Cien espa?oles, en Guinea
El n¨²mero de espa?oles que viven y trabajan en Guinea Ecuatorial no rebasa el centenar. Es m¨¢s elevado el n¨²mero de hombres solteros que el de casados, ya que varias decenas de aquellos trabajan en distintas fincas y haciendas de espa?oles y extranjeros. Las ocupaciones dominantes son de asistencia t¨¦cnica en el aeropuerto de Malabo y en el de Bata, mucho m¨¢s peque?o y sin apenas vuelos. A este aer¨®dromo ¨²nicamente llegan vuelos charter.Hay unos doce ni?os. Los m¨¢s peque?os se quedan en casa, ya que ahora no hay ning¨²n profesor. Los mayores van a las clases de una profesora nativa y hay algunas dificultades idiom¨¢ticas porque se habla un dialecto, el pichinglis, mezcla de espa?ol, caribe?o e ingl¨¦s, salpicado de palabras de la isla.
Algunos espa?oles que se dedican al comercio, al igual que otros guineanos, a?oran la existencia en Guinea Ecuatorial de una moneda fuerte. Sin cotizaci¨®n internacional con esta moneda se ven incapacitados para realizar rentablemente compras en el continente, para mercarlas en la isla.
La vida cotidiana de los espa?oles de Guinea transcurre de un modo tranquilo. Existen m¨²ltiples v¨ªnculos alrededor de la compa?¨ªa Iberia, que concentra el mayor n¨²mero de espa?oles. Los espa?oles se ven frecuentemente, juegan al intelet y al mus con asiduidad, y de cuando en cuando la embajada proyecta alguna pel¨ªcula, casi siempre francesa. Una de las ¨²ltimas ha sido Borsalino, de Jean Paul Belmondo y Alain Delon, conseguida a trav¨¦s del personal del consulado en Duala. En la representaci¨®n diplom¨¢tica hay un alto funcionario, el ¨²ltimo encargado de negocios que hubo en el pa¨ªs en 1977, un canciller y un agregado. Las relaciones con la prensa han sido ¨®ptimas.
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