Por el imperio, hacia Dios

He visto con asombro, en una calle del barrio de Arg¨¹elles, a un grupo de j¨®venes que pintaban tranquilamente, en la radiante claridad de la ma?ana, un amplio mural de vivos colores, en el que le¨ª el siguiente ac¨¢pite en grandes letras may¨²sculas: ?Por el imperio, hacia Dios.? En medio del mural se ve el escudo espa?ol con el ¨¢guila imperial y abajo, en la base, se lee: ??Arriba Espa?a!? En el costado derecho se ve una bandera con las letras ?FN?, por lo que pude colegir que los j¨®venes pertenecen a la agrupaci¨®n pol¨ªtica espa?ola Fuerza Nueva. En mi condici¨®n de hispanoamericano medianamente culto y adherente al cristianismo, me he sentido chocado, m¨¢s a¨²n, lesionado en mi conciencia nacional y religiosa. Porque si esos j¨®venes no ignoran el significado de los letreros que han pintado, es evidente que se trata de levantar como bandera el viejo imperio espa?ol y, por tanto, de considerar a las rep¨²blicas hispanoamericanas como simples colonias de ese imperio. No, se?or director, los hispanoamericanos no queremos ser colonias de ning¨²n imperio, queremos vivir en la democracia y la libertad, consideramos que la verdadera bandera que habr¨ªa que levantar ser¨ªa, en todo caso, ¨¦sta: ?Por la democracia y la libertad, hacia Dios. ? ? i Arriba Espa?a! ?