Fracasa un intento de compromiso entre Siles Zuazo y Paz Estenssoro
El presidente de Bolivia ha apelado dram¨¢ticamente al compromiso de honor contra¨ªdo por los militares para respetar los principios democr¨¢ticos y entregar el poder a un Gobierno civil salido de las urnas. El mensaje a la naci¨®n del general Padilla se produce contra el tel¨®n de fondo de intensos rumores sobre un posible golpe de Estado y de la incapacidad del Congreso para encontrar un presidente constitucional.
El 6 de agosto deber¨ªa haberse producido la transmisi¨®n del poder por parte de la Junta que preside el general Padilla a los vencedores de las elecciones legislativas del 1 de julio. Las dos coaliciones con mayor n¨²mero de votos en el escrutinio, Unidad Democr¨¢tica y Popular (UDP), de Siles Zuazo (centro-izquierda), y la alianza Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), de V¨ªctor Paz Estenssoro (centroderecha), han sido, hasta el momento, incapaces de llegar a un acuerdo en el Congreso, conduciendo a Bolivia a una par¨¢lisis pol¨ªtica que ayer alcanz¨® su punto de mayor gravedad.Demacrado y visiblemente emocionado, el general Padilla reafirm¨® su compromiso con los principios democr¨¢ticos y pidi¨® serenidad a los jefes militares. ?Tenemos el gran deber de salvar a Bolivia a costa de cualquier sacrificio personal, dejando a un lado todo inter¨¦s que no sea el de la patria... y de hacer que el compromiso de las fuerzas armadas de volver al Estado de derecho sea una realidad.?
El Congreso boliviano se hab¨ªa disuelto de madrugada, a las diez de la ma?ana hora de Madrid, despu¨¦s de una quinta e infructuosa tentativa para elegir jefe de Estado, y en medio de crecientes rumores sobre una sublevaci¨®n de las guarniciones de Cochabamba y Santa Cruz, desementidas formalmente a la hora de redactar esta cr¨®nica.
Las ¨²ltimas sesiones de la C¨¢mara legislativa se desarrollan en medio de una creciente expectaci¨®n en las calles de La Paz. Mientras en el interior del Congreso Siles Zuazo protagonizaba, hasta hace unas horas, una discutida huelga de hambre para reivindicar su victoria electoral, partidarios suyos y de Paz Estenssoro se agolpaban tensamente en la plaza Murillo, de la capital andina, rodeados por fuertes contingentes de polic¨ªa militar, cantando los slogans partidistas de la UDP (?El pueblo unido jam¨¢s ser¨¢ vencido?) y del MNR (?Alianza unida nunca ser¨¢ vencida?). A las nueve de la noche, hora de Madrid, reunido nuevamente el Parlamento, los c¨¢nticos de las multitudes pace?as han sido sustituidos por un pesado silencio.
Cada hora que pasa agrava el punto muerto en que ha desembocado la elecci¨®n del presidente boliviano. Jefes militares han sugerido en p¨²blico la imposibilidad de dotar a este pa¨ªs de un sistema democr¨¢tico. Versiones fidedignas aseguran que el general Padilla, seriamente enfermo, soporta presiones militares muy fuertes para que cancele de una vez por todas el cr¨¦dito abierto a los civiles tras diez a?os de dictadura y que, seg¨²n los c¨ªrculos castrenses m¨¢s derechistas, ¨¦stos no han sabido aprovechar.
Un acuerdo inicial entre Siles Zuazo y Paz Estenssoro -a los que se acusa de un protagonismo personal peligroso para los intereses de la naci¨®n- encaminado a designar como presidente interino de la Rep¨²blica a Walter Guevara Arze, presidente del Congreso, naufrag¨® en la madrugada del lunes por diferencias de ¨²ltima hora entre ambos dirigentes hist¨®ricos sobre la formaci¨®n del nuevo Gobierno. Parece que este hecho, unido a un perceptible ambiente de decepci¨®n popular por la manera en que el Parlamento est¨¢ desempe?ando su hist¨®rico papel de poner fin a diez a?os de dictadura, habr¨ªa sido el fulminante de la advertencia de los ultras militares al general Padilla.
C¨ªrculos oficiales de La Paz no ocultan su frustraci¨®n por la p¨¦rdida de credibilidad que para Bolivia supone su incapacidad para pasar a un r¨¦gimen democr¨¢tico en el plazo y con la fluidez prevista.
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