R¨¦quiem por las guarder¨ªas
?Las guarder¨ªas laborales est¨¢n agonizando. Van a morir por falta de una adecuada subvenci¨®n oficial, precisamente cuando, recuperada la democracia, m¨¢s motivos hab¨ªa para esperar que fuesen mantenidas y alentadas por el aut¨¦ntico sentido social y por la solidaridad humana con los m¨¢s d¨¦biles, en los que se basa su existencia. ( ... )La subvenci¨®n o ayuda que han venido recibiendo era aproximadamente un tercio del presupuesto de gastos. No muy cuantiosa en verdad, pero suficiente, al menos, para mantener bajas las cuotas abonadas por las madres, y en todo caso aportaci¨®n que ayudaba a resolver su problema econ¨®mico. C¨¢lculos, seguramente rebasados ya, estiman entre ocho y nueve millones de pesetas el gasto de una guarder¨ªa que recoja a un centenar de ni?os.
As¨ª, bien que mal, se han mantenido las guarder¨ªas infantiles laborales hasta este a?o, 1979, en el que, de pronto, la Direcci¨®n de Protecci¨®n al Trabajo se ha colocado ante ellas en una postura incomprensible. Primero, las ayudas o subvenciones, insistentemente demandadas, no se han entregado. Segundo, con gran retraso se public¨® una resoluci¨®n el 16 de junio -contraria, por cierto, a un decreto de enero sobre el asunto-, pidiendo el cumplimiento de un abrumador papeleo en quince d¨ªas, y decidiendo, sin m¨¢s, que la ayuda o subvenci¨®n por ni?o, al a?o, no puede sobrepasar la cantidad de 16.000 pesetas. Tercero, el Ministerio se reserva la facultad de anular dicha ayuda a las guarder¨ªas cuyas otras fuentes de financiaci¨®n "no sean suficientes para hacer posible su viabilidad social y econ¨®mica".
La Direcci¨®n de Protecci¨®n al Trabajo -y el propio y entero Ministerio, a fin de cuentas- tiene una curiosa manera de celebrar el A?o Internacional del Ni?o, a?o en que estamos. ( ... )
No es comprensible, en fin, que precisamente ahora, cuando deben intensificarse las acciones de positivo contenido social, cuando las condiciones de trabajo son m¨¢s precarias por el paro y la crisis econ¨®mica, se reduzca la ayuda a las guarder¨ªas infantiles. Y tampoco es comprensible -si esto se alega- que falten fondos para esta firialidad cuando se dispone de tantos otros fondos p¨²blicos que se dedican a subvenciones pol¨ªticas m¨¢s inadecuadas y discutibles.
?Quedar¨¢ este comentario como r¨¦quiem por las guarder¨ªas? ?Se cerrar¨¢n, en la democracia, las guarder¨ªas que ayudaron a las madres trabajadoras en el r¨¦gimen anterior??
15 de julio
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