La Diputaci¨®n no puede eludir sus responsabilidades
La Diputaci¨®n Provincial de Madrid, que ingresa este a?o arriba de los 160 millones de pesetas por tener, pr¨¢cticamente en exclusiva, una plaza de toros -Las Ventas-, a cuya cantidad se a?aden varios flecos seg¨²n est¨¢ previsto en el contrato de arrendamiento, no parece que se haya ocupado ni poco ni mucho de la fiesta de toros en Madrid, por lo menos hasta la fecha. Da lasensaci¨®n de que la Diputaci¨®n se limita a percibir el dinero, a montar la corrida de Beneficencla y a evitarse problemas en cuanto se refiere al tema taurino.Cuandose constituy¨® la Diputaci¨®n democr¨¢tica abrigamos la esperanza de que la fiesta de toros en Madrid tendr¨ªa, al fin, el tratamiento y promoci¨®n adecuados, porque los nuevos diputados ser¨ªan conscientes de su responsabilidad y sabr¨ªan actuar, con prontitud y eficac¨ªa, en todos los aspectos b¨¢sicos del espect¨¢culo que son de su incumbencia, principalmente en aquellos que se contienen taxativamente en el contrato de arrendamiento.
Como tantas veces, las palabras no se han vIsto refrendadas por los hechos, ni aun en este caso de la diputaci¨®n democr¨¢tica, en que tan clara, y, suponemos que tambi¨¦n tan f¨¢cil, es una acci¨®n directa. Suponemos, por ejemplo, que no le supondr¨ªa ning¨²n esfuerzo revertir en favor de la fiesta de los toros alguna cantidad de la millonada que esta fiesta le reporta anualmente. La necesaria ayuda a los novilleros, la organizaci¨®n de festejos populares, la creaci¨®n de un ambiente adecuado para el espect¨¢culo. pueden producirse a partir de este dinero que sale precisamente del que paga el p¨²blico en las taquillas de Las Ventas. Ser¨ªa, a su vez, una inversi¨®n inteligente, puesto que cuanto haga por fomentar el espect¨¢culo redundar¨¢ en beneficio de futuras operaciones de arrendamiento de Las Ventas, que tiene en propiedad.
Pero, por otro lado, en el contrato de arrendamiento del coso hay unas estipulaciones no economicas que obligan al empresario tanto como ¨¦stas, varias de las cuales no se han cumplido, y no tenemos noticia de que la Diputaci¨®n haya obrado en consecuencia. Las enumer¨¢bamos en la edici¨®n del s¨¢bado ¨²ltimo: 1. La obligatoriedad de que todos los domingos y festivos haya corridas de toros o novilladas picadas en Las Ventas no la ha seguido el empresario, pues en dos domingos de mayo program¨® festejos exclusivamente de rejoneo y para ma?ana anuncia otro, en el que adem¨¢s habr¨¢ forcados. 2. No ha celebrado los cuatro festejos menores en d¨ªas laborables. 3. En las corridas de oto?o hasta ahora celebradas (y parece que no habr¨¢ m¨¢s, pues el domingo pr¨®ximo tendr¨¢ lugar el ¨²ltimo festejo de la temporada) no contrat¨® a ning¨²n torero de categor¨ªa especial.
Todo esto afecta al contenido y calidad de la temporada, lo cual interesa positivamente al p¨²blico de Madrid, y s¨®lo por ello la Diputaci¨®n debe exigir a Canorea que cumpla lo pactado. Pero adem¨¢s afecta a todo el gremio de empresarios, los cuales calibraron absolutamente todos los puntos del pliego de condiciones, al preparar su oferta para la subasta de la plaza. Muchos de ellos, si hubieran previsto no cumplir las condiciones que m¨¢s arriba se?alamos -como presuntamente ha hecho Canorea-, posiblemente habr¨ªan pujado de forma distinta a como lo hicieron en su d¨ªa. No es una especulaci¨®n gratuita afirmar que varias de las ofertas habr¨ªan sido sustanciosamente m¨¢s altas si, en sus c¨¢lculos preliminares, los empresarlos que preve¨ªan p¨¦rclidas en la contrataci¨®n de toreros de categor¨ªa especial para oto?o, y en la organizaci¨®n de festejos menores, se hubieran visto liberados de estos condicionamientos.
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