Sobre el expediente de crisis de la empresa Burner, SA
Ante el c¨²mulo de inexactitudes y verdades a medias que distorsionan la realidad, y sin perjuicio de las acciones legales a que en derecho haya lugar, nos vemos en la necesidad de salir al paso de la informaci¨®n sin fundamento, publicada en EL PAIS el d¨ªa 17-VIII-1979, p¨¢gina 29, sobre la empresa Burner, SA.- Todos los trabajadores de la empresa tienen derecho a conocer la verdad, que no se parece en nada a lo publicado y que s¨®lo servir¨ªa para que en este pa¨ªs nadie pueda tener nunca una opini¨®n de realidad, con juicio exacto de nada.
- La crisis econ¨®mica que sufre el mundo entero, en Espa?a se hace notar de un modo m¨¢s intenso en las empresas medianas de servicios por sus caracter¨ªsticas de todos conocidas.
- Concretarrente, Burner, SA, ¨²ltimamente ten¨ªa en obras unos cien trabajadores y otros tantos en oficinas. Los gastos generales eran de cien millones anuales. Dicho de otra forma, cada trabajador de obra deber¨ªa producir lo suficiente para ganar un mill¨®n y as¨ª cubrir los gastos generales de oficinas. S¨®lo entonces, cubiertos estos cien millones, la empresa se encontrar¨ªa a cero.
- En un momento donde la competencia por subsistir se contrataban las obras en p¨¦rdidas, era clara la desproporci¨®n entre el personal de oficina y obra y la necesidad de reducir los gastos generales, cosa que se intent¨®, se aprob¨® en asamblea y despu¨¦s unilateralmente fue denegado.
- Burner, SA, en los ¨²ltimos dos a?os, ha tenido que hacer frente a suspensiones de pago, retenciones e impagados por m¨¢s del doble de su capital social, punto que f¨¢cilmente se puede demostrar. Querer desconocer este hecho es cuanto menos irresponsable.
En estas condiciones es temerario que persona alguna haga afirmaciones gratuitas sin fundamento que s¨®lo pueden valer para distorsionar la verdad de la situaci¨®n y sobre todo personalice tan injustamente.
Los siete miembros del consejo nombraron director general a Santiago Ayll¨®n, y subdirector general, a Carlos Velasco, cuando hace dos a?os dimiti¨® de todos sus cargos el se?or Cruz Atienza.
El se?or Ram¨ªrez s¨®lo se ocup¨® de la parte comercial y t¨¦cnica, durante el per¨ªodo de noviembre de 1978 a abril de 1979, en que, ces¨® a petici¨®n propia, y ante la grave situaci¨®n econ¨®mica, la empresa contaba con siete directores con experiencia suficiente para el desarrollo de la misma en condiciones normales.
- Los beneficios se calculan por la diferencia de sus ganancias y p¨¦rdidas y una vez cubiertos los gastos generales. La contabilidad de la empresa puede ser examinada con detalle desde su creaci¨®n, y nadie se opone a ello siempre que sean personas expertas y capaces de interpretar un balance.
Sobre el hotel de M¨¢laga, Burner, SA, participaba con una inversi¨®n del 30% del total. El resto fue cubierto por cr¨¦ditos del Bancz Hipotecario y pr¨¦stamos particulares, que fueron cancelados a su venta. No obstante, Burner, SA, obtuvo de su inversi¨®n un 26% de beneficio. Todo ello est¨¢ suficientemente reflejado en la contabilidad, y es otro hecho que no se puede intentar desconocer ahora.
- Es inocente creer que la rentabilidad de la empresa est¨¢ asegurada. La decisi¨®n de suspender pagos fue motivada por negarse los proveedores a suministrar materiales y los clientes a pagar sus facturas por pura desconfianza, motivando la paralizaci¨®n total.
- Los m¨¢s directos responsables no han podido seguir asistiendo a su trabajo por amenazas peonales, rotura de sus coches, pancartas de insultos y actitud de algunos trabajadores mal aconsejados, que han producido la imposibilidad de asistencia a la misma de sus directivos.
- Nadie lamenta m¨¢s que sus accionistas la situaci¨®n actual, porque han perdido su patrimonio, ganado con veinticinco a?os de trabajo, y reconocen la val¨ªa de sus trabajadores, vinculados a ellos desde hace tanto tiempo.
- Actualmente, la intervenci¨®n judicial es quien decide cualquier actuaci¨®n de la empresa y nada se puede solucionar por presiones a persona alguna.
El se?or Cruz Atienza, como accionista y fundador de la empresa, lamenta esta situaci¨®n imprevista por ¨¦l, ya que desde hace m¨¢s de dos a?os no ocupaba cargo alguno ? ni en la administraci¨®n ni en la direcci¨®n de la misma.
- Los hechos se han producido de una forma precipitada e irreversible y ahora s¨®lo queda seguir el procedimiento legal.
Como accionista estar¨ªa dispuesto a pedir las responsabilidades a que en derecho hubiere lugar en el caso de la menor irregularidad, que, por otro lado, sabe no existe.
La direcci¨®n de burner, SA, fue siempre colegiada, decidiendo por votos personales entre los miembros del consejo de direcci¨®n. Durante los ¨²ltimos dos a?os, los siete directores con experiencia suficiente de Burner, SA, han luchado con todas sus fuerzas para la supervivencia de la empresa y a ninguno de ellos se le puede culpar personalmente de, nada, sino que es producto de la situaci¨®n general por la que atraviesa el mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.