El Senado norteamericano debate el tratado SALT-II
Dos a?os y medio despu¨¦s de su llegada a la Casa Blanca, Jimmy Carter debe hacer frente, en esta misma semana, a dos problemas fundamentales para el futuro de Estados Unidos y de su propia presidencia: la crisis energ¨¦tica y econ¨®mica y la ratificaci¨®n del tratado SALT-II con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, que empez¨® ayer a discutirse en el Senado.Para resolver el primer problema, Carter lleva cinco d¨ªas recluido en el retiro presidencial de Camp David, donde recibe continuas visitas de congresistas, l¨ªderes pol¨ªticos y sindicales, empresarios y gobernadores estatales. Esta cumbre dom¨¦stica durar¨¢ hasta ma?ana mi¨¦rcoles, y deben salir de ella importantes medidas en el campo energ¨¦tico, que ser¨¢ anunciadas al pa¨ªs por el presidente en un discurso televisado la semana pr¨®xima.
La ratificaci¨®n del segundo tratado de limitaci¨®n de armamento estrat¨¦gico con la Uni¨®n Sovi¨¦tica (SALT-II), necesaria para su entrada en vigor, aparece ya como el tema de pol¨ªtica exterior m¨¢s importante y controvertido que tendr¨¢ que discutir la C¨¢mara alta norteamericana desde el tratado de Versalles, en 1919.
Los debates sobre la ratificaci¨®n de las SALT-II se prolongar¨¢n durante las pr¨®ximas dos semanas; hasta las vacaciones del Congreso, en agosto. Pero los observadores insisten en que los tres primeros d¨ªas ser¨¢n cruciales.
Los secretarios de Estado y de Defensa, Cyrus Vance y Harold Brown, abrieron ayer el turno de testificaciones ante el poderoso Comit¨¦ de Relaciones Exteriores, presidido por el senador Frank Church. ?El tratado SALT-II?, aseguraron los dos miembros del Gobierno Carter, ?es justo, equilibrado, verificable y un freno a la carrera armamentista.?
Cualquier intento de modificar, mediante enmiendas o adiciones, el texto del SALT-II, firmado por Carter y Brejnev en Viena el mes pasado, pondr¨¢ en peligro la existencia del acuerdo, que tard¨® siete a?os en negociarse, advirti¨® Cyrus Vance.
Pero el proceso se adivina largo, tedioso y dif¨ªcil. Como muy pronto, la votaci¨®n del pleno del Senado tendr¨¢ lugar en octubre, aunque es probable que los debates prosigan en el invierno y lleguen a los primeros meses de 1980, a?o electoral.
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