El Gobierno debate su asistencia a la "cumbre" de los no alineados

(Viene de primera p¨¢gina)

Asimismo, y despu¨¦s de asegurar que la ocasi¨®n es importante para la toma de contactos pol¨ªticos y diplom¨¢ticos (se espera que asistan cerca de ochenta jefes de Estado o de Gobierno), recuerdan quienes est¨¢n a favor que en la Conferencia pueden surgir temas que interesen o afecten a Espa?a, tales como el Sahara, Ceuta y Melilla, Gibraltar, Canarias, etc¨¦tera -se espera la presencia de numerosos movimientos de liberaci¨®n, entre los que estar¨¢ el Frente Polisario-, y otros de pol¨ªtica internacional, tales como la crisis energ¨¦tica, el di¨¢logo Norte-Sur, Oriente Pr¨®ximo, el desarme, sureste asi¨¢tico y la pesca, entre otros. Tambi¨¦n se afirma que la reuni¨®n dar¨¢ la oportunidad a Espa?a de reforzar sus iniciativas de cara a la participaci¨®n hispana en los or-ganismos de integraci¨®n latinoamericanos, como el Pacto Andino y el SELA (Sistema Econ¨®mico Latino Americano).

De momento se espera que el Gobierno tome una posici¨®n definitiva sobre la cuesti¨®n y que tanto la administraci¨®n como la direcci¨®n del partido centrista homologuen, de una vez para siempre, su filosof¨ªa y criterios de pol¨ªtica exterior, sometidos a los vaivenes de la actualidad cambiante. Por ello no se excluye que si Espa?a decide asistir a la reuni¨®n de La Habana, el Gobierno precise en p¨²blico el car¨¢cter de este posible desplazamiento entronc¨¢ndolo con su candidatura a la CEE y su aspiraci¨®n formal de ingreso en la OTAN, aunque ello podr¨ªa acarrearle problemas a la hora de conseguir la invitaci¨®n oficial para viajar a la capital cubana. Porque deber¨¢ ser Espa?a quien tome la iniciativa en este sentido y, si lo hace en favor de la asistencia, luego deber¨¢ ser el bur¨® de la Conferencia o el pa¨ªs anfitri¨®n, Cuba, quienes cursen la invitaci¨®n oficial. Lo que s¨ª parece descartado es que Espa?a pueda asistir como miembro de pleno derecho o como observador, aunque s¨ª como invitado. Tambi¨¦n se da como poco probable que el propio presidente Su¨¢rez se desplace al Caribe, y se cree que el posible nivel de representaci¨®n espa?ola ser¨¢ el de embajador, aunque, dada la anunciada presencia de jefes de Estado y de Gobierno y de numerosos ministros de Asuntos Exteriores, tampoco se descarta la posibilidad de que el ministro se?or Oreja participe.

Cuba, interesada

Por otra parte hay que se?alar que el Gobierno espa?ol estuvo a punto de asistir a la reuni¨®n preparatoria de la cumbre de La Habana, que se celebr¨® en Belgrado, aunque ello no lleg¨® a ocurrir por causa de la crisis del Sahara y ante el temor de que Argelia se opusiera a la presencia espa?ola. Ahora, y ante la nueva cumbre -en la que Cuba y Yugoslavia se disputar¨¢n el liderazgo del grupo de los no alineados-, la posible presencia de Espa?a no parece contar con oposici¨®n alguna desde el interior de los 86 pa¨ªses miembros, sino m¨¢s bien todo lo contrario.

El primer pa¨ªs interesado parece ser la propia Cuba, y as¨ª lo expres¨® el propio Fidel Castro al presidente Su¨¢rez hace casi un a?o, durante la visita que el jefe del Gobierno espa?ol realiz¨® a La Habana y que en aquel momento caus¨® una cierta sorpresa y malestar en Estados Unidos y en algunos de sus aliados europeos. Durante este viaje, el presidente Su¨¢rez invit¨® a Castro a visitar Espa?a oficialmente, pero el viaje fue retrasado una y otra vez por parte espa?ola sin que se conozcan las razones oficiales.

Estos aplazamientos y las reticencias del Gobierno sobre su asistencia o no a la cumbre del Caribe parecen haber creado en Cuba un cierto recelo hacia Espa?a y pod¨ªan estar en la fuente de unas declaraciones que se atribuyen al ministro de Asuntos Exterinres cubano, Isidoro Malmierca, seg¨²n las cuales Cuba no ver¨ªa con buenos ojos la presencia. hispana en la Conferencia si, por otro lado, est¨¢ preparando su inmediato ingreso en la OTAN.