Cuando la novela se hace epopeya y mito

Genaro Ledesma, protagonista de La tumba del rel¨¢mpago, en un momento de la novela consulta las actas del Patronato de la Raza Ind¨ªgena. Seg¨²n ellas, entre 1922 y 1930 estallaron en Per¨² 697 rebeliones, en ocho a?os. Es s¨®lo un cap¨ªtulo de la guerra callada -as¨ª la define Manuel Scorza-, que, desde hace cuatrocientos a?os, con la sombra de Tupac Amaru de fondo -la ¨²nica rebeli¨®n que no muri¨® en el olvido-, enfrenta a la sociedad criolla de Per¨² y a los sobrevivientes de las grandes culturas precolombinas. Cientos de miles de muertos testimonian lo que se ha querido hacer silencio. Entre 1950 y 1962, los comuneros de Cerro de Paseo, en los Andes centrales, se enfrentaron -otro cap¨ªtulo de esa guerra callada- a los grandes latifundistas peruanos y los intereses de la Cerro de Paseo Corporation. El resultado del enfrentamiento fue repetitivo: la misma masacre campesina que en alzamientos anteriores. S¨®lo una cosa cambi¨®: Manuel Scorza, un escritor hijo de madre india, secretario de pol¨ªtica del Movimiento Comunal de Per¨², fue testigo y participante de esa lucha a comienzos de los a?os sesenta. Una cosa cambi¨®: esta vez no fue posible el silencio.A partir de ese contexto hist¨®rico de la rebeli¨®n campesina de 1950-1962 en los Andes centrales, Manuel Scorza se propuso escribir un ciclo de novelas. Surge entonces el problema: ?c¨®mo hacerlo sin caer en la novela-documento, en la novela-testimonio o, incluso, sin abundar en el panfleto? ?C¨®mo otorgar dimensi¨®n literaria a esa realidad y, al mismo tiempo, otorgar eficacia pol¨ªtica -en un amplio sentido- a esa literatura? Manuel Scorza eligi¨® el camino del mito. Entonces sus novelas dejaron de ser tales para convertirse en cantar ¨¦pico de lo pasado que se resuelve en el presente. El propio Scorza (EL PAIS, suplemento de Arte y Pensamiento de 15 de julio de 1979) se?al¨®: ?Lo que quer¨ªa decir y subrayar es que mis libros eran m¨ªticos porque yo quer¨ªa plantear una aproximaci¨®n, desde el punto de vista del mito como fen¨®meno de locura colectiva, para llegar a una explicaci¨®n de un contexto determinado.? Es decir, el paso de un tiempo m¨ªtico al tiempo contempor¨¢neo.

En las cuatro primeras novelas que forman el ciclo de la rebeli¨®n campesina de Cerro de Paseo, Scorza mezcla h¨¢bilmente realidad e invenci¨®n en una poderosa cosmovisi¨®n ¨¦pica. La dimensi¨®n m¨ªtica alienta la narraci¨®n. En Redoble por Rancas ser¨¢ el gigantesco crecimiento del cerco-alambrada de la Cerro de Paseo Corporation, que camina desmesuradamente por toda la tierra desposeyendo a los comuneros. En Garabombo, el invisible, ser¨¢ la fant¨¢stica figura transparente del l¨ªder campesino. La detenci¨®n de las aguas del r¨ªo Chaupihuaranga, la enfermedad de los relojes o, lo que es lo mismo, la suspensi¨®n del tiempo, sirven de marco para El jinete insomne. En Cantar de Agapito Robles el personaje se defiende de las armas y de la justicia corrupta con una m¨¢gica danza en la que su poncho de colores se convierte en torbellino de fuego que incendia todo a su paso... El plano hist¨®rico, la dimensi¨®n real, con m¨ªnimas variantes, es la misma: la explotaci¨®n de los comuneros, la preparaci¨®n del alzamiento, el proceso de la ocupaci¨®n de tierras y la masacre final.

A trav¨¦s del hecho hist¨®rico concreto de la rebeli¨®n campesina de los Andes centrales en 1950-1962, Manuel Scorza va m¨¢s all¨¢. Seorza nos habla de una situaci¨®n hist¨®rica de colonialismo que se remonta a poco despu¨¦s de la conquista. A las culturas precolombinas -y el propio Scorza as¨ª lo ha declarado- sobrevivientes tras el descubrimiento se les neg¨® el ser, se les arranc¨® de su historia para insertarlos en otra donde no ten¨ªan cabida. Entonces, el mito, el tiempo m¨ªtico, se convirti¨® en el ¨²nico sitio donde esos sobrevivientes pod¨ªan defenderse en espera de recuperar su propia identidad. Se trata, pues, de un tipo de vida simb¨®lica, ya que la vida real -impuesta tras la Conquista- les es extra?a. S¨®lo ser¨¢ posible el abandono del mito cuando se produzca la reinstauraci¨®n, la devoluci¨®n del tiempo original; es decir, cuando tenga lugar el cambio social: la liberaci¨®n. Desde este punto de vista, la detenci¨®n del tiempo, en El jinete insomne, cobra pleno sentido.

El final (?) de la epopeya

Hab¨ªamos se?alado que Scorza se adentra en el plano m¨ªtico para explicar un contexto hist¨®rico contempor¨¢neo. Las cinco novelas sobre la rebeli¨®n de los comuneros de Cerro de Paseo est¨¢n presididas por esa inserci¨®n del mito en la realidad. Por eso, todo el ciclo est¨¢ recorrido por un sentimiento ¨¦pico. La tumba del rel¨¢mpago concluye la serie. La novela narra el tr¨¢gico final de la rebeli¨®n campesina.En esta ocasi¨®n, Scorza insiste m¨¢s en lo documental, disminuyendo el plano fant¨¢stico. Se ha perdido la ingenuidad de los tiempos m¨ªticos. Los personajes son conscientes -o al menos as¨ª act¨²an- de vivir en un tiempo real y concreto. Hay una preocupaci¨®n de Scorza por dejar patente este hecho. As¨ª, el mismo autor aparece como personaje de la novela; incluye sus propios art¨ªculos, aparecidos en el diario lime?o Expreso, como secretario de pol¨ªtica del Movimiento Comunal de Per¨²; cita y transcribe textos de Jos¨¦ Carlos Mari¨¢tegui, de C¨¦sar Vallejo; insiste en ofrecer estad¨ªsticas sobre la miserable situaci¨®n del campesinado peruano, y reitera algo que ya se desprende de la propia novela: la necesidad de la revoluci¨®n social. Es como si Scorza desconfiara de la eficacia del planteamiento m¨ªtico y urgiera la realidad para el final de la epopeya. Y la realidad, en este caso, se hace respuesta para la literatura. Manuel Scorza cierra La tumba del rel¨¢mpago con el viaje de Genaro Ledesma rumbo a la colonia penal de El Sepa. Genaro Ledesma -como tantos otros personajes de las novelas de Scorza- no s¨®lo existe, sino que ser¨¢ candidato de la izquierda peruana a las elecciones presidenciales de 1980.