Reservas sobre la eficacia del "paraguas" nuclear de EEUU

Los europeos no deber¨ªan contar ¨²nicamente para su defensa con el ?paraguas nuclear? norteamericano. Esta fue la doble advertencia hecha ayer y el domingo en Bruselas por el ex secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger y el ex comandante en jefe de las fuerzas de la OTAN en Europa general Alexander Haig en el curso de un coloquio organizado por el Centro de Estudios Estrat¨¦gicos Internacionales de la Universidad estadounidense de Georgetown.Kissinger, que tom¨® la palabra ante un auditorio compuesto principalmente por ex miembros de la Administraci¨®n republicana del presidente Nixon, sorprendi¨® a los observadores por el pesimismo de sus an¨¢lisis sobre el equilibrio de las fuerzas militares en Europa y declar¨® bruscamente: ? Los aliados europeos no deber¨ªan pedirnos continuamente que reiteremos garant¨ªas estrat¨¦gicas que no podemos darles o que, si les damos, no estamos en condiciones de cumplir, porque nos arriesgamos a destruir la civilizaci¨®n. ?

Comentando a continuaci¨®n el desequilibrio existente en Europa de armas nucleares t¨¢cticas, desequilibrio favorable a la URSS; el ex secretario de Estado norteamencano subray¨®: ?Si no se hace nada en ese terreno para compensar el desequilibrio, llegaremos a una situaci¨®n de chantaje?.

Por ¨²ltimo, Kissinger fue especialmente pesimista respecto a la evoluci¨®n del equilibrio de la relaci¨®n de fuerzas estrat¨¦gicas entre EEUU y la URSS. ?El crecimiento de la potencia nuclear estrat¨¦gica incrementa la vulnerabilidad de Estados Unidos en los a?os ochenta y debilita al mismo tiempo a la OTAN?, a?adi¨® Kissinger.

Por su parte, Alexander Haig insisti¨® sobre los ?l¨ªmites de la potencia norteamericana y la creciente influencia de la Rep¨²blica Federal de Alemania, hechos que constituyen los dos principales cambios intervenidos en la Alianza Atl¨¢ntica.

?A causa de la impotencia de Estados Unidos para enfrentarse eficazmente con la crisis energ¨¦tica o con sus problemas econ¨®micos, a causa de la pol¨ªtica norte americana -o de su falta de pol¨ªtica- en Angola, el ?cuerno? de Africa, Afganist¨¢n y otras regiones del mundo, muchos tienen la impresi¨®n de que la hora del liderazgo global norteamericano se est¨¢ acabando?, declar¨® el general Haig, y a?adi¨®, a rengl¨®n seguido, que ?Estados Unidos debe reafirmar su liderazgo?.

?Al mismo tiempo que EEUU es considerado en la Alianza como un pa¨ªs. debilitado, la RFA?, subray¨® el general, ? aparece m¨¢s influyente pol¨ªtica y econ¨®micamente ?. ?Sin embargo?, precis¨® Haig, ?la Alianza puede aceptar dificilmente el liderazgo gernianociccidental, y el Gobierno de Schmidt se muestra reacio a asumir al m¨¢ximo su influencia.

?Pero este dilema?, concluy¨® Haig, ?incita a los alemanes a plantearse otras opciones. Si estas opciones fuesen llevadas hasta sus ¨²ltimas consecuencias en el futuro, la Alianza podr¨ªa contemplar aAlemania seguir una l¨ªnea independiente, y en el peor de los casos, desde el punto de vista de la OTAN, acabar¨ªa por salirse de la Alianza?.