Huelga generalizada y violentos enfrentamientos en el Pa¨ªs Vasco con motivo de los incidentes en el Pa¨ªs Vasco

A lo largo de la ma?ana se llev¨® a cabo una intensa actividad por parte de los partidos pol¨ªticos para tratar de convencer al gobernador civil de la provincia de que las FOP no deb¨ªan intervenir ni durante el funeral en memoria de I?aki Quijera ni en la manifestaci¨®n que previsiblemente podr¨ªa celebrarse despu¨¦s. Una comisi¨®n integrada por corporativos municipales adscritos a Euskadiko Ezkerra, PSOE, Coordinadora Independiente (UCD) y PNV -con el alcalde de San Sebasti¨¢n, Jes¨²s Mar¨ªa Alka¨ªn, al frente- se entrevist¨® por espacio de varias horas con el gobernador civil de Guip¨²zcoa.Al t¨¦rmino de la entrevista, el alcalde donostiarra anunciaba, a trav¨¦s de un comunicado emitido repetidamente por radio, que la primera autoridad gubernativa se compromet¨ªa a que las FOP no intervinieran ni antes ni despu¨¦s del funeral de I?aki Quijera ?en tanto no se produjeran. graves perturbaciones del orden?.

Sin embargo, esta promesa no fue del todo cumplida. Una manifestaci¨®n de un millar de personas, que al t¨¦rmino del entierro de I?aki Quijera se dirig¨ªa hacia el Ayuntamiento, donde se celebraba una asamblea informativa convocada por los concejales de Herri Batasuna -las dem¨¢s fuerzas pol¨ªticas no asistieron-, fue disuelta en la plaza de Guip¨²zcoa.

El entierro de I?aki Quijera se llev¨® a cabo con normalidad, a partir de las 4.45 de la tarde, en el cementerio donostiarra de Polloe. Asistieron al acto f¨²nebre padres, hermanos, familiares de la v¨ªctima y alrededor de 2.000 personas.

Entierro y manifestaci¨®n

Con un rosario se inici¨®, a las siete y cuarto de la tarde, el funeral en memoria de I?aki Quijera. El acto se celebr¨® en la iglesia de San Sebasti¨¢n M¨¢rtir, en el barrio del Antiguo, que se encontraba abarrotado de un p¨²blico que llen¨® tambi¨¦n las calles que rodean al templo. Asistieron al funeral el padre y algunos familiares de la v¨ªctima. Ofici¨®, en biling¨¹e, un coadjutor de la parroquia, quien en su homil¨ªa se refiri¨® al valor y la dignidad de la persona humana.

?Ning¨²n hombre tiene derecho jam¨¢s?, afirm¨® el celebrante, ?sobre la vida de otro hombre. Por ello, nuestra conciencia debe condenar categ¨®ricamente la muerte de I?aki, debe decir un no rotundo a todo hecho en el que al hombre le viene la muerte de otro hombre. La condena de este hecho debe ser clara para todo hombre y todo cristiano. Ning¨²n motivo, ninguna finalidad, sea leg¨ªtima o ileg¨ªtima, justifica jam¨¢s la muerte del hombre por el hombre. ?

Tras el responso, la familia y algunos amigos de la v¨ªctima abandonaron el templo, mientras los asistentes al funeral, en un n¨²mero cercano a los 10.000, realizaron una manifestaci¨®n por las principales calles del centro de San Sebasti¨¢n.

En cabeza, dos j¨®venes sosten¨ªan una ikurri?a con cresp¨®n negro. Los manifestantes, en su recorrido, repitieron insistentemente gritos de ?Polic¨ªa asesina? y ?ETA m¨¢talos?, y otros de apoyo a ETA y solidaridad con los refugiados vascos de Euskadi norte. Al final de la avenida de Legazpia, un cord¨®n de polic¨ªas les cort¨® el paso. Un miembro de la organizaci¨®n se entrevist¨® con el oficial de la fuerza, que neg¨® -aduciendo ¨®rdenes gubernativas- permiso para que continuaran la marcha.

A partir de ese momento los saltos, las carreras y los cruces de barricadas sobre las calles se reprodujeron en varios puntos de la ciudad.

En uno de esos incidentes, registrado en el barrio de Herrera, un joven, Lisardo Cano, de diecis¨¦is a?os, fue alcanzado en el vientre por un disparo de arma de fuego. Recogido por una chica que pas¨® por el lugar del suceso, ¨¦sta ¨²ltima avis¨® a la polic¨ªa, y dos inspectores trasladaron al herido a la residencia sanitaria de Ar¨¢nzaz¨². Tras una intervenci¨®n quir¨²rgica de tres horas de duraci¨®n, el parte m¨¦dico indica que el pron¨®stico es muy grave. El lugar donde fue herido el muchacho -se ignora la identidad del agresor- no era escenario de incidentes, aunque en sus proximidades la Polic¨ªa Nacional actuaba contra personas que hab¨ªan formado una barricada.