La Marcha
En las paces victorianas y las ¨¢ureas mediocridades no se puede vivir sin clase, sin estilo, sin cosa: ?El laconismo marcial de nuestro estilo?, dec¨ªan los paramarciales de los felices cuarenta. Ahora lo que no se puede es vivir sin marcha.O sea, que del spleen interior y el desencanto /contaminaci¨®n exteriores, el cronista tiene que hacer marcha, mucha marcha, para que la cosa marche. Viene a casa una marquesa y la muerde el gato:
-Oiga, Umbral, pero este gato muerde.
-Claro, se?ora, por eso es mi gato, porque tiene marcha. No pensar¨ªa usted que iba a tener yo de gato a Miguelito Bos¨¦.
Los de la galer¨ªa Biosca me llaman porque se cumplen este a?o los veinticinco de la muerte de Eugenio d'Ors. El se?or Biosca quiere que yo intervenga en las celebraciones dorsianas que preparan. D'Ors, de alguna forma, le meti¨® marcha a los insoportables y lluviosos a?os cincuenta espa?oles, todos cantando bajo la lluvia y sin Gene Kelly. Durante una conferencia en esta galer¨ªa, don Eugenio dijo una vez, hablando precisamente de la vida espa?ola que evoc¨®:
-... Si a esto se le puede llamar vivir.
Multa enorme a la galer¨ªa. Buscaban director para un peri¨®dico de la tarde que se hab¨ªa quedado decapitado:
-?Y qu¨¦ es lo que le exigen? -me pregunta la marquesa mordida por el gato, que se ve que es una marquesa que no escarmienta, como casi todas las marquesas- ?Profesionalidad, compromiso pol¨ªtico, fidelidad a la empresa?
-Marcha, se?ora, mucha marcha.
Ayer mismo est¨¢bamos en. la agresividad. Bastaba con ser un tecn¨®crata agresivo, un pol¨ªtico agresivo, un periodista agresivo. Todav¨ªa este verano mont¨® Mart¨ªn Ferrand en Santander un curso sobre Periodismo y agresividad. Bueno, pues a¨²n no hemos entrado en el oto?o y la agresividad profesional resulta ya una languidez kitsch como la que a veces ensayaba la abolida Pastora Imperio, a quien tan buena necrolog¨ªa ha dedicado Haro-Tecglen en este peri¨®dico. El invierno s¨®lo podremos salvarlo con mucha marcha. Hablo con quienes han hablado con Mac¨ªas en su b¨²nker/camastro:
-No es tan f¨¢cil condenarle a muerte, como dice Jones, porque tiene mucha marcha. Si le someten a juicio puede contar muchas cosas de sus jueces, m¨¢s algunos chismes espa?oles que modifican la Historia de Espa?a desde Recaredo.
Ceno en casa de Ramonc¨ªn, con ¨¦l, con un chico que anda desnudo por la casa y con Diana. Escuchamos el nuevo redondo de Ramonc¨ªn:
-?Tiene marcha, Umbral?
-Tiene marcha, amor, pero el que no tiene marcha es Fradejas, que s¨®lo se trabaja el travoltismo.
Rin, rin, rin:
-Soy Pitita, que ya he visto que andas lleno de estafilococos, de estreptococos y de cosas. Esta tarde voy para all¨¢ con un m¨¦dico amigo m¨ªo que es un sabio, un hombre cult¨ªsimo, una eminencia. -?Pero tiene marcha, Pitita?
Pitita, que tiene tanta marcha, no sabe muy bien lo que es la marcha. Su¨¢rez le est¨¢ metiendo m¨¢s marcha a la pol¨ªtica internacional que a la nacional: Fidel, Arafat, OLP. Comisiones Obreras le quiere meter marcha a la lucha de clases en general y a Ferrer Salat en particular, pero Nicol¨¢s Redondo es un hombre que pasa de marcha. Va de acordeonista del sindicalismo, apretando y aflojando seg¨²n los casos. Es un Evaristo Carriego del peonaje, vos me entend¨¦s, maestro Borges. Los rosacruces (aced¨¦) municipales quieren meterle marcha a Tierno y Tamames abandonando las sesiones como un solo rosacruz.
-?Y qu¨¦ tiene esa pasota que no tenga yo? -me pregunta la marquesa/ retorno, meti¨¦ndose en lo que no le importa.
-Marcha, se?ora, marcha.
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