Admiraci¨®n por Extremadura

Durante un viaje me entero de la rese?a que su secci¨®n Gente, del d¨ªa 10 de julio, hace de mi entrevista publicada en Le Monde de la Musique correspondiente a julio-agosto. No puedo sino deplorar que se haga eco en la misma de una expresi¨®n que se me atribuye referente al pueblo extreme?o y que es a todas luces injuriosa para el mismo. Pese a estar a¨²n en el extranjero, dicto esta carta por tel¨¦fono para salir al paso de semejante desprop¨®sito. Creo que salta a la vista que hace falta estar loco para decir tal cosa. He escrito en este mismo sentido una carta al director de la citada revista francesa, que espero publique en breve.Siempre he cre¨ªdo en lo necesario de una descentralizaci¨®n de la cultura y repetidamente me he referido, en p¨²blico y en privado, a que quiz¨¢ el ¨²nico camino para una vida cultural floreciente en Espa?a ser¨ªa una sana y positiva competencia entre los pa¨ªses que la componen. No iba a exceptuar de ello a Extremadura, regi¨®n que no s¨®lo merece todos los respetos, sino que admiro como una de las que m¨¢s caro ha tenido para pagar los ¨²ltimos a?os. Termino dici¨¦ndole que me resulta dif¨ªcil expresarle cu¨¢nto lamento todo ese asunto, aun cuando no me quepa culpa en ello, y c¨®mo quisiera desde aqu¨ª hacer patente al pueblo extreme?o el testimonio de mi profunda admiraci¨®n, afecto y respeto. Las ofensas, aun las falsas -como en este caso-, suelen ser dif¨ªcil de olvidar. Pero quisiera que el noble pueblo de Extremadura tuviese de Luis de Pablo otra idea -la justa- que la que le pueda dar esta absurda historia de un jam¨®n entreverado con m¨²sica.