"M¨¦xico es uno de los puntales de nuestra pol¨ªtica exterior"
Esta semana ha tomado posesi¨®n de su cargo el nuevo embajador de Espa?a en M¨¦xico, Eduardo Pe?a Abizanda, que en breve presentar¨¢ sus cartas credenciales al presidente L¨®pez Portillo. Se trata del segundo embajador de Espa?a ante M¨¦xico tras la reanudaci¨®n de relaciones diplom¨¢ticas con este pa¨ªs, con el que hemos mantenido cuarenta a?os de silencio oficial, pese a la presencia de numerosos espa?oles exiliados en la vida pol¨ªtica, cultural y econ¨®mica mexicana. M¨¦xico aparece en estos momentos como uno de los pa¨ªses de mayor inter¨¦s para Espa?a, tanto por las posibilidades comerciales en ambos sentidos, como por razones pol¨ªticas y culturales. Fernando Gonz¨¢lez Urbaneja convers¨® con el nuevo embajador de Espa?a en la capital azteca poco antes de su salida de Madrid.
El se?or Pe?a es diplom¨¢tico y economista. Ocup¨® diversos puestos en varias embajadas europeas y sudamericanas, as¨ª como diversos puestos en Madrid centrados en temas econ¨®micos. Fue subdirector de Relaciones Econ¨®micas en Exteriores, secretario general t¨¦cnico de Industria, subsecretario de Comercio, presidente de Focoex y directivo del Real Madrid.
Pregunta. Est¨¢ usted en v¨ªsperas de tomar posesi¨®n de su puesto de embajador en M¨¦xico. ?En qu¨¦ fase cree que est¨¢n las relaciones entre ambos pa¨ªses?
Respuesta. Efectivamente presentar¨¦ cartas credenciales al presidente L¨®pez Portillo el pr¨®ximo d¨ªa 8 de agosto, como segundo embajador de Espa?a en M¨¦xico, despu¨¦s de cuarenta a?os, a lo largo de los cuales ambos pa¨ªses se han ignorado. Creo que estamos en una etapa decisiva en las relaciones entre ambos pa¨ªses, caracterizada por los tres supuestos siguientes: en primer t¨¦rmino, la simple reanudaci¨®n de relaciones diplom¨¢ticas tras cuarenta a?os. Es lo que podr¨ªamos llamar el reencuentro a nivel de pa¨ªses, de pueblos y de Gobiernos. En segundo t¨¦rmino, las excelentes relaciones entre los jefes de Estado. No se trata de simples relaciones formales entre l¨ªderes de pa¨ªses, sino que estamos en una situaci¨®n en la que los dos jefes de Estado hablan un mismo lenguaje. El Rey y el presidente mexicano se han compenetrado y son amigos. Esto es muy importante para un embajador. Finalmente, yo se?alar¨ªa, como elemento base, lo que son Espa?a y M¨¦xico en el mundo. Son potencias medias con l¨ªneas de pol¨ªtica exterior a nivel global similares. Hay que tener en cuenta adem¨¢s que M¨¦xico es un pa¨ªs con grandes posibilidades y con un papel importante en Am¨¦rica. Est¨¢ protagonizando un desarrollo industrial y tecnol¨®gico acelerado y fuerte. Tiene una gran poblaci¨®n que crece vertiginosamente y puede alcanzar los cien millones de habitantes a final de siglo. Por todo esto, creo que la embajada en M¨¦xico es muy importante para Espa?a, y para m¨ª es un reto importante y apasionante.
P. ?Qu¨¦ objetivos b¨¢sicos tiene planteados al iniciar su misi¨®n ante el Gobierno de L¨®pez Portillo?
R. Un embajador tiene b¨¢sicamente encomendada la defensa de los intereses de su pa¨ªs, en aquel donde ostenta la representaci¨®n. Adem¨¢s, tiene que procurar el mejoramiento de relaciones bilaterales, la mejor informaci¨®n y comunicaci¨®n entre ambos pa¨ªses, la representaci¨®n del Gobierno y su pol¨ªtica, as¨ª como la del jefe del Estado, lo cual es importante.
En el caso de M¨¦xico hay dos aspectos prioritarios para un embajador espa?ol. Primero, la nueva pol¨ªtica iberoamericana de Espa?a, que se ha concretado en los viajes del Rey al continente americano, as¨ª como en los del presidente del Gobierno. Se trata de una pol¨ªtica de Gobierno y de Estado. No se trata de crear una comunidad iberoamericana de naciones institucionalizadas, ya que tal comunidad existe ya de forma hist¨®rica, cordial o, si se quiere, intelectual. Lo que tenemos que hacer es profundizar en ese aspecto. Aqu¨ª M¨¦xico juega un papel decisivo. En este sentido no hay que olvidar el papel del Centro de Cooperaci¨®n Iberoamericana.
En el campo de las relaciones concretas , M¨¦xico es uno de los puntales de nuestra pol¨ªtica exterior. Para nosotros, este pa¨ªs tiene importancia vital en lo comercial, en lo cultural y en lo diplom¨¢tico. Juntos tenemos que colaborar en la defensa de nuestro idioma com¨²n, de nuestra historia com¨²n y de nuestra cultura.
P. ?En qu¨¦ fase se encuentran las relaciones comerciales hispano mexicanas, y c¨®mo se plantea el futuro en este campo?
R. En este aspecto estamos en una primera fase. El desarrollo de relaciones econ¨®micas creo que ser¨¢ r¨¢pido y de gran magnitud, pero ello requiere un proceso de maduraci¨®n. Se trata no s¨®lo de llegar a cifras importantes de intercambios comerciales, sino de interrelaciones econ¨®micas mucho m¨¢s profundas. En Venezuela y Argentina se produjo este proceso anteriormente, y creo que ha sido muy fruct¨ªfero. M¨¦xico y Brasil son dos pa¨ªses del continente americano que est¨¢n un poco por descubrir por parte de nuestros empresarios, y donde tenemos mucho que hacer. Con Brasil ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil, pero en el caso de M¨¦xico el avance y el futuro es evidente. De todas formas, yo no ser¨ªa impaciente, A corto plazo podemos esperar crecimientos importantes en los intercambios comerciales, e incluso en el sector de las inversiones rec¨ªprocas, pero esta es la base para una interrelaci¨®n m¨¢s profunda. El proceso tiene que ser lento para que sea s¨®lido, y no flor de un d¨ªa.
Tenemos que crear una infraestructura de relaciones en el campo econ¨®mico que sea realmente consistente, y en esto estamos de acuerdo mexicanos y espa?oles. Hasta hace un par de a?os las relaciones eran pocas y fr¨¢giles, y esto no se improvisa.
Soy muy optimista en este campo. La capacidad de desarrollo de M¨¦xico, al margen incluso del tema energ¨¦tico, es enorme. En ese proceso los mexicanos comienzan ya a conocer lo que Espa?a, puede ofrecer para su proceso de desarrollo.
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