Tres j¨®venes, al menos participaron en el asesinato de los dos jefes militares
Un coronel y un comandante resultaron muertos y un soldado herido, menos grave, en un atentado terrorista perpetrado ayer por la ma?ana, en Bilbao, por tres j¨®venes que tirotearon un veh¨ªculo militar en el que viajaban las v¨ªctimas, con direcci¨®n al Gobierno Militar de esta capital. Posteriormente huyeron en un coche robado hora y media antes.
El presidente del CGV, Carlos Garaikoetxea, conden¨® ayer a trav¨¦s de TVE el atentado, al que calific¨® de ?grav¨ªsimo? e ?intolerable?. El ministro de Defensa, Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n se desplaz¨® ayer a Bilbao para asistir a los funerales.El hecho ocurri¨® hacia las nueve menos veinte de la ma?ana, en el cruce entre la calle de Zancoeta y uno de los carriles laterales de la avenida de Jos¨¦ Antonio, bajo los puentes de acceso y salida a la misma avenida de la autopista Bilbao-Behovia. A esa hora, el coronel de Caballer¨ªa, Aurelio P¨¦rez Zamora, de 59 a?os, y el comandante del Estado Mayor de Infanter¨ªa, Juli¨¢n Ezquerro Serrano, de 39 a?os -ambos casados-, se dirig¨ªan desde el cuartel de infanter¨ªa de Garellano al Gobierno Militar de Bilbao, donde estaban destinados, en un jeep militar, que conduc¨ªa el soldado Gustavo P¨¦rez Dom¨ªnguez, de veinti¨²n a?os, soltero.
El veh¨ªculo circulaba bajo los puentes de acceso y salida de la autopista antes mencionada, para girar hacia la izquierda y descender hasta la plaza del Sagrado Coraz¨®n por un carril lateral de la avenida de Jos¨¦ Antonio. En un momento en que el conductor detuvo el veh¨ªculo para dar paso a los coches que bajaban por su derecha, tres j¨®venes se acercaron al jeep , y dos desde la parte de la derecha y uno desde atr¨¢s hicieron fuego con pistolas, alcanzando por la espalda y costados a los ocupantes del mismo. El conductor, herido leve, trat¨® de salir del lugar, pero los coches que bajaban por el carril que deb¨ªa tomar en la avenida de Jos¨¦ Antonio se lo impidieron en el primer momento. Cuando pudo, aceler¨®, y con dificultades logr¨® entrar, de frente, en la calle de Zancoeta, chocando, junto al n¨²mero 51 de la citada avenida, que hace esquina, contra un 127 aparcado, al cual desplaz¨® una docena de metros.
El atentado se realiz¨® de forma tan r¨¢pida e inesperada que son pocos los testigos que pueden relatar con cierta coherencia lo que vieron.
Quiz¨¢ la versi¨®n m¨¢s coherente y completa la dio a EL PA?S un testigo de excepci¨®n, Paulino Alonso, ch¨®fer de una ambulancia de la DYA (Asociaci¨®n de Ayuda en Carretera), que en uni¨®n de un m¨¦dico fue la primera persona que auxili¨® a los heridos.
?El jeep, que ven¨ªa por la calle de Zancoeta, ha parado para ceder el paso a los que por la derecha bajaban por el lateral de la avenida de Jos¨¦ Antonio, direcci¨®n que parec¨ªa iba a tomar el veh¨ªculo. Se han acercado en ese momento dos j¨®venes a la ventanilla y cristal delantero del lado derecho y otro se ha situado por detr¨¢s (en otro momento del relato el se?or Alonso sit¨²a a este tercer joven en el lado del conductor), que han hecho fuego con pistolas sobre los ocupantes del veh¨ªculo. El Land-Rover no ha podido arrancar porque pasaban coches. Cuando han terminado los tresj¨®venes de disparar -habr¨¢n hecho unos ocho o diez disparos-, el conductor ha podido traer el veh¨ªculo hasta el principio de la calle de Zancoeta, donde yo me encontraba. Hab¨ªa perdido un poco el control y con la precipitaci¨®n se llev¨® por delante un 127 y choc¨® tambi¨¦n, finalmente, con un 4-L, aparcados en la acera de la izquierda, junto al n¨²mero 51 de la avenida de Jos¨¦ Antonio, que hace esquina con Zancoeta.?
