El nacionalismo corso, apoyado por vascos y catalanes
?El acto de hoy constituye una etapa importante del nacionalismo corso, porque prueba que, a escala internacional, somos un movimiento cre¨ªble?, declar¨® a EL PA?S Esmon Simeoni, l¨ªder de Uni¨®n del Pueblo Corso (UPC), al terminar el primer congreso internacional de este partido autonomista en Ajaccio. El PNV vasco y Convergencia Democr¨¢tica de Catalu?a, al lado de otras naciones sin Estado de Europa occidental, respaldaron esta manifestaci¨®n del nacionalismo corso, que, por sus dimensiones y condici¨®n, debiera inquietar a Par¨ªs.Durante doce horas, el domingo ¨²ltimo, el pueblo corso impresion¨® a los observadores extranjeros, que, como dec¨ªa un representante del PNV, ?a¨²n hay quien, desde fuera, puede creer que esto, el nacionalismo corso, es una novela de aventuras en el mar?. Desde por la ma?ana, a las diez, empezaron a llegar de toda la isla coches utilitarios, Mercedes, autocares, cargados de gente de todas las edades, familias enteras, acomodados los unos, empleados u obreros, pero todos corsos y moderados. Esta condici¨®n no extremista de la concurrencia, que escuch¨® una misa en corso a primera hora, que agitaba la bandera corsa, que hablaba en corso, que durante cinco horas de m¨ªtines por la tarde se emborrach¨® gritando ?Libertad? y ?Viva C¨®rcega libre?, fue la nota m¨¢s reveladora del enraizamiento profundo de la ?entidad nacional? que agita a la isla y que, sin duda alguna, representa el problema m¨¢s agudo del regionalismo franc¨¦s para el Gobierno central de Par¨ªs.
?Lo que queremos de Francia es que nos deje ser nosotros mismos, que nos gobernemos nosotros. Mal que les pese, la represi¨®n perder¨¢, aunque haya que luchar y luchar.? Esta frase encendida, a lo largo del d¨ªa, nos la repitieron casi autom¨¢tica e id¨¦nticamente varias decenas de militantes o simpatizantes del UPC, que, por otra parte, aun sin convenir con sus m¨¦todos violentos ni con su objetivo (la independencia), vitoreaban enardecidos a cada uno de los oradores que evoc¨® a los sesenta presos del Frente de Liberaci¨®n Nacional Corso (FLNC), el movimiento clandestino de la isla, que durante los tres ¨²ltimos a?os ha practicado la estrategia de los atentados contra ?el ocupante extranjero?.
La representaci¨®n espa?ola, como ?sue?o? de lo que podr¨ªa ser una autonom¨ªa corsa, fue saludada de la manera m¨¢s estrepitosa. Rupert Mart¨ªnez, de CDC, dijo que el Estatuto catal¨¢n ?nos servir¨¢ para plantear los problemas del futuro seg¨²n la voluntad de nuestro pueblo?. Gorka y Patxi Albizu, del PNV, estimaron que ?el Estatuto de Guernica representa una nueva etapa de nuestra historia llena de esperanza?. A t¨ªtulo individual participaron en el mitin el profesor Jos¨¦ Vidal Beneyto y el escritor gallego Alfredo Conde, que habl¨® en su idioma aut¨®ctono y recit¨® un poema suyo traducido al corso, que le vali¨® un vuelco emocional de la muchedumbre cuando termin¨® con un ?Viva C¨®rcega libre?. El profesor Beneyto fue interrumpido por los aplausos al subrayar la dimensi¨®n mediterr¨¢nea de C¨®rcega en el contexto de una Europa verdaderamente democr¨¢tica.
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