Sobre el socialismo del profesor Prados Arrarte
Un supuesto ?buen amigo? -don Francisco Fern¨¢ndez Santos- interviene en la pol¨¦mica marxismo s¨ª-marxismo no, dedicando alguna parte de su art¨ªculo de EL PA?S del 15 de septiembre a mostrar que desconozco totalmente lo que escribi¨® Carlos Marx, y que, en todo caso, soy un -socialista ?flamante? y, a m¨¢s de ello, antiguo jefe de estudios del Banco Central.El desconocimiento que muestro sobre el marxismo se prueba, seg¨²n el se?or Fern¨¢ndez Santos, a causa de que creo que no todos los salarios generen plusval¨ªa, sino solamente los pagados en la producci¨®n material de ?mercanc¨ªas?. Si el se?or Fern¨¢ndez hubiera le¨ªdo siquiera la primera p¨¢gina de El capital, sabr¨ªa que ese libro s¨®lo se ocupa de la ?mercanc¨ªa? que debe revestir forma material. Si tuviera la m¨¢s m¨ªnima preparaci¨®n econ¨®mica, no creer¨ªa que se genera plusval¨ªa -seg¨²n Marx- en los salarios pagados en los ?servicios?, que no se computan en Rusia en el c¨¢lculo de la renta nacional, por considerarse ?improductivos?, al igual que lo supon¨ªa Marx.
Si el se?or Fern¨¢ndez Santos peca de tal despiste sobre lo que es el marxismo, no es menor el que muestra dicho ?buen amigo? sobre mi biografia, no obstante conocerla con detalle. Me acusa de ?socialista flamante?, a causa de la fecha de mi carn¨¦. Es posible que mi carn¨¦ -como el del 95% de los militantes del PSOE, sea reciente, pero, en mi opini¨®n, la adhesi¨®n al socialismo no se prueba con un carn¨¦, sino con una vida socialista. Mis encarcelamientos bajo el general Primo de Rivera, mi participaci¨®n en la Revoluci¨®n de Jaca dirigida por Ferm¨ªn Gal¨¢n; mi actuaci¨®n militar durante la guerra civil (iniciada como voluntario y, m¨¢s tarde, en la bater¨ªa que organiz¨® la Federaci¨®n de Trabajadores de la Ense?anza de la UGT), mis dos exilios de diecisiete a?os (el ¨²ltimo a causa de la reuni¨®n del Movimiento Europeo celebrada en Munich en 1962) y otras muchas cosas prueban que tengo una biograf¨ªa de valor muy superior al carn¨¦ del se?or Fern¨¢ndez Santos; ?quiz¨¢ suponga ¨¦ste que mi actuaci¨®n de izquierdas, jug¨¢ndome la vida sin carn¨¦, es un pecado de intrusismo!
Mi pertenencia al Banco Central -donde me jubil¨¦ en 1970- es muy f¨¢cil de explicar. A diferencia de algunas personas no perseguid¨¢s y hasta premiadas por la dictadura del general Franco, que menciona elogiosamente como socialistas el se?or Fern¨¢ndez Santos, las sanciones que sobre m¨ª pesaban al regreso a Espa?a me imped¨ªan ejercer mi profesi¨®n en el campo del sector p¨²blico. ?D¨®nde iba a desempe?ar mis funciones de economista en esas condiciones? Por supuesto, en el sector privado, y m¨¢s f¨¢cilmente en un sector como la banca, que contrata mayor n¨²mero de economistas. Como el se?or Fern¨¢ndez Santos advierte, no deseo la nacionalizaci¨®n de la banca, ya que, con la excepci¨®n de algunas entidades de banca comercial en Francia, la actividad bancaria es privada en la antes socialista Suecia, en la socialdem¨®crata Alemania, en la antes laborista Inglaterra, en la socialista Austria; ?en toda Europa occidental, se?or Fern¨¢ndez Santos! ?Es una ?Matesa de izquierdas? lo que usted desea con las nacionalizaciones?
La ¨²ltima acusaci¨®n grave que me hace el se?or Fern¨¢ndez Santos es que haya polemizado con el se?or Tamames sobre la banca. ?No puede polemizar un socialista con un comunista? Tal supuesto del se?or Fern¨¢ndez Santos refleja a lo que juega: a ser un instrumento del Partido Comunista.
(catedr¨¢tico de laUniversidad Complutense)
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