?Al ver c¨®mo hac¨ªan los primeros disparos, he corrido a protegerme detr¨¢s de una camioneta, mientras la polic¨ªa municipal de tr¨¢fico se agachaba y echaba tambi¨¦n a correr. Cuando los disparos dejaron de sonar, vi como los tres j¨®venes corr¨ªan por el lateral contrario a ¨¦ste de la avenida de Jos¨¦ Antonio, en direcci¨®n a la plaza del Sagrado Coraz¨®n. En ese momento, el veh¨ªculo, sin control, hab¨ªa chocado ya y se hab¨ªa detenido. Un joven, que me dijo era m¨¦dico, y yo corrimos al veh¨ªculo. En ese momento, el ch¨®fer, un soldado joven, sal¨ªa tambale¨¢ndose por su propio pie. Se desmay¨®. En seguida le trasladaron en un coche particular al hospital. Atendimos en seguida al coronel, que se hallaba junto ala ventanilla de la derecha -el soldado y los dos jefes militares iban sentados en el asiento delantero-. Estaba agujereado por todos los costados y echaba mucha sangre. El chico m¨¦dico me dijo que pensaba que estaba muerto; pero, no obstante, le montamos en una ambulancia municipal que llegaba y te enviamos al hospital. El comandante, que ocupaba la parte central del asiento delantero debi¨® morir en el acto. Me pareci¨® que un disparo le hab¨ªa entrado por un o¨ªdo, saliendo por la cabeza, con p¨¦rdida de masa encef¨¢lica. Nada pudimos hacer por ¨¦l. ?
Un segundo testimonio complementario es el de un joven que no quiso identificarse. El mismo se?al¨® que, a su juicio, hab¨ªa participado en el atentado un cuarto joven, que, al paso del veh¨ªculo militar, hab¨ªa hecho se?ales con un pa?uelo a los tres compa?eros que esperaban en el lugar por donde deb¨ªa pasar el Land-Rover. ?Tres de ellos vest¨ªan ropa deportiva, con vaqueros y camisas o chamarras -no recuerdo bien- y llevaban bolsas de deporte. El cuarto vest¨ªa de blanco. Los cuatro corrieron por el lateral de la avenida de Jos¨¦ Antonio, en direcci¨®n hacia el Sagrado Coraz¨®n, en la esquina de la calle de P¨¦rez Gald¨®s se montaron en un Citroen GS, creo recordar de color amarillo, con el que salieron huyendo.?
El coronel de Caballer¨ªa Aurelio P¨¦rez Zamora,con m¨²ltiples heridas, fallecer¨ªa en la sala de urgencias del Hospital Civil de Bilbao. El soldado conductor fue intervenido de un disparo en la espalda ?en sedal? -seg¨²n el parte m¨¦dico-, siendo su herida de pron¨®stico menos grave. Se le atendi¨® tambi¨¦n de contusiones y erosiones varias.
Mientras tanto, el cad¨¢ver del comandante de Infanter¨ªa Juli¨¢n Ezquerro -con la cabeza tapada por un pl¨¢stico- fue evacuado del lugar por la polic¨ªa militar en el mismo veh¨ªculo donde encontr¨® la muerte. En el lugar de los hechos la polic¨ªa encontr¨® catorce casquillo calibre nueve mil¨ªmetros Parabellum FN.
La misma comunic¨® ayer que el coche presuntamente utilizado por los autores del atentado es un Citro¨¦n GS, de color amarillo, matr¨ªcula BI-1343-V, que hab¨ªa sido sustra¨ªdo a punta de pistola po dos j¨®venes, a las siete de la ma?a na, en el parque de Santa Casilda (a unos quinientos metros del lugar del atentado). Los autores del robo ordenaron a su propietario y a su acompa?ante que no denunciaran la sustracci¨®n hasta pasadas las nueve de la ma?ana.
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