Lou Reed, un espect¨¢culo impredecible
Lou Reed actuar¨¢ ma?ana en Madrid (Pabell¨®n de Deportes del Real Madrid), y el d¨ªa 4, en Barcelona. Con ¨¦l viene una cierta pol¨¦mica en torno a sus actitudes personales, al valor actual de su m¨²sica y a su permanencia como mito tot¨¦mico de la generaci¨®n pos-hippie.Naci¨® en Long Island, Nueva York, el 2 de marzo de 1943. El hombre era hijo de familia y, ya desde peque?o, se dio al rock sarnoso comandando grupos como Pasha and The Profets, o LA and The Eldorados. Tras acabar el high (el colegio) trat¨® de estudiar en la Universidad de Syracusa, pero los caracteres del centro y del mismo Lou se mostraron r¨¢pidamente incompatibles. En vista de ello emprendi¨® unos cursos algo informales sobre periodismo y teatro.
En 1964, Reed se encontr¨® con un gal¨¦s medio loco y que hab¨ªa acudido a Nueva York para ampliar, con Bernstein, sus estudios de m¨²sica contempor¨¢nea. El era John Cale, con quien empez¨® a tocar por bares, clubs y otros antros propios de la progres¨ªa. En ¨¦sas estaban cuando le vio Andy Warhol, gran pope del pop -art y del rollo neoyorquino que en aquel momento (1966) estaba preparando su Exploding Plastic Inevitable, un espect¨¢culo polivalente con el que la ahora llamada Velvet Underground recorri¨® Estados Unidos y Canad¨¢, presentando, entre otras proyecciones cinematogr¨¢ficas, Un perro andaluz, de Bu?uel. M¨¢s adelante el grupo incorpor¨® a la modelo alemana Christa P?ffgen (alias Nico), con quien grabaron su primer ¨¢lbum bajo la producci¨®n del mismo Warhol. Sin embargo, el car¨¢cter dominante en el grupo era Lou, que en los ¨¢lbumes subsiguientes: White Light/ White Heat, Velvet Underground y Loaded, invocar¨ªa a todos sus fantasmas urbanos: droga, adulterio, desesperaci¨®n y dem¨¢s.
En 1970, Lou Reed decide dejar el terciopelo y comenzar su propia carrera en solitario. Ya desde el principio se vio que Lou era mejor compositor y cantante que experto en producciones de discos. Su primer ¨¢lbum, Lou Reed no acababa de encontrar la magia de la Velvet y no contribuy¨® a extender la fama de Lou. Sin embargo, en 1973, David Bowie pas¨® a producirle Transformer, dando lugar a una identificaci¨®n entre ambos (la cosa del glamour, el rock bisexual), que no por falsa le sirvi¨® menos al autor del solo guitarrero m¨¢s letal de la historia (seg¨²n el doctor David Ludden, del Departamento Nacional de la Salud, ese honor le corresponde a I Heard Her Call My Name, del White Light/White Heat). De hecho, con este disco, Lou consigui¨® su primer ¨¦xito de ventas a trav¨¦s de Walk on The Wild Side. El siguiente paso fue Berlin, producido en Inglaterra y que era una especie de regreso a las tinieblas inquietantes de la Velvet, con el ¨²nico defecto de que no se vendi¨® nada. Sus siguientes ¨¢lbumes fueron una pareja de vivos (Rock And Roll Animal y Live), que presentaban sobre todo a un brutal Steve Hunter a la guitarra, y que desde el punto de vista exclusivamente t¨¦cnico posiblemente sean los m¨¢s finos de su carrera.
El siguiente ¨¢lbum fue Sally Can't Dance, gracioso y ligerito, para, a continuaci¨®n, realizar una de las movidas m¨¢s extra?as de cuantas realiz¨®: un doble ¨¢lbum de car¨¢cter semiexperimental y que consist¨ªa en la acumulaci¨®n de cintas antiguas pasadas a diferentes velocidades, Coney Island Baby est¨¢ considerado como uno de sus peores ¨¢lbumes, aunque haya quien diga que es el mejor. Lo mismo ocurre con Street Hassle o Bells, su ¨²ltimo, en el que Lou vuelve a un sonido p¨¦simo y unas cuantas canciones guapas.
Ultimamente sus shows en vivo (recogidos en otro ¨¢lbum, Take No Prisoners) son bastante impredecibles: lo mismo le pega a un fan con el pie del micr¨®fono que trata de vacilar al personal. En cualquier caso, un tipo que puede liarse a tortas con Bowie en un restaurante p¨²blico siempre es capaz de despertar expectaci¨®n de hacer algo. Incluso es posible que buena m¨²sica.
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