El f¨²tbol, espina clavada para la URSS

.La gran espina que tiene clavada la URSS en el campo deportivo desde siempre es su pobre historial en f¨²tbol, el deporte m¨¢s popular en el mundo y tambi¨¦n en su propio pa¨ªs. Aunque a nivel de juniors y de competiciones ol¨ªmpicas los triunfos s¨ª han existido, en el resto de competiciones profesionales, tanto de clubs como de selecciones, casi han brillado por su ausencia. En cuanto a los clubs, el Dinamo de Kiev ha sido el ¨²nico ganador de unw de las tres competiciones continentales, la Recopa, en 1975. El Dinamo de Mosc¨² perdi¨® la final de 1972 con el Glasgow Rangers.

Al f¨²tbol sovi¨¦tico se le ha acusado siempre de falta de imaginaci¨®n; de practicar un juego fuerte, pero mec¨¢nico, que ha quedado demasiadas veces ridiculizado por la genialidad del f¨²tbol latino o suramericano. En realidad, aparte de ello, su problema insoluble, al menos hasta ahora, es que no ha podido mantener el excelente nivel de sus juveniles al pasar a categor¨ªas superiores y, sobre todo, su falso amateurismo al compararlo con los verdaderos profesionales de Occidente. La URSS fue campeona del mundo junior en la primera edici¨®n del torneo celebrada en T¨²nez, en 1977. Hace unos meses, en Jap¨®n, perdi¨® por 3-1 con la selecci¨®n argentina de Maradona, aunque lleg¨® a ir por delante en el marcador. En los Juegos Ol¨ªmpicos, s¨®lo fue campeona en los de Melbourne (Australia), 1956, pero pr¨¢cticamente en todas las ocasiones consigui¨® medalla. En los de Munich y Montreal, bronce.

Sin embargo, mientras equipos del Este, como Checoslovaquia, subcampe¨®n del mundo en 1962 (Chile), o campe¨®n,de Europa en 1976; Hungr¨ªa, subcampe¨®n mundial en 1954, o, m¨¢s recientemente, Polonia, tercero en Alemania (1974), han destacado en su comparaci¨®n ?profesional?, la URSS no ha podido al nivel que debiera.

Su derrota del pasado d¨ªa 12 de septiembre en Atenas ante Grecia, por 1-0, decidi¨® la nueva ausencia de la selecci¨®n sovi¨¦tica de una fase final de la Eurocopa. Aunque precisamente inici¨® el grupo VI de la fase previa -en el que tambi¨¦n est¨¢n Hungr¨ªa y Finlandia- con un triunfo en casa sobre los griegos, por 2-0, el buen camino se torci¨® pronto. Un mes despu¨¦s, en Budapest, Hung¨ªa, otro pa¨ªs con problemas sin solucionar desde hace bastante tiempo, se impuso por el mismo 2-0. Incre¨ªblemente, para ese momento el l¨ªder del grupo era la modest¨ªsima Finlandia, que hab¨ªa derrotado, un tanto sorprendentemente a Grecia y Hungr¨ªa.

Los griegos se tomaron poco despu¨¦s una contundente revancha en Atenas, al vencer por 8-1 y su 4-1 posterior en Sal¨®nica, frente a Hungr¨ªa -los dos encuentros sejugaron en el plazo de menos de un mes-, que los coloc¨® ya c¨®mo candidatos serios a la clasificaci¨®n. Para confirmarlo, empataron a cero en Budapest con los h¨²ngaros, en el primer partido de este a?o, el 2 de mayo, y la URSS dio otros dos pasos en falso, en el mismo mayo y enjulio, al ceder un 2-2 ante Hungr¨ªa y no pasar del 0-0 en Helsinki, frente a Finlandia.

Cara a Mosc¨²

Un equipo sub-21, al mando del que fue delantero centro internacional Simonian, con la supervisi¨®n del legendario guardameta Yachine y con Blokhine como ¨²nico jugador destacado, se entrena actualmente para los Juegos Ol¨ªmpicos de Mosc¨². Las metas sovi¨¦ticas son principalmente estas, aunque detr¨¢s est¨¦ el Mundial-82. Quiz¨¢ este planteamiento ?ol¨ªmpico?, cuando el f¨²tbol en los Juegos sea una mentira por el falso amateurismo que interviene, sea el gran fallo. El plano ?profesional? no se fomenta. Desde luego, no es normal tener un equipo como el Dinamo de Tiflis, que despu¨¦s de perder s¨®lo por 2-1 en Liverpool, es capaz de derrotar por 3-0 al campe¨®n de Europa de 1977 y 1978 y fracasar a nivel de selecci¨®n tan estrepitosamente. El ?profesionalismo? militar sovi¨¦tico s¨®lo funciona, por lo que se ve, a nivel amateur falso.

Por otro lado, y aunque en zonas como la citada de Tiflis (Georgia) o Kiev (Ucrania) no se plantee, un grave problema para el desarrollo del f¨²tbol en la tJRSS es la inclemencia del tiempo. Al margen de sistemas t¨¢cticos, m¨¢s o menos anticuados, o de mala programaci¨®n en el paso de juveniles a seniors, la falta de contactos a nivel profesional es grande, por las propias carencias de instalaciones cubiertas. El grandioso proyecto para el futuro es dotar de estadios completamente cubiertos, incluido el cesped, a ciudades como Mosc¨² o Leningrado. En la primera se construyen dos de 45.000 espectadores y en la segunda otro de 20.000.