Antonioni se enamora de las telec¨¢maras
El realizador italiano Michelangelo Antonioni rueda en la actualidad la pel¨ªcula El misterio de Oberwald para la televisi¨®n italiana. La novedad que va a significar esta obra es su primer contacto con las telec¨¢maras, instrumento para obtener im¨¢genes propio de la televisi¨®n. En la reciente Mostra Internacional de Cine, de la Bienal de Venecia, Antonioni explic¨® con entusiasmo su experiencia con las telec¨¢maras que, en su opini¨®n, sustituir¨¢n en breve a las c¨¢maras tradicionales de cine.Las c¨¢maras que est¨¢ utilizando para su pel¨ªcula son las habituales en la grabaci¨®n de partidos de f¨²tbol y otros espect¨¢culos de grandes recorridos y profundidad de imagen. El realizador controla y maneja todo tipo de selectores, que modifican la amplia gama de la imagen y su color, as¨ª como un muestrario de efectos especiales. La electr¨®nica crea im¨¢genes; el hombre selecciona. Antonioni se olvida de sus pel¨ªculas sobre la incomunicaci¨®n. Mientras M¨®nica Viti se paseaba por las playas del Lido, el realizador contaba la er¨®tica del cine: las telec¨¢maras tienen la pretensi¨®n de ser seres humanos, hay que protegerlas contra el calor, el fr¨ªo, los ruidos. Un problema que pudo superar en los primeros momentos fue la dimensi¨®n de la telec¨¢mara, de un metro veinte de longitud.
La telec¨¢mara llega a modificar, la realidad. Antonioni explic¨® que en su pel¨ªcula aparece una fotograf¨ªa de principios de siglo, con colores n¨ªtidos, como si fuera una foto en color reciente. Esta perfecci¨®n de manejo y cromatismo est¨¢ en un proceso de superaci¨®n. Una tecnolog¨ªa cara trabaja en la perfecci¨®n electr¨®nica. La investigaci¨®n contin¨²a con diversas aplicaciones. En la industria de armamento, los tanques norteamericanos llevan telec¨¢maras para seleccionar sus objetivos y barrer el campo de actuaci¨®n. Una pega para la utilizaci¨®n de las telec¨¢maras es el coste de las mismas, ya que el alquiler del equipo se eleva a unos cuatro millones de liras por d¨ªa.
Antonioni opina con firmeza que el videotape va a ser el cine del futuro, a pesar de las dificultades en el proceso de montaje, a trav¨¦s de la cinta magn¨¦tica y la imperfecci¨®n t¨¦cnica de la imagen televisiva. En este ¨²ltimo aspecto es cuesti¨®n de impulsos electr¨®nicos, de pasar de las 625 l¨ªneas hasta las 2.000 ¨® 40.000. De todas formas, Antonioni seguir¨¢ entusiasmado al sentarse frente al monitor y seleccionar las tomas. Su decisi¨®n ha sido progresiva. En 1972 hizo su primer trabajo para la televisi¨®n, el reportaje Chug Kuo-China, que motiv¨® insultos de grueso calibre por parte de la ?banda de los cuatro? y que las actuales autoridades chinas piensan rehabilitar. El a?o pasado, con motivo de un ciclo de sus pel¨ªculas, realiz¨® un especial para televisi¨®n con el t¨ªtulo de Antonioni visto por Antonioni.
En Venecia confes¨® que persegu¨ªa su encuentro con las telec¨¢maras. Ya en Londres hizo los primeros ensayos y pudo comprobar la utilizaci¨®n de un medio que tiene futuro. En los pr¨®ximos meses tiene la intenci¨®n de ir a Los Angeles (Estados Unidos) para conocer las t¨¦cnicas audiovisuales m¨¢s avanzadas, t¨¦cnicas y aparatos que son m¨¢s familiares al cineasta franc¨¦s Jean-Luc Godard, que tambi¨¦n hizo su peregrinaci¨®n americana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.