El problema vasco
?(...) Hace tres meses se dijo que todo estaba listo para iniciar la paz en el Pa¨ªs Vasco, se afirm¨® que la operaci¨®n Garaikoetxea-Font¨¢n para salir del laberinto vasco por la puerta de 1936 promet¨ªa ser un ¨¦xito y se inform¨® que el Gobierno estaba elaborando apresurada mente una estrategia de pacificaci¨®n de Euskadi que terminar¨ªa con el "abrazo de Guernica". ?En qu¨¦ han quedado esas seguridades e informaciones? ?Es razonable suponer que la creciente fuerza de ese movimiento sea debida a la coacci¨®n de grupos minoritarios, dados a la extrema violencia, sobre la mayor¨ªa de la poblaci¨®n vasca? Nosotros no lo creemos as¨ª.Nosotros opinamos que el br¨ªo del independentismo, la progresiva radicalizaci¨®n del nacionalismo a ultranza, no es debido a ninguna acci¨®n coercitiva, sino a un creciente desenga?o, a una aumentada decepci¨®n, respecto a la comprensi¨®n del problema vasco por parte del Gobierno y a las posibilidades de llegar a un acuerdo satisfactorio con ¨¦ste. ETA provoca disturbios, lleva la violencia hasta extremos injustificables, que en modo alguno pueden ser aceptados; pero lo que a ETA no le es dado hacer es contribuir a la propagaci¨®n del independentismo, es convencer a las gentes respecto a las hipot¨¦ticas excelencias de la secesi¨®n. Esa clase de catequesis no se lleva a cabo a fuerza de derramamientos de sangre. Ciertas doctrinas pueden conducir a la violencia, pero ¨¦sta no lleva nunca a aqu¨¦llas.
La negociaci¨®n del Gobierno con el PNV y Euskadiko Ezkerra es dif¨ªcil, y con Herri Batasuna, m¨¢s todav¨ªa. Esto est¨¢ claro. Lo que esos partidos quieren, que en definitiva es el derecho a la autodeterminaci¨®n, te¨®ricamente aceptado por la mayor¨ªa de pa¨ªses y negado por todos en la pr¨¢ctica pol¨ªtica, est¨¢ m¨¢s all¨¢ de lo que el Gobierno parece estar dispuesto a ceder. De ah¨ª los rodeos de la Administraci¨®n y el desenga?o de los vascos. El Gobierno da a veces la sensaci¨®n de no percatarse que el di¨¢logo con los nacionalistas vascos es un parlamento con pol¨ªticos que representan a un pueblo despiadadamente humillado y ofendido durante mucho tiempo. Euskadi es una naci¨®n que ha sido fr¨ªamente herida en lo m¨¢s profundo de su naturaleza, y las lesiones contin¨²an abiertas. ( ... )
La cuesti¨®n vasca no ser¨¢ solucionada por la violencia ni mediante pactos personales, ni mucho menos con listezas. Porque este es un problema en el que no valen el mando y ordeno ni los acuerdos secretos, ni tampoco las astucias y las piller¨ªas propias de gente m¨¢s o menos avispada. Aqu¨ª se trata de algo que requiere pol¨ªticos de gran envergadura moral y de enorme solvencia pr¨¢ctica. ?
, 5 de septiembre
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