Treinta a?os de c¨¢rcel al cabo que dio muerte a un capit¨¢n

Treinta a?os de reclusi¨®n, expulsi¨®n de las filas de la Armada, con p¨¦rdida de derechos adquiridos e indemnizaci¨®n a la viuda e hijos en la cuant¨ªa de tres millones de pesetas, es ya la sentencia firme del consejo de guerra, en proceso sumar¨ªsimo, seguido contra el cabo segundo de mariner¨ªa Antonio Cabanillas Cabrera, como autor de un delito de insulto a superior con resultado de muerte por ametrallamiento, con agravante de premeditaci¨®n, perpetrado contra el capit¨¢n de Infanter¨ªa de Marina Carlos Seijas Fern¨¢ndez. La pena de treinta a?os de reclusi¨®n es la m¨¢xima, descartada la pena de muerte, abolida en la Constituci¨®n.

El hecho, como ya inform¨® EL PAIS, ocurri¨® el pasado domingo, d¨ªa 23, en el cuartel de instrucci¨®n de mariner¨ªa, en el momento en el que el capit¨¢n Seijas cenaba en el comedor de oficiales.La nota oficial de la oficina de prensa del Estado Mayor del Cant¨¢brico, dando cuenta de la sentencia firme aprobada por la autoridad judicial, se caracteriza, como las anteriores, por la absoluta reserva acerca de los posibles m¨®viles de la actuaci¨®n de Antonio Cabanillas, quien, al parecer, en la reconstrucci¨®n de los hechos manifest¨® que era consciente de su proceder y que acatar¨ªa el castigo que se le impusiese.

Lo cierto es que el hermetismo que ha rodeado esta causa despert¨® el inter¨¦s de los c¨ªrculos informativos y opini¨®n p¨²blica, baraj¨¢ndose distintas versiones, algunas de ellas poco veros¨ªmiles y, por supuesto, carentes todas de confirmaci¨®n oficial. Ordinariamente, la prensa tiene acceso a los consejos de guerra, pero en esta ocasi¨®n fue dif¨ªcil incluso tener conocimiento de la dependencia militar en la que se vio la causa el mismo d¨ªa en que se celebraba. Tampoco ha trascendido la composici¨®n del tribunal.

Alg¨²n medio de informaci¨®n recog¨ªa ayer unas presuntas declaraciones de Antonio Cabanillas Cabrera, hechas en la prisi¨®n naval de Carranza, una vez terminado el juicio, en las que alud¨ªa a una incitaci¨®n de ETA a trav¨¦s de an¨®nimos. En todo caso, esta pudiera haber sido una argumentaci¨®n de la defensa, ya que se descarta en el agresor, residente en el Pa¨ªs Vasco, una activa vinculaci¨®n pol¨ªtica. Otros rumores siguen apuntando a posibles fricciones entre el capit¨¢n Seijas y el cabo Cabanillas, que pudieran haber ocurrido en un anterior destino en el que tambi¨¦n hab¨ªan coincidido. Los ex¨¢menes m¨¦dicos no han reconocido ninguna anomal¨ªa en el comportamiento del cabo.