Los escolares espa?oles aprender¨¢n a hacer cine

Con el curso reci¨¦n estrenado, se ha puesto en marcha la campa?a de iniciaci¨®n al cine para ni?os y j¨®venes, organizada por la Direcci¨®n General de Cinematograf¨ªa con motivo de la celebraci¨®n del A?o Internacional del Ni?o, que proseguir¨¢ a lo largo del a?o pr¨®ximo. La preparaci¨®n y el montaje de los cursillos ha sido pr¨¢cticamente labor personal de Miguel Picazo, director de cine y psic¨®logo infantil, coordinador a nivel nacional de esta campa?a.

CARRASCO?Los cursillos de iniciaci¨®n al lenguaje del cine est¨¢n pensados para muchachos en edad escolar, entre diez y dieciocho a?os, aunque tambi¨¦n pueden interesar a muchos adultos?, explica el se?or Picazo. ?Cada cursillo consiste en una serie de lecciones sobre diversas nociones fundamentales del cine: pel¨ªcula y c¨¢mara, foto y ¨®ptica, planificaci¨®n y angulaci¨®n, movimiento de c¨¢mara, montaje y sonorizaci¨®n. Se hacen ejercicios en torno a estas lecciones y dos pel¨ªculas base que se proyectan previamente, obras cl¨¢sicas de la historia del cine dirigidas por grandes maestros como Wells, Ford, Lean, Keaton, Kazan o Berlanga.??Al final del cursillo se puede hacer una prueba a base de ofrecer a los ni?os una serie de im¨¢genes y proponerles que elaboren con ellas un argumento, un gui¨®n de cine. Los resultados que se obtienen proporcionan algunos datos reveladores de la personalidad de los muchachos, pues ¨¦stos suelen proyectar sus conflictos internos y los del medio ecol¨®gico y social en el que se desenvuelven al ordenar las im¨¢genes y darles un sentido.?

Toda clase de p¨²blico

Con car¨¢cter experimental, uno de estos cursillos se celebr¨® en Madrid la primavera pasada. Asistieron m¨¢s de trescientos alumnos de distintos centros de ense?anza y ?la gente se qued¨® con hambre de cine?, comenta Miguel Picazo. ?Todos ped¨ªan profundizar m¨¢s en los temas que se trataban y algunos hasta aprender a manejar la moviola.Los objetivos de esta campa?a nacional no se ci?en estrictamente al p¨²blico escolar y juvenil. ?Estamos dispuestos a organizar cursillos en todas las asociaciones de vecinos, ateneos culturales, cine-clubs, sedes de partidos, etc¨¦tera, que lo soliciten?, asegura el se?or Picazo. ? Doce cursillos pueden funcionar simult¨¢neamente. Cada uno dura cinco d¨ªas, aunque, tanto su duraci¨®n como el tipo de ejercicios y pr¨¢cticas son cosas bastante el¨¢sticas que dependen de las necesidades y demandas de los cursillistas.?

Las primeras peticiones que se han recibido provienen casi todas de provincias: Gerona, Palencia, Granada, Canarias... A cada una se les enviar¨¢n gratuitamente las lecciones de cine, las pel¨ªculas base y asesor¨ªa t¨¦cnica si la requieren. Adem¨¢s, un manual de iniciaci¨®n editado por el Ministerio de Cultura que de forma muy gr¨¢fica y pedag¨®gica aborda los principales fundamentos del cine, de los materiales para hacerlo hasta los hombres que lo hacen, el cine como escritura o las indicaciones para analizar y juzgar una pel¨ªcula.

?Cine de ni?os o cine para ni?os?

En el mundo del cine, el ni?o ha sido siempre sujeto pasivo, paciente y agradecido espectador o, a lo sumo, un rico fil¨®n a explotar, como es el caso de muchos peque?os divos. Si esta campa?a alcanza una amplia difusi¨®n es posible que los ni?os empiecen a desempe?ar otros papeles, a tener m¨¢s conocimiento y participaci¨®n en el fen¨®meno cinematogr¨¢fico, y con ello llegar a adquirir una capacidad de elecci¨®n y cr¨ªtica que al mismo tiempo les permitir¨ªa disfrutar m¨¢s una buena pel¨ªcula y evitar los m¨²ltiples engendros que produce el cine infantil.Sin embargo, el cine es, por naturaleza, una ocupaci¨®n privativa de los adultos. ?El cine hecho por ni?os no tiene virtualidad porque en ¨¦l se opera con estructuras espacio temporales que exigen una madurez de desarrollo que no se alcanza hasta los dieciocho o veinte a?os?, opina el se?or Picazo. ?Hasta ahora las experiencias en este terreno -cine hecho por ni?os- han sido negativas.?

?Con los cursillos de iniciaci¨®n se trata de dar un conocimiento del sentido de la imagen, que el lenguaje del cine resulte familiar a nivel de comprensi¨®n. Pretendemos sentar las bases para que el ni?o desarrolle sus propias iniciativas. Pero desde la asimilaci¨®n de tales ense?anzas hasta que pueda desarrollarlas como actividad, debe alcanzarse la madurez necesaria para coordinar las estructuras de espacio y tiempo que el cine integra.?