La recesi¨®n econ¨®mica amenaza a la d¨¦cima potencia industrial del mundo
Desde que en 1971 Erich Honecker accedi¨® al mando supremo en el Partido Socialista Unificado (SED) de la RDA, previo desplazamiento a la sombra del fundador del ?primer Estado de campesinos y obreros en suelo alem¨¢n ?, Walter Ulbricht, la Alemania socialista ha cambiado de semblante tanto como la RFA desde la muerte de Konrad Adenauer, primer canciller de Alemania Occidental, considerada en Occidente como ?el Estado m¨¢s libre de toda la historia alemana?. La confrontaci¨®n entre ambos experimentos perdura a¨²n hoy, aunque gracias a la socialdemocracia de Bonn y al talante pol¨ªtico de Honecker se ha lo grado una amplia trama de acuerdos bilaterales que han atenuado la dureza de los 1.346 kil¨®metros de frontera interalemana, m¨¢s los quince del ?muro berlin¨¦s?.La primera etapa pol¨ªtica de la RDA bajo Walter Ulbricht concluy¨® cuando Le¨®nidas Brejnev recibi¨® en el Kremlin a una delegaci¨®n del partido SED de la RDA de la que formaba parte Honecker y se decidi¨® ajustar la confrontaci¨®n entre el Este y el Oeste a nuevos m¨®dulos. Ulbricht, partidario de mantener el aislamiento y la guerra fr¨ªa por temor a la ?contaminaci¨®n capitalista?, dej¨® el puesto a su colaborador m¨¢s inmediato, Honecker, partidario, como Brejnev, de ?neutralizar el efecto del capitalismo con las propias armas de ¨¦ste?: la elevaci¨®n del nivel de vida de los ciudadanos socialistas.
El discreto encanto del n¨²mero treinta
Los berlineses orientales cuentan, con su caracter¨ªstico humor, que ciertos vendedores se resisten a indicar al cliente de turno que el producto que adquiere cuesta treinta marcos: para evitarlo dicen que la compra representa diez, m¨¢s diez, m¨¢s diez marcos. Raz¨®n: ?Durante 1979 hemos o¨ªdo con tanta insistencia lo del treinta aniversario de nuestra Rep¨²blica, que ya nos produce v¨¦rtigo esa cifra. ?
Durante los ¨²ltimos a?os se ha tratado de recuperar para la RDA las figuras universales que nacieron en el pa¨ªs antes de la divisi¨®n, desde los oscuros l¨ªderes de la revoluci¨®n campesina de 1525 hasta Thomas Mann, pasando por Kant, Lutero, Goethe, Lessing, Humboldt, Einstein, Planck, e incluso aquellos generales que se identifican con la ?gloria prusiana?. como Stein, Gneisenau y Clausewitz. La victoria alemana en Leipzig sobre Napole¨®n, el 18 de octubre de 1813, se ha te?ido de ideolog¨ªa para facilitar la b¨²squeda de identidad nacional. En el llamamiento oficial al comienzo del a?o conmemorativo de la RDA se dec¨ªa que el sistema socialista contin¨²a en el tiempo y en las ideas humanistas de todos los grandes alemanes.
La corriente asimilatoria de la historia general alemana, fomentada por Erich Honecker, choca cada vez m¨¢s con la posici¨®n de los cr¨ªticos dentro del propio aparato partidista, que no ven la necesidad de glorificar a los generales del Kaiser, entre otros. La creciente oleada de quienes a?oran a Ulbricht denuncia un decaimiento del sistema pol¨ªtico con manifestaciones culturales (revisi¨®n de la historia, penetraci¨®n de las emisiones de radiotelevisi¨®n occidentales sin posibilidad de r¨¦plica, modas decadentes entre la juventud), y econ¨®micas.
Marcha atr¨¢s en la econom¨ªa
Erich Honecker se propuso en 1971 multiplicar los bienes de consumo a disposici¨®n de los ciudadanos de la RDA. Para ello abri¨® establecimientos con productos occidentales, como las cadenas Exquisit e Intershop, import¨® 10.000 coches utilitarios de la casa Volkswagen, construy¨® 1.200.000 nuevas viviendas, tantas como en los veinte a?os anteriores, increment¨® los salarios y las pensiones y redujo la semana laboral de 44 a 42 horas. Atr¨¢s quedaban los planes de Ulbricht orientados al principio a superar, hasta 1961, el potencial econ¨®mico de la RFA y la primera forma de este plan: en 1962 la RDA renunciar¨ªa formalmente a rivalizar con occidente.
La RDA, d¨¦cimo pa¨ªs industrial del mundo, ser¨¢ el ¨²nico del este europeo que este a?o no incremente los precios al consumidor, manteniendo su posici¨®n en cabeza del nivel de vida en los pa¨ªses socialistas. Sin embargo, peligra en estos momentos el pleno empleo: la racionalizaci¨®n se incrementar¨¢ en 1980, con la consiguiente disminuci¨®n de puestos de trabajo. La industria alimentaria reducir¨¢ en 2.500 puestos su n¨®mina y la qu¨ªmica 2.400. El conjunto de los centros de producci¨®n experiment¨® ya este fen¨®meno en lo que llevamos de a?o hasta un total de 300.000 horas. El objetivo de este acoplamiento es el de incrementar el nivel productivo sin dependencia creciente del factor humano. Pero con ello se acent¨²a el problema de la desocupaci¨®n, cuyo remedio exigir¨¢, un notable desembolso a cuenta de los presupuestos del Estado. Con vistas al pr¨®ximo a?o se impone una austeridad tal en la RDA que los propios berlineses orientales esquematizan con una observaci¨®n ir¨®nica: ya tenemos para ir tirando con una vela y el aparato de radio,
A finales de 1978, la RDA registraba un d¨¦ficit comercial exterior de 29.000 millones de marcos, lo que movi¨® en abril pasado a Erich Honecker a pedir ante el comit¨¦ central de su partido ?mayor flexibilidad y atenci¨®n? para las exportaciones para ?acentuar las exportaciones de productos de calidad a menores precios, contando con una reducci¨®n de los costos de producci¨®n y ahorro de material?.
Seg¨²n los alemanes orientales, el socialismo tiene cinco enemigos: ?imperialismos, primavera, verano, oto?o e invierno?, dando a entender que el sistema tiene que hacer frente a la presi¨®n occidental y a los agentes atmosf¨¦ricos. Pues bien, la RDA ha tenido que hacer frente el pasado invierno a la crisis energ¨¦tica y al intenso fr¨ªo, factores que supusieron un recorte de unos 5.000 millones de marcos en el producto general bruto. En puertas del aniversario fundacional, aleman¨ªa oriental se ve obligada a elegir, al menos en parte, entre dos t¨¦rminos de una opci¨®n: o mantenimiento y ampliaci¨®n del actual nivel de vida, a costa de un mayor endeudamiento exterior, o austeridad impuesta desde arriba a base de aumento de precios y endeudamiento del Estado para frenar el desempleo.
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