Mosc¨² desconf¨ªa de la gesti¨®n pol¨ªtica del presidente de EEUU
, Los dirigentes sovi¨¦ticos parecen hacerse, ¨²ltimamente, a la idea de que el tratado SALT II no ser¨¢ ratificado en el futuro. A pesar de que la prensa hace referencias continuas al hecho hist¨®rico del encuentro entre Carter y Brejnev en Viena, tambi¨¦n ponen el acento en las maniobras de los adversarios del tratado, como si quisieran convencer, poco a poco, a la opini¨®n p¨²blica de un posible fracaso de la ratificaci¨®n.
Las tesis sovi¨¦ticas se resumen en tres puntos:
En relaci¨®n con la ¨²ltima ?crisis de Cuba?, los dirigentes sov¨ª¨¦ticos no quieren ceder en lo que les parece un ultim¨¢tum.
1. El Gobierno americano ha, escogido las tesis del senador Frank Church, en vez de apaciguar los ¨¢nimos.
2. Los soldados sovi¨¦ticos estacionados en Cuba tienen una misi¨®n de entrenamiento. Desde hace diecisiete a?os estos soldados no amenazan la seguridad de Estados Unidos, como ha reconocido Carter.
3. ?C¨®mo pueden los norteamericanos, poseer millares de bases militares, algunas pr¨®ximas a la URSS, e incluso una en Cuba (Guant¨¢namo), y reprochar a Mosc¨² la ayuda a un pa¨ªs amigo?
Dada la situaci¨®n de la pol¨ªtica interna americana, Mosc¨² estima que un nuevo presidente, o el propio Carter reelegido, podr¨ªan llevar este asunto de diferente forma. La ligereza y los pasos en falso de la Administraci¨®n norteamericana durante la nueva ?crisis de Cuba? han convencido a los dirigentes sovi¨¦ticos de la necesidad de reforzar sus cautelas respecto a Carter, de quien siempre han puesto en tela de juicio su capacidad para gobernar. Ciertamente, Mosc¨² tiene la inercia de apoyar, cuando hay elecciones en los pa¨ªses capitalistas, a los dirigentes en el poder, pero las decepciones causadas por Carter no les incitar¨ªan a ser indulgentes con la reelecci¨®n.
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