravo, pero sin fuerzas. Julio Robles estuvo muy lucido con el capote. Una larga cambiada de rodillas, tres ver¨®nicas magn¨ªficas, templadas con el comp¨¢s abierto, levantaron clamores. Sufri¨® un resbal¨®n en la cara del toro y el propio Robles se hizo el quite con una afarolada. Luego remat¨® con media ver¨®nica de rodillas. Hizo Robles un quite por ver¨®nicas, dos de ellas desmayando el lance; toda la plaza presagiaba el faen¨®n. Sin embargo, con la muleta no fue capaz de llegar a esas altas cotas de calidad. Fue una labor entonada, lejos del triunfo grande; muletazos muy finos, sin la emoci¨®n que produce una obra inspirada. S¨®lo una vez se ech¨® la muleta a la izquierda, pero al no ir el toro claro desisti¨®. Es una pena que un diestro de tanta calidad se deje ir estos triunfos rotundos, que son los que consagran a un torero. Al cuarto, un buey, lo mat¨®.con decoro.
A Roberto Dom¨ªnguez le toc¨® un lote de inv¨¢lidos que desmerecieron todo cuanto hizo. En el tercero estuvo aseado, voluntarioso, sac¨® muletazos templados y acab¨® por ponerse pesado. Al quinto lo recogi¨® muy bien con el capote con unos lances rodilla en tierra. Con la franela volvi¨® a estar voluntarioso.
El Cafl dio alguna ver¨®nica. aceptable al toro de la alternativa, le falt¨® mando por codillear y acab¨® desarmado. Con un toro muy noble y justo de fuerzas, no termin¨® de acoplarse. Hubo alg¨²n derechazo templado y, al final de la faena, el toro se defendi¨® por la poca fuerza.
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