Competencias

Hace poco tiempo atr¨¢s el Ayunta miento de Madrid estuvo llevando a cabo una operaci¨®n de limpieza por las v¨ªas p¨²blicas de mercadillos callejeros. En algunos barrios c¨¦ntricos se han formado verdaderos mercados donde se vende de todo: fruta, vestidos, relojes, transistores, etc¨¦tera, retir¨¢ndolos de las v¨ªas p¨²blicas por considerarlos ilegales. Pero esto se divide en dos aspectos: el primero es de total acuerdo. En la calle no debe haber mercados o puestos callejeros, puesto que es para tr¨¢nsito de la gente, entorpeciendo la circulaci¨®n. El segundo, de total desacuerdo, pues esos puestos venden m¨¢s barato el producto que en el mercado. Un ejemplo, en el mercado, una lechuga vale treinta pesetas, y en la calle, dos por veinticinco.Tambi¨¦n hay otro problema, los mercados, ?qu¨¦ pasa con los mercados? De todos es sabido que el control de ¨¦stos se lleva a cabo mediante el personal del Ayuntamiento encargado de regular los precios y la seguridad e higiene de los productos que all¨ª se venden. Todo esto est¨¢ bien si se lleva a cabo, pero desgraciadamente no es as¨ª. Los encargados de todo esto, en su gran parte, son ?pancistas?, que s¨®lo van a que les den carne, frutas u otras cosas para que no les denuncien por si encuentran ciertas irregularidades, llenando sus jeeps de todas las cosas posibles. Eso lo sabemos todos. S¨®lo nos queda hacernos una pregunta, ?se pueden arreglar las cosas as¨ª? Queda una rotunda respuesta: no. Hay una manera de solucionarlo, y es la siguiente: Realizando una selectividad de personal competente y activo que realice su trabajo de la manera m¨¢s limpia, y eliminar a ese grupo de ?pancistas? incompetentes y traidores de sus propios intereses y exterminar a los intermediarios, que son los que m¨¢s se llevan, encareciendo el producto.

A simple vista el Problema parece sencillo, pero, en realidad, es muy peliagudo y dif¨ªcil de solucionar. El elevado precio de los productos se debe, seg¨²n los vendedores, al elevado precio de los impuestos y, valga la redundancia, que no justifica en la mayor¨ªa de los casos esto. El problema radica en los intermediarios y en el poco control de los precios de los mercados, siendo pagadas todas las consecuencias por los ciudadanos, que ven cada vez m¨¢s reducido su poder adquisitivo.